No me refiero a que la política sea o no transcendente. Tampoco invito a los demás a no verlo. Que cada cual piense y haga lo que quiera. Lo que me niego a aceptar es que el nauseabundo espectáculo sea decisivo como nos quieren vender. Y si lo es, mal estamos.
¿No prohíben las peleas de gallos? Pues con mayor razón, este espectáculo para simples, en el que la gente se va a regocijar de la sangre, la simplificación superlativa y la victoria/derrota de uno u otro, por otra parte intrascendente; pues ninguno tendrá la más mínima oportunidad de exponer sus razonamientos, ni comunicarlos claramente, si no es distorsionados por la pasión y las instrucciones de los asesores, los únicos se benefician del espectáculo fríamente, nublando la realidad como siempre hacen.
Aquí a lo que se juega es a una lucha de mentiras agresivas de uno a otro bando y a una distorsión enorme de la realidad. Lo que quede en pie tras la la pelea será una mentira, gane quien gane.
Si lo ven Uds, que lo disfruten, pero no se dejen engañar.
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