"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 7 de agosto de 2022

Pero ¿como va a haber recesión con el empleo creciendo y el paro bajando?

En EEUU no puede ser que haya recesión (como postulan Hugo Ferrer y Niko Garnier), cuando en julio hemos tenido un aumento de empleo y una caída de paro de 3,6% a 3,5%. 
Hay un indicador muy fiable, el Sahm indicador (que debe su nombre a ser  diseñado por Claudia Sahm), que dice que la recesión no ha comenzado hasta que la media móvil de la tasa de paro no supera el mínimo de los últimos 12 meses en al menos 0,5%.


(Las barras grises son períodos recesivos).
Lo que dice la FED de Saint Louis sobre el Sahm es: 

Sahm Recession Indicator signals the start of a recession when the three-month moving average of the national unemployment rate (U3) rises by 0.50 percentage points or more relative to its low during the previous 12 months. 

This indicator is based on "real-time" data, that is, the unemployment rate (and the recent history of unemployment rates) that were available in a given month. The BLS revises the unemployment rate each year at the beginning of January, when the December unemployment rate for the prior year is published. Revisions to the seasonal factors can affect estimates in recent years. Otherwise the unemployment rate does not revise.


Este indicador tiene una gran coincidencia con lo que dice el NBER (National Bureau of Economic Research) sobre el comienzo de las recesiones, lo que le da un cierto respaldo. Con la diferencia que el NBER se pronuncia con mucho retraso, mientras que el Sahm indicador es en tiempo real. En todo caso, el NBER tiene la última palabra. 
El caso es que los últimos datos del BLS (Bureau of Labor Statistics) nos dice que, en julio, se han creado más de 152 mil empleos, 



Y que la tasa de paro ha bajado del 3,6% a un asombroso 3,5% - ¡Lo que hace más lejana la posibilidad de que el Sahm indicator registre una recesión en agosto!
Por supuesto, hay otros indicadores que refutan la recesión hoy y ahora, que ya he citado AQUÍ
¿por qué insisto tanto? Porque muchas decisiones de inversión dependen de esto. Si en EEUU no hay dura recesión todavía, sino signos de lo contrario... en fin.

viernes, 5 de agosto de 2022

El misterioso TPI del BCE

Ante los conatos recientes de que algunas deudas nacionales, como la de Italia, no aguantaban los embates vendedores, subiendo la prima de riesgo frente a la deuda alemana, el BCE se ha inventado un nuevo instrumento, el 

Transmission Protection Instrument, o TPI

¿Qué es este instrumento nuevo en el Toolkit del BCE? Bueno, no está muy claro. El fin es apagar cualquier conato de desconfianza en la deuda de un país, que vería aumentar sus ventas y por ende el diferencial de interés con la deuda alemana, con el consiguiente riesgo de que el euro estalle. Es claro que el BCE había de hacer algo, pero según el Tratado de la Unión, ese algo no debe entrar en caso de que la razón de las ventas no sean de fundamentos, es decir, por desconfianza en la mala gestión fiscal del país, y no como mero movimiento especulativo para “poner a prueba” al BCE. 
¿Y cómo se distinguen ventas especulativas de ventas de fundamentos? 
Bueno, eso lo juzgará el Consejo en pleno del BCE... pero imagínense Italia reclamando que el BCE compre su deuda, y Alemania diciendo que es un caso de mala gestión fiscal (Italia tiene una deuda del 150% del PIB). Por cierto, las decisiones del Consejo son por unanimidad. 
¿Que pasaría? Pues seguramente el BCE acudiría a comprar la deuda italiana, simplemente porque el euro entraría en riesgo de estallar, y ese riesgo es enorme a lado de un poquito de liquidez añadida al sistema. Porque hay que reconocer el que el TPI supone una emisión (compra) de liquidez, y según sea el volumen, puede afectar a la fiabilidad de la política monetaria.
Por cierto, esa liquidez sería fruto de una redención de deuda poseída por el BCE, de otro país, por ejemplo Alemania, lo que sería irónico. Alemania se convertiría en salvadora de Italia a costa del prestigio del euro, pues habría un aumento de liquidez total. 
¿No iba a ser el Euro el Marco II, tan fuerte o más que la famosa divisa alemana? Pues ahí tienen un punto de debilidad, que Alemania aguantará hasta cierto límite. Ya ha expresado su desacuerdo.
Y por una vez, vale... ¿pero que pasaría si una y otra vez el BCE tiene que acudir al socorro de un determinado país? No se sabe. Las palabras de Lagarde a ese tipo de preguntas se limitaron a decir que el Consejo, por unanimidad, decidiría, cuándo intervenir, si el país lo merece, si vale la pena poner a un país ante sus malas gestiones a costa del euro, etc...
No hay nada claro todavía, más bien oscuridad, y referencias a la debilidad al que no ha sabido responder Lagarde. Lo ha dejado en una nebulosa. Yo no digo que no pueda funcionar, pero cuanto más se recurra a él, más evidentes serán las malas gestiones de deuda de muchos países. 
Repito:¿como se distingue un ataque por malos fundamentos a uno por pura especulación? Y, sobre todo, una vez establecido el toolkit, ¿no se convertiría en una incitación a la especulación? 
Puede seguir las palabras de Lagarde aquí. 

La gran potencia monetaria

En la Pandemia hemos podido comprobar la gran potencia movilizadora de recursos que supone el dinero, o su contrario, la desaparición de él. 
La primera reacción de la gente de los países afectados fue atesorar liquidez, para lo cual debían vender activos o retener un ahorro mayor de sus rentas. El PIB cayó a plomo, como se ve en el gráfico para EEUU.




Mientras la tasa de paro subía del 3,6% al 15% en poco tiempo. Obsérvese también que la puesta en marcha de la FED de una expansión monetaria comprando activos permitió que la reacción económica fuera fulgurante. 
El atesoramiento de liquidez es una reacción de pánico ante la incertidumbre, y su efecto inmediato es la caída de la velocidad de circulación del dinero, obviamente: el dinero se guarda, deja de circular, y, como se ve en la imagen, cae su velocidad de circulación. Se colapsa la demanda y cae el PIB. 
La Pandemia fue una experiencia especial, pues todo fue, como he dicho, fulgurante. 



La FED no espero mucho a garantizar que habría liquidez circulante, para disuadir al público que retuviera el dinero. No había problemas de inflación, dada la caída de la demanda. Lo importante era restablecer el equilibrio monetario, garantizar a la gente que se quedaba sin ingresos - La Pandemia fue un gran generador de paro - que recibiría una ayuda para seguir consumiendo, y se practicó el “Helicopter money”: enviar  a los necesitados un cheque que pagaba el Tesoro, descontado en la FED.
Como es claro en el gráfico, el PIB USA pronto recuperó su nivel previo a la pandemia (cosa que no ha hecho el español, por cierto, como pueden ver).



Por lo tanto, la economía va de cine, pero no tanto.
Volviendo al gráfico de arriba, la FED cometió un error. Prolongó demasiado su política monetaria expansiva, lo que albergó el despegue de la inflación. Ahora se ve obligada a subir los tipos de interés e interrumpir sus compras de activos para enfriar una economía sobrecalentada, la cual, por cierto, no está al borde de una gran recesión (véase mi post anterior).
El error de la FED se puede apreciar en el gráfico siguiente, donde reproduzco el PIB nominal y el real. Es claro que tras la pandemia a la FED se le fue el PIB nominal a causa de la inflación, mientras el PIB real empezaba a declinar. Aunque yo creo que el error fue a pachas con Joe Biden, que decretó una política fiscal deficitaria de hasta el 15% del PIB. Menudo panorama fiscal tiene EEUU (como se puede ver Aquí)



