"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 13 de julio de 2019

Reduccionismo

En El País de hoy, un artículo-entrevista al premio Nobel de química Roger Kornberg, éste dice lo siguiente:

Pregunta. Conocer nuestra base química tiene un aspecto filosófico.

Respuesta. Sí, ese es el quid de la cuestión. La vida es química: nada más y nada menos. El funcionamiento del cerebro se comprende tan poco que se tiende a asociarlo a significados mágicos o místicos. Pero químicamente el cerebro es una colección de cables e interruptores. Todos los cerebros humanos son más o menos iguales y las pequeñas diferencias son el resultado de distintos patrones en los interruptores, basados en una combinación de nuestra genética y de nuestras experiencias. Pero, al final, es química, nada más y nada menos, aunque la gente se resiste a la idea. Muchas personas quieren asociar a sus propias experiencias algún significado especial, como la religión. Pero es química.

Yo , que no soy creyente - No ateo, es decir, combativo contra la idea de Dios - me crispo ante este reduccionismo de dimensiones de la vida humana, mucho más complicada que lo que nos puede explicar la química. 
Aceptemos que el cuerpo humano es ciento por ciento química y sólo química. ¿Y después, qué pasa con la enorme producción acumulada de productos espirituales a lo largo de la historia, desde Platón, pasando por Cervantes, Shakespeare, y éste mismo productor de ciencia química? ¿De dónde sale esa ingente cantidad debieras y acumulativa, las invenciones, la creatividad, y sus acompañantes la ansiedad, la angustia, el amor, y todo lo que podríamos añadir?
Porque la producción acumulada del espíritu a lo largo de la historia es ingente. Nos podría contestar este señor que eso lo ha hecho la química, pero reconoce que no sabemos cómo todavía. Lo único que sabe es que indagando, investigando y contrastando conjeturas - que son lo que Popper llamaba “el tercer mundo” - han encontrado en el cuerpo humano solo química, que elimina la necesidad de creer en religiones y cosas similares. 
Sí, preocupante para mí es igual de evidente lo que he dicho antes. Que hay un mundo, el tercer mundo, que nos transmitimos entre generaciones, que muy bien puede puede estar basado en la química, pero cuya sustancia no es la química. Puede decirse que un ejemplar del Quijote o de Hamlet no es más que papel - química - y tinta - química -, pero que la creatividad que lo inventó - desde la química- es una entidad que no comprende todavía, aunque él afirme que es química desde su ignorancia. Dice Rover Kornberg,

P. Pero se valora más saber de Cervantes o de Shakespeare que de Dmitri Mendeléyev, el padre de la tabla periódica de los elementos químicos.

R. Es curioso, porque puedes no saber nada sobre Cervantes o Shakespeare y tener una vida muy productiva. Pero si no sabes nada de química, en mi opinión, no te beneficias de todo lo alcanzado por la civilización. Los tiempos han cambiado y la química es lo primero. Hace 100 años se sabía tan poco sobre cualquier ciencia que no necesitabas saber mucho de física para ser una persona culta y exitosa. ¿Importaba lo que supieras de termodinámica o cosmología? No realmente. Pero en el siglo XX surgieron la química, la biología, la bioquímica, la medicina moderna. Hace poco más de 100 años, las enfermedades se atribuían a desequilibrios de los líquidos del organismo. No había cura para ninguna enfermedad, había tratamientos: sangrados, purgantes agresivos. Si hace 200 años no sabías nada de química, de biología o de medicina, no había grandes diferencias en tu vida. Pero hoy hay muchísima diferencia. Creo que si la gente estuviera mejor formada en química y en biología estaría menos dispuesta a abusar de su propia fisiología con drogas, tabaco…

Es absurdo pretender que abandonemos cada nuestro nuestro campo particular de conocimiento y nos dedique todos a la química. La creación de arte no es tan necesaria para sostener la vida que la producción de pan, cierto, pero una vez que tenemos alimentos suficientes El hambre de cosas artísticas y espirituales se nos alumbra, y no sólo eso, sentimos el ansía de difundirlo y transmitirlo al futuro. Por cierto, sospecho que el mundo del espíritu es inspirador de las ciencias, con lo que se cierra un círculo para mí evidente.
Me quedo con la más modesta conjetura de Popper del “Tercer mundo”. Un Tecer mundo cada vez más Rico y grande, del que podemos extraer cosas que nos maravillan, gracias a ese sentido de acumulación, difusión y transmisión que todos poseemos... gracias a la química, por supuesto. Pero si hoy no conociéramos la Iliada, creada cientos de años antes de Cristo, seríamos distintos. Vale, el espíritu es una metáfora, pero una metáfora ineludible. 

7 comentarios:

Pablo dijo...

Magnífico post, Miguel, pero la frase final "el espíritu es una metáfora, pero una metáfora ineludible" es verdaderamente antológica.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Muchas gracias! Pero a veces tengo la sensación que sólo escribo para ti.

hilariod dijo...

Interesante articulo, si el cuerpo humanos es 80% agua y digamos un 20% solido. Son elementos que estudia la quimica moderna, Nuestros pensamientos, reacciones y actitudes sobre una la base de una reaccion quimica.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Precisamente lo que pongo en duda es nohaya algo más que no se puede reducir a la química.

Miguel E. dijo...

Es una entrevista en El País...¿qué cabía esperar? Todo aquél que ayude a cargarse la parte espiritual del ser humano es bienvenido en ese periódico.

Antonio de Badajoz dijo...

Yo también te he leído Miguel. Chapeau.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Gracias, Antonio