"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 15 de noviembre de 2024

Sobre el valor como una de las virtudes humanas

No hace falta ser valiente para admirar la valentía, esa rara virtud.
Al hilo de mi post de ayer en Facebook, sobre el intento de los corifeos del poder de descalificar el valor como una subespecie de lo facha (sic. Ver abajo post de ayer):
En este vídeo del golpe de estado del 23 de febrero 1981, estábamos más cerca de la democracia que ahora. Paradójicamente, paradójicamente, pues era un golpe de estado a la democracia. En él podemos ver quién mantenía su valor con frialdad y quién no. Suárez, presidente del gobierno y Gutierrez Mellado, vicepresidente y ministro de defensa, se mantienen estoicamente en pie, sin ni siquiera un movimiento reflejo, mientras se disparan las balas que, por fortuna, no alcanzan a nadie. ¿Quién no recuerda esa escena? Suárez y Gutierrez fueron, en ese día de extrema tensión, los únicos valientes. 
Compárese esta imagen con la más reciente de Sánchez, atribulado, apenas consciente, porteado por sus guardaespaldas, huyendo de los indignados que se han que dado literalmente sin nada, y tienen familiares desaparecidos en la luctuosa inundación la noche anterior. 
En mis cuantiosas, pero errabundas lecturas, nunca he visto, de los clásicos a los modernos, un desprecio por la valentía. La estima del valor tuvo su cumbre, creo, en el Renacimiento, de la mano de todos los autores, pero sobre todo de Maquiavelo. Virtud solo se concebía entonces como proveniente del valor, sin el cual no había base alguna para una ética cívica. La libertad se defiende con el valor del héroe. 
Tenemos que ensalzar a los valientes (la base de las demás virtudes en los clásicos) porque son la última resistencia al atropello. Como dice Rafa Latorre, la imagen de Suárez impertérrito acompañará siempre su memoria; mientras que la del huidizo Sánchez le perseguirá allá donde vaya. En esos segundos ha mostrado de qué raro “stuff” está hecho. 
La sociedad que subestima el valor se suicida, porque solo se ha menospreciado en las grandes crisis. El ser humano tiene un resorte interior que le impulsa siempre a admirar el valor (sea del hombre o la mujer), y esa emoción primera siempre ha sido uno de los cementos que une los “ladrillos” de de una sociedad. 
(Post de ayer)
Un valiente artículo de Arturo Pérez Reverte, hablando de cómo los graves hechos de Paiporta, en que se vio a un Sánchez literalmente hundido, en shock, mientras el rey aguantaba sereno la furia de los afectados, los han convertido - los propagandistas del gobierno -, en un lema de increíble VILEZA: ser valiente es facha, es como admirar un “tricornio con bigote, con un copa de Coñac Soberano en la mano”, Antonio Muñoz Molina dixit (Por cierto, siendo éste compañero de Pérez Reverte en la RAE). Sí, en la RAE también se ha levantado el muro sanchista: en este mundo vivimos. No hay institución venerable que no lo esté. 👇👇👇háganse con el artículo de Pérez Reverte:

3 comentarios:

Joan dijo...

El valor (la "andreia" de los griegos) dejó de ocupar este lugar que se le quiere dar en este comentario al menos desde hace 2.400 años. En los diálogos de Platón ya no ocupa el centro de la virtud, ni es base de todas las demás. Platón, que le ha dedicado un diálogo específico (el Laques), postula algo así como una tesis que se halla bastante dispersa en varios diálogos (Menón, Gorgias, sobre todo Protágoras) basada en la "unidad de la virtud", lugar que nunca puede ocupar el valor por si solo. De hecho, si el valor no participa de otras virtudes, no tarda en deformarse. Un lugar, de hecho, más importante que el valor, pasa a ocupar en los diálogos platónicos la prudencia (la "sophrosyne" del Cármides, por ejemplo).

www.MiguelNavascues.com dijo...

Muchas gracias por información tan ilustrada

www.MiguelNavascues.com dijo...

De todas maneras el valor ha sido largo tiempo cotizado, en Roma, en la edad media (era el único oficio de los nobles), en el renacimiento (Maquiavelo)… entonces, los clérigos más altos, que también eran nobles, se pertrechaban e iban a la batalla con gran entusiasmo. No desdeñaban el riesgo, y la guerra era un penúltimo “recurso” para ascender, saquear, violar y quedar impune. Hasta bien entrado el XX seguíase limpiando la deshonra en duelos bien codificados. Esas cosas han cambiado mucho. Yo siento nostalgia, pues seguro que era una buen espectáculo al amanecer.