Culpas aparte, EEUU está entrando en una moderación de su crecimiento - no una recesión - como demuestran una serie de indicadores que no voy a repetir aquí. Véase mi post.
En cuanto a España, las alabanzas son estentóreas, pero es que no hay apenas periodismo crítico. A mi me sorprende que se diga que el año que viene vamos a crecer, lo que veo materialmente imposible si Putin mantiene la espita del gas, conque si la cierra...
Las estadísticas de empleo las han maquillado tanto que me pierdo. Entre los fijos discontinuos, y demás tomaduras de pelo, no sé realmente valorar la situación. Solo sé que estamos muy por debajo del PIB pre Pandemia, algo que debería ser alarmante, por todas las derivadas colaterales que conlleva, por ejemplo, la caída de la productividad. Y no me creo que en 2023 vayamos a crecer.
Resumiendo. Mi intención era demostrar que un Banco Central puede y debe actuar cuando la demanda de dinero se hace infinita y cae la velocidad de circulación. Ahora los bancos centrales lo tienen muy difícil, porque están en inflación/recesión, lo que pone a algunos, sobre todo el BCE, ante objetivos potencialmente antitéticos. (Reducir la inflación y a la vez controlar las primas de riesgo).

jueves, 4 de agosto de 2022

BCE también sube tipos... y más

La señora Lagarde, presidenta del BCE, ha anunciado una subida de tipos de 50pb, pero el interés estaba en otro sitio. Cómo defendía con uñas y dientes su nueva criatura, el TPI, supuesto instrumento para que las primas de riesgo no se disparen sin que eso afecte al objetivo de bajar la inflación.
Yo no lo entiendo, de verdad. Si la prima o diferencial de la rentabilidad de la deuda italiana - y no es ejemplo casual - se desmarca demasiado y desordenadamente de de la deuda alemana, el TPI permitirá comprar deuda italiana con los fondos proporcionados de la redención de otra deuda que tenga el BCE y venza en ese momento - que podría ser alemana. 
Aquí hay dos problemas implícitos. 1) es una subvención encubierta del BCE a Italia, y 2) que en momentos como estos antiinflacionistas es una inyección de liquidez. 
No vean cómo la pobre Lagarde se defiende panza arriba contra los insidiosos periodistas. Porque allí existe el periodista insidioso, especie extinguida aquí. Pero por muchas explicaciones de Lagarde, yo sigo sin entender el encaje del TPI en la política monetaria. Y mira que da explicaciones. ¿Explicaciones? Bueno, eso pretende. 

Otra pieza interesante es cuando pregunta alguien por el nuevo impuesto a la banca en España. Lagarde pasa la palabra a Luis de Guindos, vicepresidente, y sus palabras no tienen desperdicio en relación a este gobierno:

The second one, if I may, is the Spanish Government has announced a new tax on banks for windfall profits. They explain they do that because of the interest rate rise. I was wondering if you will eventually have an assessment, and you have an opinion, as you have in the past, because it happened before in other countries.I was wondering do you think it's actually a good answer for after it has been announced, or just because of what has been announced today here?

Lagarde: I think your second question will be addressed my colleague, the Vice-President de Guindos.

de Guindos: Good afternoon everyone. Well, it's very difficult to give an opinion when you do not know the concrete details of the tax. We do not know the characteristics. We do not know whether it will be a tax on profits, it will be a tax on assets. So that's the first thing that we have to say; we do not know the details, and so our opinion cannot be complete in that respect. What I can tell you is what has been our policy line in the past with respect to taxation of banks. If you look at our opinions in the past, they are quite clear. What they tried to make quite explicit is that the tax should not impair credit extension, credit growth, because this is important for economic activity. Second, that we should try to avoid any sort of tightening of financing conditions for households and corporates. Finally, that the tax should not damage the solvency of the banking industry. 

This has been always in the opinions that we have produced in the past. It has been always this kind of message to the governments. But I repeat again, we do not know the concrete characteristics and features of the Spanish tax that has been announced, as you have said, by the Spanish Government. And so in order to have a much more concrete and specific answer and response and opinion, we will have to wait a little bit. 

El gobierno español se ha ido de vacaciones sin decir ni MU a quien va dirigido el impuesto, (¿beneficios, Capital que, % es?), misterio.
Así que tenemos allá periodistas inquisitivos, y tenemos acá un gobierno que no tiene ruedas de prensa porque no le sale del whito. 
Lo único que se sabe es que se trata de hacer daño a la banca, cuando la banca en realidad ¡somos nosotros! Van a poner un impuesto que vamos a pagar todos. Eso seguro. 
¿Es esto socialdemocracia? O es simplemente tocar los webs al país, país que no se entera de nada porque no hay periodistas, periódicos, ni nada similar?, aparte de no interesarle una higa. 

Keynes según Lucas & Sargent

Traducción Google de David Glasner, en Uneasy Money. Lucas & Sargent:

Los economistas anteriores a la década de 1930 no reconocieron la necesidad de una rama especial de la economía, con sus propios postulados especiales, diseñada para explicar el ciclo económico. Keynes fundó esa subdisciplina, llamada macroeconomía, porque pensó que era imposible explicar las características de los ciclos económicos dentro de la disciplina impuesta por la teoría económica clásica, una disciplina impuesta por su insistencia en . . . dos postulados (a) que los mercados . . . Se vacían, y (b) que los agentes . . . actúan en su propio interés [optimizan]. El hecho sobresaliente que parecía imposible de conciliar con estos dos postulados era la duración y gravedad de las depresiones empresariales y el desempleo a gran escala que implicaban. . . . Después de liberarse de la camisa de fuerza (o disciplina) impuesta por los postulados clásicos, Keynes describió un modelo en el que las reglas generales, como la función de consumo y el programa de preferencia de liquidez, tomaron el lugar de las funciones de decisión que un economista clásico insistiría derivarse de la teoría de la elección. Y en lugar de exigir que los salarios y los precios estén determinados por el postulado de que los mercados se equilibran, lo que para el mercado laboral parecía contradecir patentemente la gravedad de las depresiones empresariales, Keynes tomó como un postulado no examinado que los salarios monetarios son "rígidos", lo que significa que se establecen en un nivel o por un proceso que podría considerarse no influenciado por las fuerzas macroeconómicas que él propuso analizar[1]. . . .

En los últimos años, el significado del término "equilibrio" ha experimentado un desarrollo tan espectacular que un teórico de la década de 1930 no lo reconocería. Ahora es rutinario describir una economía que sigue un proceso estocástico multivariado como "en equilibrio", lo que significa nada más que en cada punto en el tiempo, se satisfacen los postulados (a) y (b) anteriores. Este desarrollo, que surgió principalmente del trabajo de K. J. Arrow y G. Debreu, implica que simplemente observar cualquier serie de tiempo económica y concluir que es un "fenómeno de desequilibrio" es una observación sin sentido. De hecho, una conjetura más probable, sobre la base del trabajo reciente de Hugo Sonnenschein, es que la hipótesis general de que una colección de series temporales describe una economía en equilibrio competitivo carece de contenido. 

Glasner: Lucas y Sargent son culpables de al menos dos tergiversaciones en este párrafo. Primero, Keynes no “fundó” la macroeconomía, aunque ciertamente influyó decisivamente en su desarrollo. Keynes usó el término “macroeconomía” y su trabajo, aunque crucial, se basó explícitamente en trabajos anteriores de Marshall, Wicksell, Fisher, Pigou, Hawtrey y Robertson, entre otros. Véase Laidler (1999). En segundo lugar, habiendo negado explícitamente y argumentado extensamente que sus resultados no dependían del supuesto de salarios rígidos, Keynes ciertamente nunca introdujo el supuesto de salarios rígidos. Ver Leijonhufvud (1968).

El Banco de Inglaterra sube tipos 50 pb

El Banco de Inglaterra (BoI) ha subido tipos, 50 pb, hasta el 1,75 para sus operaciones de intervención en el interbancario. Esto eleva los costes de financiación, especialmente hipotecas. El BoI no se ha mordido la lengua al anunciar que la inflación seguirá subiendo hasta el 13%, y que RU entrará en una profunda y prolongada recesión de cinco trimestres. Las palabras del gobernador han hecho caer la libra.

miércoles, 3 de agosto de 2022

¿Es tan evidente la recesión USA? Not yet

EEUU ha sufrido dos trimestres seguidos (ultimo de 2021 y primero de 2022) de caída del PIB, lo que vulgarmente se identifica como recesión. Esto no es del todo correcto, primero porque las recesiones las define el NBER, con muchos otros datos que el PIB; y segundo, porque el PIB original se ve sometido a una serie de revisiones al cabo del tiempo que muy bien puede pasar que un trimestre contractivo se convierta en uno de crecimiento positivo. La regla de los dos trimestres contractivos = a recesión es práctica, pero incierta. 
Además hay una serie de datos que ponen en duda dicha recesión, aunque no la desmienten del todo, pero sí marcan cuestiones que podrían negar definitivamente que EEUU esté en recesión. 
Primero, tenemos que el PIB calculado por la suma de rentas, en vez del usual camino de la suma de la producción, una imagen muy distinta, de fuerte crecimiento en ambos trimestres.





