"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 14 de mayo de 2023

¡Pues claro que ha de haber una recesión!

En EEUU, la economía sigue yendo como un tiro pese a las subidas tan diligentes como poco efectivas de tipos de interés de la FED. El GDPnow, un anticipo del GDP definitivo del Segundo trimestre, todavía no publicado, está creciendo gentilmente, 



Y la tasa de paro ha vuelto a bajar al 3,4%.



Las subidas de tipos han sido muy esforzadas, pero lo único que han cuestionado es los ratios de estabilidad bancaria, lo que ha dado escalofríos a la FED, que ha preferido enfriar un poco su ardor antiinflacionista. 
Si no hay recesión, no habrá control de la inflación. La inflación sólo se controla por una caída de la demanda global. Se suben los tipos, y la gente gasta menos. Cae el consumo y cae la inversión. En consecuencia, los precios se moderan. Cuando lo han hecho suficientemente, la FED puede volver a bajar los tipos para recuperar el pleno empleo.
Pero el empleo ya es hoy pleno. Tendría que aumentar el paro al 5% para enfriar la inflación convincentemente. Lo idóneo sería una recesión mínima, de dos trimestres, pero estamos entre Gargoris y Abidis, con la doble amenaza de que si subes mucho los tipos puedes desatar un pánico de liquidez, y quebrar el sistema. Si no elevas bastante los tipos, la inflación se te irá de las manos para mucho tiempo. 
Que no haya recesión no es una buena noticia, porque se debe en gran parte a la fuerza dada al consumo con la gigantesca emisión de deuda, absurda en un momento en que conviene moderar el gasto, ya que todo el mundo está gastando con frenesí. La deuda pública es un pus que reventará, tanto si se retrae la inflación (bajaría la recaudación de impuestos), como si no y aumentan los tipos de interés. 
Esto último sería un tiro en el pie para el BCE, que tendría que elegir entre volver a comprar deuda a los países díscolos o que el euro tuviera una crisis como en 2012. 
En otras palabras, estamos viviendo alegremente la prórroga de las laxas políticas de cuando la pandemia. Esto, en tiempo electoral, beneficia al incumbente que tiene la manija de la deuda. Cada día puede sacar de la chistera unos miles de millones para gastar en... lo que sea. 
Pero vendrán las rebajas y el llanto y crujir de dientes bíblicos. Habrá revueltas, sediciones y otras alharacas. ¿Qué quedará en pie?



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