Desde que existe el marxismo, y sobre todo el leninismo, a sus secuaces no se les cae de la boca el insulto “fascista”, sea porque al insultado le gustado tal o cual película, sea porque se ha comprado un traje de tal o cual color, etc. (Esto me hace gracia porque ellos van vestidos con pantalones Jean, o vaqueros, que es lo más capitalista y pro americano que hay.)
Sí, tiene razón Ayuso, estamos del lado bueno de la historia, como demuestra la historia. A mí me han llamado innumerables veces fascista, tanto directamente, como cuantas veces se lo han llamado a quien sea.
Así que me rebota la palabreja, desde al menos que la oía en la universidad.
Me parece que Ayuso va a tener más fondo de lo que le conceden las izquierdas bolivarianas de este país. De momento, ante la reacción de Pablo Iglesias de dimitir de vicepresidente de España para presentarse contra Ayuso, ésta se ha adornado con media verónica digna de de un torero (o torera): “eso me debe España, que le he quitado de encima a Iglesias”.
Bienvenidos al club, fascistas.
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