Teóricamente, ambas mediciones deberían coincidir, pero estos fallos de contabilidad son normales. Hay incontables problemas técnicos y de valoración que hacen imposible la coincidencia. Ahora bien, ¿a qué medida hacemos caso?
Como dice MoneyandBanking

la brecha entre ellos, la discrepancia estadística, puede ser grande. De hecho, la última lectura de GDI, para el primer trimestre de 2022, mostró un aumento del 1,8% a una tasa anual ajustada estacionalmente, lo que lo deja un notable 3,4% por encima del PIB. El GDI del segundo trimestre se conocerá por primera vez el 25 de agosto. A menos que la estimación del GDI del primer trimestre se revise sustancialmente a la baja, ya sabemos que no habrá dos trimestres consecutivos de caída del GDI, lo que arroja dudas sobre la señal del PIB.

Segundo, disponemos de la estimación del PIB mensual, construido con datos que forma más parte del PIB trimestral pero que al ser mensuales nos permiten un anticipo de por dónde puede ir el PIB, aunque no siempre acierte. Se llama el GDPnow, y adelanta el PIB un trimestre sobre el último estimado.





Como se ve, el GDPnow registra una caída en el segundo trimestre, pero una remontada en el tercero, lo que desmentiría la regla de dos trimestres contractivos = recesión (por lo menos hasta que salga el dato oficial).

Tercero, el mercado de trabajo no refleja una imagen de caída de la demanda de empleo en junio, mientras que la tasa de paro se mantiene en un envidiable 3,6%. Esto, según M&B, 

De hecho, si nos viésemos obligados a seleccionar una sola medida para identificar el comienzo de una recesión, no sería el PIB real. El índice de Sahm en tiempo real es la mejor opción: identifica el comienzo de una recesión como el mes en el que el promedio móvil de tres meses de la tasa de desempleo aumenta al menos 0,5 puntos porcentuales por encima de su mínimo de 12 meses. Sin duda, la tasa de desempleo es un indicador rezagado, no adelantado. Sin embargo, las tasas de desempleo se informan poco después del final de cada mes, y las revisiones son infrecuentes y pequeñas. En parte como resultado, desde 1960, el índice Sahm en tiempo real no solo ha seleccionado cada recesión NBER, sino que generalmente lo ha hecho al principio de la recesión (en promedio, dentro de los cuatro meses posteriores al inicio). También ha proporcionado cero señales falsas: es decir, no ha habido “alertas rojas de Sahm” sin recesión.

Hoy, el índice Sahm no muestra ninguna advertencia de recesión: el promedio móvil de tres meses de la tasa de desempleo de EE. UU. es igual a su mínimo de 12 meses del 3,6%. Para tener una idea de qué tan lejos estamos de cumplir con esta prueba, considere que la tasa de desempleo tendría que subir al 4,1 % y permanecer allí (o subir más) durante tres meses consecutivos durante el próximo año para que el indicador Sahm señale una recesión. 

Aparte de eso, el empleo sigue creciendo, garantizando una tasa de paro del 3,6%





En suma, EEUU no parece que se esté despeñando en una aguda recesión, al menos mucha gente, como Krugman, Frenkel y otros lo ponen en duda. 

MoneyandBanking

martes, 2 de agosto de 2022

Pactos de la Moncloa

La inflación es un fenómeno que se puede calificar de manifestación de “Lucha de clases”. O, al menos, de grupos sociales que luchan unos contra otros para conservar su renta real trasvasando a los demás la inflación. Si tienes poder de mercado, intentarás subir tu renta tanto o más que la inflación para mantenerte a flote. Si el Banco emisor alimenta ese proceso con más y más liquidez, La inflación subirá sin limite. 
En 1977 España estaba en plena Transición del Franquismo a la Monarquía Constitucional, y aparte de despistes políticos y vacíos de poder, lógicos, la Economía no iba bien. Sobre todo porque la inflación, como se ve, había alcanzado casi el 30% anual, reflejo de la subida del precio del crudo arabe en respuesta a la guerra del Yon Kippur, entre Israel Egipto y Siria. 




Eso quiere decir, en primer lugar, que el Banco de España no tenía fuerza política suficiente para imponer una subida de tipos de interés que hubiera descuadrado la endeblez de la economía. Todo el mundo se hubiera echado a la calle, ¡como se echaron para protestar por la inflación! Sin embargo, sí que subió los tipos al 30%




El Banco sabía lo que había que hacer, pero en las calles se vivía una ebullición dislocada, con ETA matando mucho más que durante el franquismo (más del 90% de sus víctimas fueron postfranquistas), los separatistas enseñando sus oscuras intenciones, y por encima de todo eso un PSOE declarado marxista y poniendo en cuestión la Monarquía cuando le venía bien. Gobernaba Adolfo Suárez, sin mucho poder real, pues su partido era una ficción de desavenencias serias. Una sociedad mal asentada.
En fin, nadie tenia la fuerza suficiente para gobernar sin ser ninguneado. Entonces, Fuentes Quintana (supongo que en consultas con El Banco de España y otras instituciones), ministro de economía, tuvo la idea de convocar a las fuerzas políticas y sociales (sindicatos) para firmar solemnemente “Los Pactos de la Moncloa”, que consistieron básicamente en una cesión de todos, asalariados y empresarios, sindicatos y partidos, para que rebajaran o enfriaran sus reivindicaciones monetarias y con ello reducir la inflación. Los grupos políticos y sindicales respondieron bien, y la operación tuvo éxito. La inflación bajó, no muy rápidamente, pero bajó - pese a que hubo otro repunte del petróleo. El BdE pudo bajar los tipos de interés de descuento (ver gráfico).
Si rescato esto de la memoria histórica es para comparar las circunstancias y cuestionarme si hoy esto sería posible. 
Estamos en una situación con muchos puntos en común. Una inflación desbocada, que podría ser más alta si cada asalariado consiguiera repercutir en su renta el poder adquisitivo perdido. Una causa de la inflación lejos de nuestro control, pues el impulso inicial viene de los mercados mundiales; o mejor, de los monopolios mundiales. Un pasado monetario expansivo debido a la pandemia, aunque los Bancos Centrales se pasaron al prolongar demasiado la expansión monetaria... 
En aquel entonces, EEUU nombró a Volcker presidente de la FED, con el objetivo marcado de bajar la inflación. Volcker cumplió, bajo la inflación, pero a un coste tremendo para la producción y el empleo, coste que se pagó durante varios años con altas tasas de paro. Ver gráfico 



¿Qué  hubiera pasado aquí si el Banco de España hubiera seguido el ejemplo de Volcker? Seguramente la Transición se hubiera ido al garete. Fuentes Quintana hizo bien en convocar los Pactos de la Moncloa; gracias a ellos se logró algo que no se hubiera conseguido con la imposición de control o topes a precio y salarios, que Nixon intentó y fue un fracaso rotundo. 
Vuelvo a la pregunta: ¿podría pensarse hoy una convocatoria similar de la sociedad fuerzas políticas y sociales?
Permítanme mi escepticismo. No creo que haya voluntad política, y si la hubiera no veo que los políticos estén bien asesorados por “cabezas pensantes”, con las excepciones que se quieran. El fin de los políticos es el “y tú más”, a un nivel que raya la puerilidad. La disgregación territorial es un impedimento que no lo fue en los Pactos la Moncloa, en los que participaron partidos nacionalistas. Las fechas electorales mandan, entonces no. 
A nivel nacional lo veo imposible. A nivel europeo, no sé. Tampoco es que no haya discrepancias evidentes.
¿Ven como siempre hay cuestiones geopolíticas para interferir en la economía? En esas ocasiones las soluciones son heterodoxas, “fuera de mercado”, pero tampoco en EEUU, “dentro de mercado”, funcionaron muy bien. En España la situación era límite, con rumores de golpe de estado que luego se cumplieron. Había que intentarlo. 

sábado, 30 de julio de 2022

La política fiscal de Biden

Biden, si no corrige su trayectoria, será un presidente nefasto para EEUU. Cuando no lo necesitaba, decretó un presupuesto de 1,9 billones para crear empleo. No sólo no lo ha conseguido, sino que el déficit público federal ha llegado al 15% del PIB.




Esto implica futuros impuestos, sí o sí, para reducir tamaña locura. La deuda total ha llegado a sobrepasar el 120% del PIB.



Luego, cuando más lo va a necesitar la economía, que está entrando en recesión por la subida de tipos de interés de la FED, el gobierno federal le va a quitar a la economía lo que supuestamente le había regalado. 

La verdad es que el empleo ha subido después de la pandemia, como se ve en la imagen, pero no se puede achacar a la política fiscal teniendo en cuenta 



La política monetaria súper expansiva de la FED, comprando deuda, como se ve en la expansión de su Base monetaria.


La verdad es que una política fiscal no crea demandaba si no está monetizada: si no la compra el banco central. (Keynes nunca dijo que la política monetaria era inane). Recientemente, Powell ha empezado a reducir la deuda comprada para apoyar su política anti inflacionista, lo que va a añadir dificultades. 
Pero lo peor es la subida de impuestos que, ineludiblemente, se avecina.

La paradoja entre el PIB y el CO2

Biørn Lomborg nos ofrece el dilema acuciante entre bienestar creciente y contaminación de CO2. El avance del PIB per capita es una medida de riqueza alcanzada, que conlleva más recursos para atender a los necesitados. Pero, a la vez, el conseguir más PIB implica emitir más CO2 e intensificar el problema del calentamiento. (Aquí se me ocurre una pregunta: ¿a que velocidad?) 
Sobre el dilema, Lomborg tiene cosas que decir:

El crecimiento económico implica una reducción drástica de la pobreza, pero al mismo tiempo potencia problemas medioambientales como el calentamiento global. Sin embargo, hay otros aspectos en los que el aumento del PIB alivia los problemas medioambientales, porque la pobreza constituye con frecuencia la mayor causa de contaminación. Uno de los problemas medioambientales más mortíferos de hoy es la contaminación del aire en espacios interiores, producida casi en su totalidad porque los 2.800 millones de personas más pobres del mundo se ven obligados a cocinar y calentar sus hogares quemando combustibles sucios, como madera, estiércol y cartón. Respirar esta contaminación dañina es como fumar dos paquetes de cigarrillos al día, y las mujeres y los niños son los grupos más afectados. Cuando la población sale de la pobreza, recurre al empleo de combustibles más limpios, como el gas o la electricidad. Desde 1990, el riesgo de muerte por contaminación del aire en espacios interiores ha descendido un 58%, debido sobre todo al aumento del PIB por persona en el mundo en vías de desarrollo. El mayor asesino ambiental, la contaminación del aire exterior interior, crece en un primer momento según aumentan los ingresos, pero después empieza a disminuir a medida que los individuos adquieren más riqueza. Dicho en pocas palabras, cuando se cubren las necesidades básicas o más inmediatas, como el hambre y las enfermedades infecciosas, la población empieza a reclamar más regulaciones medioambientales. 
La deforestación sigue el mismo patrón. La deforestación más intensa se da en los países pobres, porque tienen la necesidad imperiosa de alcanzar un desarrollo mayor, pero a medida que esas regiones adquieren más riqueza, aumenta la probabilidad de que emprendan reforestaciones, en parte porque los ciudadanos demandan cada vez más biodiversidad y naturaleza. 
Todo esto quiere decir que no hay que dar por hecho que el aumento del PIB conlleve tan solo una incidencia negativa para el planeta. Un PIB más elevado no solo implica mejores resultados sociales y económicos, sino también, la mayoría de las veces, mejores resultados ambientales. Pero ¿el dinero hace la felicidad? Muchas personas no lo creen así. De acuerdo con la sabiduría popular, el dinero puede resolver los problemas de los más pobres, pero, a partir de cierto nivel de ingresos, tener más dinero no depara mayor satisfacción. Pues bien, resulta que la sabiduría popular está equivocada.

He querido aquí enfrentar estas dos fuentes de problemas para que se tome conciencia de que no es nada fácil tomar decisiones acertadas. Al revés, lo normal es tomar decisiones precipitadas que suelen incidir en represión del PIB y una serie de medidas alocadas, como poner muchos molinillos, que no resuelven el problema de CO2 y a veces lo aumentan. Lomborg no es partidario de despreciar el PIB por las razones que aduce, pero es partidario de tomar medidas eficientes para que las emisiones de CO2 vayan bajando, aunque no en ocho años a cómo pretenden los políticos (Biden prometió acabar con la energía fósil en cuanto pisará La Casa Blanca).
No podemos reducir el nivel alcanzado de bienestar sin trágicas consecuencias, sobre todo para los más pobres. Debemos seguir avanzando en PIB per capita, entre otras cosas porque incluye el avance tecnológico que es él quena nos garantizará una producción cada vez más limpia. 
Sin crecimiento per capita no hay avance tecnológico, y sin éste el calentamiento será cada vez mayor. 
(Es más, no es imposible pensar que el propio desarrollo traiga las tecnologías que acaben con el CO2. Lo que pasa es que aquí sigo simplemente el razonamiento de Lomborg.)
En otro articulo, entraremos en más detalle sobre CO2 versus PIB. 

jueves, 28 de julio de 2022

¿Por qué un 0,75% de la FED?

La FED ha hecho un movimiento inesperado subiendo sus tipos básicos - del mercado interbancario en el que interviene para mantener su tipo oficial - al 2,25% 2,50%. ¿Por qué?
Aquí ofrezco el párrafo de la declaración oficial de Powell donde explica su decisión.

Desde el punto de vista de nuestro mandato del Congreso de promover el máximo empleo y la estabilidad de precios, el panorama actual es evidente: el mercado laboral es extremadamente ajustado y la inflación es demasiado alta. En este contexto, hoy el FOMC elevó su tasa de interés de política en 3/4 de punto porcentual y anticipa que los aumentos continuos en el rango objetivo para la tasa de fondos federales serán apropiados. Además, continuamos el proceso de reducción significativa del tamaño de nuestro balance, y tendré más que decir sobre las acciones de política monetaria de hoy después de revisar brevemente la evolución económica.
Los indicadores recientes de gasto y producción se han suavizado. El crecimiento del gasto de los consumidores se ha desacelerado significativamente, en parte como reflejo de un ingreso disponible real más bajo y de condiciones financieras más estrictas. La actividad en el sector de la vivienda se ha debilitado, en parte debido al aumento de las tasas hipotecarias. Y tras un fuerte aumento en el primer trimestre, la inversión fija empresarial también parece haber disminuido en el segundo trimestre.
A pesar de estos acontecimientos, el mercado laboral se ha mantenido extremadamente ajustado, con una tasa de desempleo cercana a su nivel más bajo en 50 años, puestos vacantes cerca de máximos históricos y un crecimiento salarial elevado. Durante los últimos tres meses, el empleo aumentó en un promedio de 375.000 puestos de trabajo por mes, por debajo del ritmo promedio observado a principios de año, pero sigue siendo sólido.

miércoles, 27 de julio de 2022

Mentiras que, parece mentira, se creen


Del Libro de Biørn Lomborg, extraigo estas líneas impagables

La fijación de plazos temporales artificiales para captar más atención es una de las tácticas más comunes de los activistas del cambio climático: si no actuamos para este o ese día, el planeta estará condenado. En 2019, el príncipe Carlos de Inglaterra anunció que solo nos quedaban dieciocho meses para resolver el cambio climático o ya sería demasiado tarde. Pero aquel no fue su primera tentativa para establecer un plazo. Diez años antes declaró ante una audiencia que «había calculado que solo nos quedan 96 meses para salvar el mundo». 
En 2006, Al Gore estimó que si no se tomaban medidas drásticas para reducir los gases de efecto invernadero en un plazo de diez años, el mundo llegaría a un punto de no retorno. Pero podemos remontarnos aún más atrás. 
En 1989, el director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente declaró que solo teníamos tres años para «ganar –o perder– la batalla climática». La ONU resumió el desafío así: «Todos sabemos que el mundo se enfrenta a una amenaza posiblemente más catastrófica que ninguna otra en la historia de la humanidad: el cambio climático y el calentamiento global». ¿En serio? ¿Más catastrófica que un conflicto nuclear planetario? ¿Más catastrófica que los cien millones de muertos que se cobraron las dos guerras mundiales del siglo xx? ¿Y más catastrófica que la tuberculosis, que en los últimos doscientos años ha matado a unos mil millones de personas? 
Casi una década antes, en 1982, la ONU pronosticó para el año 2000 «una devastación planetaria tan absoluta e irreversible como un holocausto nuclear» debido al cambio climático y a otros problemas, como la destrucción de la capa de ozono, la lluvia ácida y la desertificación. Y antes de eso, todavía en el siglo pasado, el cambio climático se convirtió en motivo
 podemos remontarnos aún más atrás. En 1989, el director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente declaró que solo teníamos tres años para «ganar –o perder– la batalla climática». La ONU resumió el desafío así: «Todos sabemos que el mundo se enfrenta a una amenaza posiblemente más catastrófica que ninguna otra en la historia de la humanidad: el cambio climático y el calentamiento global». ¿En serio? ¿Más catastrófica que un conflicto nuclear planetario? ¿Más catastrófica que los cien millones de muertos que se cobraron las dos guerras mundiales del siglo xx? ¿Y más catastrófica que la tuberculosis, que en los últimos doscientos años ha matado a unos mil millones de personas? Casi una década antes, en 1982, la ONU pronosticó para el año 2000 «una devastación planetaria tan absoluta e irreversible como un holocausto nuclear» debido al cambio climático y a otros problemas, como la destrucción de la capa de ozono, la lluvia ácida y la desertificación. 
Y antes de eso, todavía en el siglo pasado, el cambio climático se convirtió en motivo de preocupación, aunque por una razón muy diferente. En la década de 1970, cuando la investigación del calentamiento global imperaba entre la comunidad científica, varios investigadores de alto nivel infundieron el temor de que se avecinaba una edad de hielo «catastrófica». Science News publicó una portada en 1975 que mostraba glaciares en el horizonte de la ciudad de Nueva York. La revista Time publicó el artículo «¿Otra Edad de Hielo?» en 1974 diciendo que «por todas partes hay signos» del enfriamiento, y que «los efectos podrían ser de una gravedad extrema, cuando no catastrófica». Incluso aunque no se produjera una glaciación, sostenía el artículo, un pequeño descenso de las temperaturas ya provocaría una pérdida de cosechas que tornaría insostenible la vida humana.57 El hecho de que el enfriamiento del planeta nos haya inquietado tanto como su calentamiento no significa que no deba preocuparnos ninguno de los dos. La cuestión es que a los medios de comunicación les gusta augurar catástrofes inminentes, sobre todo si vienen acompañadas de una fecha concreta. Y hay algo en la psicología humana que nos insta a creer en ellas. Uno de los ejemplos más llamativos de esta inclinación apocalíptica se produjo en 1968, cuando un grupo de académicos, funcionarios e industriales se reunió en Roma para hablar de los problemas aparentemente irresolubles del mundo moderno. Era una época pesimista: el tecnooptimismo de las décadas de 1950 y 1960 había dado paso a la preocupación por gran variedad de cuestiones, desde geopolíticas (la guerra de Vietnam) hasta sociales (la «rebelión de la juventud») y económicas (el desempleo y la estanflación). Newsweek resumió los ánimos con una portada que mostraba a un confuso Tío Sam mirando el interior de una cornucopia vacía junto a las palabras «Running Out of Everything» (algo así como «Acabando con todo»). El mismo año en que se formó este «Club de Roma», el gran éxito de ventas The Population Bomb advirtió que la humanidad se estaba reproduciendo como conejos y engullía todos los recursos que encontraba, con lo que estaba abocando a la especie a quedar condenada «al olvido».58 Con este telón de fondo, el Club de Roma decidió «hacer más visible la situación de la humanidad, más fácil de entender», tal como recordaría más tarde uno de sus miembros. Aquel equipo de pensadores estaba convencido de que el conjunto de la humanidad estaba condenado porque demasiada gente consumía demasiado y estábamos a punto de acabar con nosotros mismos y con el planeta por culpa de la superpoblación, el consumo y la contaminación. La única esperanza consistía en detener el crecimiento económico, reducir el consumo, reciclar, obligar a la población a tener menos hijos y «estabilizar» la sociedad en un nivel bastante más pobre.El club elaboró un informe titulado The Limits to Growth (‘Los límites del crecimiento’), cuya repercusión llegó hasta revistas como Time y Playboy, donde apareció comentado por analistas, y que usaron en su provecho los defensores de un cambio radical. 

Leer esto es una lección de humildad para la especie humana. Para empezar ¿dónde está su memoria histórica? Lo de la lluvia ácida lo recuerdo ahora, pero el machaque fue de meses y meses, años y años. 
Si nos creemos esto, ¿qué no? Y decimos que creemos en la democracia. Menos mal que nos queda la definición (no recuerdo de quién) “el peor régimen exceptuando todos los demás”. La gente no tiene ni idea de lo que piensa, ni lo que piensan los demás, y vota con los pies, por no decir otra cosa. Todos los personajes citados arriba son bien conocidos. ¿Dónde están ahora? ¿Qué piensan de sus fracasos predictivos? ¿Sentirán algo de vergüenza? O el príncipe Carlos se dejó “subvencionar”, (como por Porcelanosa), para decir eso?
La propaganda en favor de estos locos es lucrativa para todos. Los Media venden, pagan sobornos, hasta la mujer del tiempo dice eso de “no cabe duda, es el cambio climático”, etc.
Al final conseguirán acabar con el mundo por una catástrofe causada por ellos mismos. No estamos lejos. 

Mientras tanto...

Mientras esperamos pasivamente que nos roben las fuentes de energía disponibles y nos den el cambiazo por otras subvencionadas y sin capacidad de generar nada, el BCE - Dios le bendiga - ha contraído la oferta monetaria cuando países como Alemania están YA en recesión. 
Esto se debe al empeño que tienen que en cuestiones de inflación son los amos. Pero resulta que esta inflación inflación se puede comparar a un impuestazo sobre la actividad económica, el consumo y la inversión, algo que contrae la demanda imperativamente. En otras palabras, la política de contracción de la demanda ya la estaba haciendo Putin, con sus progresivos cortes de energía, y ahora va el BCE y le añade un nuevo impuesto. 
Por cierto, en España el gobierno aporta su granito de arena aumentando los gastos fiscales - Es decir, futuros impuestos - con gran alegría.
Vamos hacia una recesión apoteósica, por mucho optimismo que gaste el gobierno. Los organismos internacionales no hacen más que reducir sus perspectivas para 2023. El impacto de la escasez de gas es representada por el FMI en un gráfico, no muy comprensible, porque no entendemos bien la diferencia entre mercado integrado y mercado fragmentado. Creo que es más realista suponer que el mercado estará fragmentado.



En todo caso, la mordida en % de PIB es importante en algunos países. Parece que en España no.
Lo que tenían que hacer mientras dure la guerra es suspender la Agenda 20-30 y usar a manos llenas 



Para que nuestros hijos no pasen hambre y frío y Puedan ir a la escuela.



martes, 26 de julio de 2022

A la espera de la agenda 20-30

De aquí a 2030 quedan ocho años. En esos años se supone oficialmente que habrá cero emisiones de carbón. Pocos como para que seamos capaces de descubrir unas fuentes de energía igual de potentes que las actuales, que llevan poco más o menos cien años sin poder ser sustituidas. Parece harto osado. Nos hubiera gustado descubrir una alternativa al petróleo en la década 1970-80, 60 años hace, cuando la gran crisis del petróleo. No se pudo. Por eso me parece imposible que antes de ocho años hayamos encontrado, como dice Biørn Lomborg, una energía tan potente. No ha más barata, sería mucho pedir, pero en fin, no mucho más cara. De momento las energías llamadas “limpias” tienen un coste altísimo, aparte de desconocido, porque la transparencia sobres este dato escasea.
El proyecto 20-30 es una utopía que, como dice Lomborg, invita a hacer las cosas mal, ofuscadamente, chapuceramente. No se puede prescindir del petróleo antes de haber encontrado otra cosa. Otra cosa igual de potente, con mercado mundial, y asequible. Y menos mal que el Gas Natural, que produce CO2, se le considera “verde”, aunque ahora su mercado está al arbitrio de Putin. 
Y basta ya de propaganda histérica que capta la imaginación de los jóvenes y les invita a dejarlo todo. “¿Papi, cuando vais a acabar con el calentamiento?”
Hay niños que dejan de ir al colegio porque les han dicho que van a morir irremediablemente en 2030, por el calentamiento. ¿Para qué estudiar? No se puede histerizar a la población con teorías simples o estúpidas, y hacerles creer que los molinillos o los paneles solares les va a dar la misma energía que la de ahora. 
No hay sustitutos hoy. El mundo no se va acabar por el calentamiento. Hay tiempo para acabar con el CO2, pero hay que seguir dejando que se use porque hay países pobres que se hundirían en el hambre y la miseria, en la falta de medicinas y de atenciones a los más débiles. No seamos tan tontos como para perder las grandes zonas del planeta que han acabado con el hambre. Y no habría hambre en el mundo, si no fuera porque Greenpeace no permite usar insecticidas para acabar con la malaria en África. 
Nunca se sabrá el mal que han hecho los políticos y los científicos sin escrúpulos que han difundido noticias alarmantes poco fundadas. Todos se irán a sus casas pensando que gracias a ellos se acabó con el CO2 y el calentamiento. Es más probable que acaben con la vida que conocemos en este planeta, y que desencadenen hambrunas y falta de abastecimiento. ¿Habrá alguien capaz de corregir a tiempo tanto desafuero? Es difícil. Se ha avanzado mucho en el camino del error. Mucha gente con poder está impaciente por imponer sus simplonas ideas. Han engatusado a muchos que les creen y les siguen, o se ponen a la cabeza del movimiento. Sin embargo, no está entre las preocupaciones de la gente corriente, la que se va a encontrar con los supermercados vacíos en pocos años. Ocho años decisivos. 
¿Cuanto tiempo cuesta la plena funcionalidad de una nueva tecnología que sustituya a la sociedad actuales fuentes energéticas? Según Rafael Manzano,

Para que una tecnología esté operativa hacen falta muchos años, puede que 30 o 40, y la salida ya se está viendo que solo puede ser tecnológica, no política. Cuando hablamos de tecnología (la implantación masiva de una tecnología es un hecho más económico que técnico) no hablamos sólo de ciencia, técnica o ingeniería, hablamos de números de explotación financiera, contable y comercial comercial y si o vamos por ahí no triunfarán. Además, sospecho que si el problema es tan acuciante como quieren hacer ver, se tendría que producir un inmenso plan marshall dirigido a transferir la tecnología de producción de energía a los países en desarrollo a cambio de que ellos dejasen las tecnologías antiguas, lo que, dada la situación geoestratégica internaciónal es muy difícil que se produzca.

lunes, 25 de julio de 2022

Biøn Lomborg



Más sobre Biørn Lomborg, el ecologista escéptico, de su libro “Falsa alarma”. Lomborg cree en el calentamiento producido por las emisiones de CO2. Lo que le diferencia de los demás es que no es un histérico de los quieren soluciones ya. Sabe que la transición a energías limpias no será en pocos años, y que si se hace con prisas empobreceremos a los ya pobres de la Tierra. Sus palabras, tomadas del libro citado:

Cuando los activistas del clima exigen una reducción inmediata y drástica del dióxido de carbono que se emite en todo el mundo, en el fondo están defendiendo algo equivalente a un límite de velocidad de cinco kilómetros por hora. Es una reivindicación ridícula, al menos para cualquiera que tenga que ir a trabajar en coche cada mañana. En segundo lugar, hay que buscar soluciones más inteligentes para el cambio climático. Los mejores especialistas en economía del clima coinciden en que la mejor forma de combatir sus efectos negativos es invertir en innovación ecológica. Deberíamos innovar en las tecnologías del mañana en lugar de montar los ineficientes aerogeneradores y paneles solares de hoy. Deberíamos estudiar la fusión, la fisión, sistemas de hidrólisis, etcétera. Podemos investigar sobre algas cultivadas en la superficie del océano para producir petróleo. Como estas algas convierten la luz solar y el dióxido de carbono en petróleo, la quema de ese petróleo no liberará nuevas cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. La producción de biopetróleo con algas dista mucho de ser rentable en la actualidad, pero la investigación de esta y muchas otras soluciones no solo es barata, sino que además nos ofrece la mejor oportunidad para desarrollar verdaderas tecnologías de vanguardia.28 Si innovamos para que el precio de la energía verde sea inferior al de los combustibles fósiles, todo el mundo se unirá al cambio, no solo los países ricos, sino también China e India. Los modelos revelan que cada dólar invertido en investigación y desarrollo (I+D) en energía verde ahorrará 11 dólares en daños climáticos. Esto será cientos de veces más efectivo que las políticas climáticas actuales.
Dar con los avances que propulsarán el mundo durante lo que resta de siglo xxi podría llevarnos una década o cuatro. Pero lo que sabemos con seguridad es que no resolveremos el problema con más promesas hueras e inversiones ineficientes. Hay que dar rienda suelta a la innovación. Por desgracia, en la actualidad no lo estamos haciendo. Aunque en principio todo el mundo está de acuerdo en que deberíamos gastar mucho más en I+D, la fracción del PIB de los países ricos destinada de verdad a I+D se ha reducido a la mitad desde la década de 1980. ¿Por qué? Porque la instalación de paneles solares ineficientes queda muy bien en las fotos y transmite la impresión de que se está haciendo algo, pero los réditos de financiar a cerebritos son más difíciles de ver. Este es otro de los costes del alarmismo machacón. Como estamos tan empeñados en actuar ahora mismo, aunque tenga una repercusión casi insignificante, dejamos de lado los avances tecnológicos que a largo plazo podrían permitir a la humanidad dejar de depender de los combustibles fósiles. En tercer lugar, debemos adaptarnos a los cambios. La buena noticia es que lo hemos hecho durante siglos, en épocas en las que éramos mucho más pobres y menos avanzados en tecnología. Sin duda lo haremos también en el futuro. Consideremos, por ejemplo, la agricultura. Con el aumento de las temperaturas es posible que algunas variedades de trigo produzcan menos. Pero entonces plantaremos otras variedades u otros cultivos, y se producirá más trigo en regiones más septentrionales. No nos saldrá gratis, pero reducirá considerablemente los costes del cambio climático. Los seres humanos hemos demostrado ser maestros fabulosos de la adaptación. Ahí está Bangladés, que ha reducido enormemente el número de víctimas por ciclones tropicales desde la década de 1970 invirtiendo en inteligentes medidas para la gestión de catástrofes y en mejores normativas de edificación; o la ciudad de Nueva York, que aprendió con el ciclón tropical Sandy e introdujo una serie de medidas sencillas, como compuertas de contención de agua para evitar la inundación de la red de metro en caso de grandes tormentas. En cuarto lugar, debería investigarse más en geoingeniería con el fin de emular los procesos naturales para reducir la temperatura de la Tierra. Cuando el volcán Pinatubo entró en erupción en 1991, inyectó en la atmósfera unos quince millones de toneladas de dióxido de azufre y formó una ligera bruma que se extendió por todo el planeta. Esta neblina reflejó la luz solar incidente hacia el exterior, lo que enfrió la superficie de la Tierra en torno a medio grado centígrado de media a lo largo de dieciocho meses.
Debemos ser conscientes de que cuando los paquetes de ayuda exterior se supeditan a la exigencia de que el mundo en vías de desarrollo se alinee con las prioridades climáticas de los países ricos, se está imponiendo una especie de imperialismo. No se escuchan los deseos de la ciudadanía de esos países y se ponen en riesgo las posibilidades que tienen para eliminar la pobreza entre su población en aras de las preocupaciones de los países poderosos. No solo es algo nefasto, también es muy poco ético.
Deberíamos recibir con más escepticismo la información que nos llega sobre el cambio climático a través de los medios de masas. Casi todos los días nos cuentan algo nuevo sobre la subida de las temperaturas y sobre los daños extremos que causará el cambio climático. Una vez más, los medios de comunicación salen ganando si transmiten la versión más alarmista posible de la historia del cambio climático: eso vende más periódicos y genera más visitas. Nadie se detiene a mirar un enlace titulado «La vida del futuro será muy similar a la de ahora, pero tal vez plantee más desafíos en ciertos aspectos». Así que, en lugar de eso, leemos, tal como reza un titular del New York Post, «El cambio climático podría acabar con la civilización humana en 2050: Informe». Es muy improbable que la periodista que escribió el artículo o la persona que ideó el impactante titular tuviera la intención deliberada y artera de engañar a sus lectores. Pero no hay duda de que ese titular se concibió para conseguir más lectores. Y es evidente que sus creadores no leyeron ni analizaron en su totalidad el estudio sobre el que informan, y mucho menos aún que lo contrastaran con la ciencia más sólida sobre esta materia. El estudio real de 2019 en el que se basó la noticia no es más que un informe ligero de siete páginas emitido por un grupo de expertos poco conocidos que se aparta por completo de la ciencia aceptada por el comité de expertos del clima de Naciones Unidas. El informe expone el escenario más extremo e improbable, donde todas las consecuencias climáticas son mucho peores que las previstas por la gran mayoría de la comunidad científica.

A veces el histrionismo de la prensa llega a cotas amas vista de mentira y descaro. Por ejemplo,

Uno de los ejemplos recientes del planteamiento alarmista de los medios de comunicación que más repercusión ha tenido fue la cobertura de un informe decisivo publicado en 2018 por científicos del clima de la ONU. La mayoría de los medios de comunicación informó de que estos expertos instaban al mundo a la reducción drástica de las emisiones para el año 2030, lo que implica cambios enormes para conseguir que el aumento de la temperatura permanezca por debajo de 1,5 oC. La CNN contó, por ejemplo, que «la Tierra tiene 12 años para evitar la catástrofe del cambio climático». Versiones similares de esta lectura aparecieron publicadas en periódicos de todo el mundo, y han sido repetidas por políticos y activistas desde entonces.47 Lo que ocurrió en realidad fue que durante la conferencia sobre el cambio climático celebrada en París tres años antes, los dirigentes mundiales declararon su deseo de conseguir que el aumento de la temperatura no pasara de 1,5 oC. Y ese objetivo se incluyó hasta en el preámbulo del acuerdo alcanzado durante aquella cumbre sobre el cambio climático (el Acuerdo de París). Se hizo a instancias de activistas del clima deseosos de que quedara constancia de sus afanes y aspiraciones, y no porque los científicos del mundo se hubieran reunido para declarar crucial ese límite arbitrario. Como los dirigentes mundiales habían declarado en 2015 que el objetivo era mantener la subida de la temperatura por debajo de 1,5 oC, solicitaron a los científicos del clima de la ONU que investigaran qué habría que hacer para lograr ese objetivo increíblemente ambicioso. La respuesta de los científicos se tradujo en el informe de 2018. Los científicos, que prometieron brindar «información relevante, pero no prescriptiva, para adoptar medidas políticas», de acuerdo con las directrices de la ONU, se vieron obligados a decir que el objetivo de 1,5 oC es técnicamente viable, pero «requeriría cambios veloces, de gran alcance y sin precedentes en todos los ámbitos de la sociedad». En resumen, los políticos preguntaron qué habría que hacer para conseguir casi lo imposible, y los científicos respondieron que requeriría políticas casi imposibles.

domingo, 24 de julio de 2022

Italia se mete en una crisis profunda

Desde que se ha ido Draghi, la prima de riesgo respecto a Alemania ha vuelto a subir,



Señalando la desconfianza de los mercados a su capacidad de redención de la deuda. Pero el problema viene de lejos. Desde que entró en el euro, Italia no ha levantado cabeza. En los últimos 15 años, ha crecido un total del 0,2%. De ese total, el pago de intereses de la deuda se ha comido el 40%. La deuda tiene un volumen tan enorme - 150% de PIB - que una subida de un punto del tipo devengado supone un 1,5% de PIB a pagar. Ahora paga de intereses más que el superavit primario.
Por eso la deuda de las familias sobre PIB, ver gráfico inferior, 



Sobrepasa el 55% de PIB. 
Draghi ha intentado ponerle freno a este disparate, pero él es un gestor, un tecnócrata rodeado de políticos que todos conocemos muy bien, aquí en España. Draghi tiene un prestigio inmenso e intocable. Fue él quien evitó la crisis del euro, en 2012, y ahora contempla impotente como su país puede provocar otra. 
Su sucesora Lagarde lo tiene mucho más difícil. En 2012 Draghi estaba en medio de la crisis financiera, y no tenia más que comprar deuda de los países miembros para reducir las primas de deuda entre ellos sin riesgo de inflación. Lo había hecho ya la FED, y le había señalado el camino. Encima ayudaba a la banca y a la economía, por la inyección de liquidez. 
Ahora, Lagarde se enfrenta a dos alternativas: salvar al euro comprando deuda Italiana, o afrontar la inflación. Esto último llevaría los spreads entre deudas a límites que Alemania rechazaría ayudar a países como Italia, lo que hundiría la deuda italiana y al euro. Ergo, creo que el BCE no será totalmente agresivo con la inflación, y que cuando un spreads se dispare, hará lo imposible por contenerlo, aunque no sabemos hasta dónde y en qué condiciones. 
Esto coloca a Alemania en la posición de decir basta cuando vea que la inflación no se contiene y el BCE está transfiriendo sus ingresos por deuda alemana vencida para dárselos a Italia. Esto puede estar todo lo condicionado que se quiera a que el país se comprometa a reducir la deuda, pero no es fácil. Políticamente, Italia es un cafarnaún de partidos no muy amantes de euro, demagogos y que Draghi no ha podido controlar. 
La deuda italiana traerá problemas, y por cierto, la española también. 

La dudosa recesión en EEUU

Jeffrey Frenkel no está de acuerdo en que EEUU haya entrado en recesión n 2022. Usando casi el mismo instrumental que Krugman en mi Post “EEUU no va tan mal”, dice

Hay dos formas de medir la producción. El que recibe toda la atención en EE. UU. es el PIB, que se mide por el lado del producto, es decir, sumando los sectores en los que se venden bienes y servicios. Usando esa medida, el crecimiento anual del PIB de EE. UU. fue negativo en el primer trimestre, en -1.6%.

Pero el crecimiento también se puede medir por el ingreso interno bruto, que se calcula del lado de los ingresos, es decir, sumando tipos de ingresos, como la compensación de los empleados. En teoría, las dos medidas deberían ser exactamente iguales. Pero en la práctica, existe una discrepancia estadística, una que, en el primer trimestre de 2022, fue grande, con un crecimiento del GDI del 1,8 %. El promedio de las dos medidas, a veces llamado producto interno bruto (GDO), también fue positivo.


Las mediciones de Contabilidad nacional no son, lógicamente, precisas. La discrepancia entre el PIB y la Renta (o GDI, suma de rentas percibidas) deberían de exactamente coincidentes, pero no lo son, como se ve en este gráfico de Krugman. 





Según el indicador GDI (Gross Domestic Income), que muchos economistas consideran más fiable, el PIB está lejos de haber entrado en recesión en el primer trimestre. Eso desbarata la proyección que si el segundo trimestre es negativo, ya tenemos dos trimestres consecutivos negativos, lo que se la definición de recesión. 
Falso. El organismo que decide qué es recesión es el Nacional Bureau of Economic Research, (NBER), y no es la simple de dos trimestres consecutivos de caída del PIB. Usan muchos indicadores y determinan, eso sí, con retraso, los límites temporales y la cuantía de la recesión. 
Pero hay otros indicadores que usa Krugman que hacen dudar de esa recesión anunciada. Por ejemplo, el empleo



El empleo no agrícola no cae más que suavemente, indicando que hay Producción industrial que ha cedido poco, y, sobre todo, que los salarios 

se están moderando, no enganchándose a la cadena inflacionaria.
Hugo Ferrer cita, para confirmar la recesión, tres indicadores convincentes- El MPI, el Leading, y las solicitudes de ayuda al desempleo -, que ciertamente  aumentan mucho y anuncian un aumento del paro.
Yo quiero añadir algunos indicadores monetarios que para mí demuestran que la FED está actuando suavemente.









Sobre todo, que la velocidad de circulación del dinero dejó Al final de la pandemia y se mantiene estable. Esto es un signo de estabilidad del número de transacciones. 
En resumen, no es completamente cierto que EEUU esté en recesión. Algunos indicadores así lo señalan, pero otros muestran más moderación, como el GDI (PIB de rentas), empleo no agrícola, y los indicadores monetarios. 

sábado, 23 de julio de 2022

El ecologista escéptico

Bjørn Lomborg 

Entonces, ¿cuál es el camino a seguir? En primer lugar, debemos evaluar las políticas climáticas de la misma manera que el resto: en términos de costes y beneficios. En este caso, eso significa calcular el precio de estas políticas comparado con los beneficios de atenuar las consecuencias del cambio climático. Los problemas derivados del clima se señalan sin cesar, pero el coste de las políticas destinadas a reducir el dióxido de carbono es igual de real y a menudo afecta más a los pobres de la sociedad. El dióxido de carbono es un subproducto de una sociedad con acceso a energía fiable y barata que permite producir todo aquello que conforma sus bondades: alimentos, calefacción, calefacción, refrigeración, transporte, etc. Restringir el acceso a las fuentes de energía baratas para imponer una más cara y/o menos fiable conlleva mayores costes y merma el crecimiento económico. En este caso, los mejores trabajos de investigación sobre costes y beneficios ponen de manifiesto que convendría reducir algunas emisiones de dióxido de carbono, pero desde luego no todas ellas. Debería hacerse mediante un impuesto al carbono que partiera de un precio bastante bajo de 20 dólares por tonelada de emisiones (equivalente a un impuesto de unos 5 centavos de dólar por litro de gasolina) que fuera subiendo despacio a lo largo del siglo. Lo mejor sería que la tasa estuviera coordinada a nivel mundial, pero lo más probable es que acabemos con un rosario de políticas diversas y menos eficaces. Aun así, servirá para reducir algo el aumento de la temperatura global y evitará que alcancemos las temperaturas más perjudiciales. También frenará un tanto el crecimiento económico, porque esa es la consecuencia inevitable de encarecer la energía. En general, este sería un buen compromiso. Más adelante examinaremos los detalles de estos modelos climáticos y económicos, pero la clave radica ahí. Una energía un poco más cara se traduce en un crecimiento ligeramente más lento de la economía mundial, la cual alcanzará un bienestar algo inferior durante los próximos siglos al que habría conseguido sin tasas al carbono. En resumen, el coste adicional rondaría un 0,4% del PIB mundial. Un aumento menor de la temperatura generará

viernes, 22 de julio de 2022

BCE. Entre Gargoris y abidis

Con la resolución de ayer, el BCE se pone en una situación imposible, en la que no podrá controlar la inflación ni el respeto a su moneda, el euro. 
La llamada “fragmentación” del euro existe. Hay deudas emitidas cuando los tipos de interés eran negativos (experimento fracasado) y que hoy sus tipos de rendimiento están subiendo porque tienen deudas del 150% de PIB.
Pero ahora el BCE está - teóricamente - en modo restringir la liquidez, es decir, dejando vencer deuda y subiendo tipos. 
Eso no puede hacer más que subir los rendimientos de las deudas sospechosas. Según el TPI, nuevo instrumento para intervenciones puntuales, el BCE comprará esa deuda para que los spreads entre las deudas “buenas” y “malas” no se amplíen demasiado. ¿Cuánto es demasiado? Como decía el alemán, es imposible distinguir una subida por mal comportamiento de deuda o por especulación contra el euro. 
Alemania se convierte en el país decisivo, cuando las cosas lleguen a cierto límite, tirará el tablero. Los demás países ven con fruición que tienen más margen para endeudarse, pues el BCE siempre les comprará la deuda, por si acaso el euro está en peligro. ¿Mmmmm... no aumenta esto la fragmentación? Desde luego aumenta la incertidumbre de los mercados sobre si el BCE está comprando deuda con lo que tiene en el activo - emitiendo liquidez, por lo tanto. 
Por un lado o por el otro, la lucha contra la inflación va a ser inane, pues habrá recogidas y lanzamientos de liquidez. El signo de la política va a ser dudosa, tras 8 años de tipos de interés negativos (-0,50%). Es decir, les pagaban dinero por pedir prestado al BCE. Ahora les cobrarán... cero%. ¡Qué lucha denodada contra la inflación!



EEUU, sobre todo Bernanke, nunca quiso experimentar con tipos negativos. No pasó la barrera del cero. Hizo bien. Es nefasto para la banca, que se queda sin márgenes entre tipos negativos. ¿Tiene algún sentido que te cobren por prestar dinero y te paguen por pedirlo prestado? Al tipo mínimo cero, siempre es posible construir una curva de rendimientos creciente, que define el margen de la banca. 



Como se ve en el gráfico, EEUU mantuvo, mientras el BCE experimentada con tipos y curvas negativas, una curva de rendimientos positiva. El margen de la banca descendió, pero no fue negativa. 
Estos 8 años de tipos negativos del BCE habrá afectado a los resultados de la banca, lo que la habrán debilitado necesariamente. Un problema más para el BCE, que ha centralizado la supervisión bancaria, lo que no ha sido un éxito precisamente. 
En el gráfico siguiente, pueden ver cómo ha avanzado la inflación en la UE comparando el PIB nominal con el PIB real. Se les ha ido de las manos.








jueves, 21 de julio de 2022

BCE. Resolución

El BCE, astutamente, ha subido el doble de lo que se esperaba su tipo de interés, del -0,50% al cero. 




Buena jugada que enmascara sus vacilaciones con el otro tema, el TPI (como conseguir que las deudas de los países no se dispersen mucho), lo que esencialmente deja al arbitrio del Consejo.
Si se ve así, y no tenia más remedio que dar un golpe de efecto con la subida del tipo de interés, ¡que, como se ve en el gráfico, lo deja en cero! ¿Se combate así una inflación del 9%? Más teniendo en cuenta que por el TPI tendrá que comprar deuda si el rendimiento de, por ejemplo, Italia, se dispara. ¿Como explicar que le estás reduciendo la liquidez a Alemania para dársela a Italia?
Según el TPI explicado por Lagarde, la cosa funciona así. Se observan desmanes en algún mercado de deuda. No siempre, pero sin dudarlo, el BCE comprará deuda italiana con los fondos de, por ejemplo, un vencimiento de deuda alemana que tiene en cartera... y eso no gusta a los alemanes. Es una transferencia fiscal encubierta que está prohibida por el Tratado. Además, inyecta liquidez cuando se trata de constreñirla. Por un lado estaríamos vendiendo deuda para reducir liquidez; por otro, comprándola, y con qué garantías, a un país que tiene una deuda del 150% sobre PIB.
Todo esto con total discreción y sin fallos, porque se evaluaría muy bien la situación de sí el país merece la ayuda o es un díscolo que ha emitido demasiada deuda.
De todas maneras, la tentación de algunos para emitir más deuda está a ahí puesta. 
En resumen: me temo que la base monetaria va a subir más de lo deseado.
En cuanto a la inflación, los mercados han descorchado champán por el 0,50%, pero Lagarde ha abandonado su “Forward Guidance” y no ha anunciado cuándo y cuánto se subirán de nuevo los tipos. Curioso, pues la Forward Guidance era el buque insignia, el orgullo, del BCE. ¿Pero quién se atreve a anunciar que en la reunión de tal fecha los tipos subirían un X%, con las ambigüedades que hay en el entorno, y que Putin no se está quieto?
Todo esto son problemas que se presentan ya, con Italia asfixiada con la dimisión de Draghi.