"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 30 de octubre de 2008

Ilustración

Uno de los momentos de giro crucial de occidente fue la Ilustración, del siglo XVIII. Fue el intento fracasado de entronizar a la razón como única facultad relevante del Hombre. Afortunadamente, este propósito solo se desarrolló plenamente en Francia: Revolución y Napoleón. Pero desde entonces esa creencia de fe en la razón ha persistido, y la hemos adoptado como hecho demostrado. De hecho, muchos ahora creen que somos deudores de la Revolución Francesa, cuando eso es radicalmente falso.
No discuto aquí que el hombre sea racional, sino que, como Hayek propugna (en su más interesante contribución), la Razón es insuficiente fuente de certeza, dada su ambigüedad y su capacidad de autojustificar el mal.
Hay inumerables instittuciones civilizadoras que han surgido de la simple evolución adaptativa, sin que nadie haya hecho un esquema constructivo para crearlas. Por el contrario, la fe en la razón ha llevado a cuestionar y destruir instituciones sólidas porque no encajaban en un silogismo.
Los Ilustrados racionalistas abundan por doquier. Llamo así a los convencidos de que el curso de la historia puede ser dominado por el hombre y su facultad racional.
Para ello se basan en una idea de la naturaleza humana que todavía no ha aparecido en la historia de la humanidad: un ser racional, que acaba por dominar sus pasiones, sea cual sea la tradición y cultura en que su mente se haya desarrollado. Sus prejuicios, sean cuales fueren, serán vencidos por la razón.
No es que el hombre no sea racional: es que lo es según le convenga. Si está en el poder y decide una acción que molesta a la mayoría, no tendrá dificultades para justificarla racionalmente. (Todos estamos en una situación de relativo poder respecto a los demás...)
Esto hace que el racionalismo no sea unívoco, que dependa de los miles y millones de fines en conflicto que las personas y los grupos sociales tienen unos frente a otros. No hay una racionalidad, sino tantas como fines.
Civilización es aprender a resolver esos conflictos civilizadamente... Por la ley, el orden, la justicia... ¿Por la razón? ¿es el camino hacer racionales a todos?
Sin embargo, la hipótesis del racionalismo no casa con la historia. multitud de ejemplos surgen de ella: Hitler, por ejemplo. ¿Era Hitler irracional? Hitler tenía un proyecto racista y violento, pero para buscar los medios no fue irracional. Se armó hasta los dientes, realizó el exterminio como lo planeó, e invadió Europa para la expansión de la raza aria alemana.
¿Fueron irracionales los Chamberlain y Daladier, que creían que la cesión ante Hitler le ablandaría? Fue una hipótesis razonable que, cuando fracasó, se rectificó: se les puede acusar de cobardes, o pusilánimes, pero no de irracionales. Además, no se sentían más que transmisores de lo que sus opiniones públicas querían.
Hubo conflicto bélico. Como otras veces se intentó evitar, pero al final no pudo ser. Un conflicto terrible, de cientos de millones de víctimas. Al final, como otras veces, los vencedores dijeron: "Nunca más", que es el conjuro que se pronuncia piadosamente en estos casos de arrepentimiento colectivo. Pero el racionalismo llevó a unos y a otros a interpretar ese conjuro de muy distinta manera: en todo caso, siguió dominando el espíritu de "buenismo", de que todo se puede resolver mediante el diálogo, y convencer al contrario de lo que le conviene es amoldarse a a "razón" superior.
Son las creencias más profundas, y a la vez más compartidas, las que dominan la corriente profunda de la historia. Ante nuestros ojos se puede desarrollar el huevo de la serpiente hitleriano, o stalinista, que poco podemos hacer para frenarlo pues, generalmente, no queremos verlo. Poco podemos hacer para cambiar el futuro, para evitar el mal, el dolor. Tendemos a dejarnos mecer por el sonsonete de que "ya se avendrán a razones". Pero cada uno se aferrará a su su yo irracional, que es lo único que tiene como identidad, y luego, buscará e consenso de los demás, y su racionalización. Como decía un Iraní entrevistado en la calle, " Veo bien que Irán tenga la bomba nuclear, todos lo apoyamos. Tenemos derecho".

2 comentarios:

Santiago dijo...

Seguro que los del atentado de hoy también son muy racionales y por eso creen que en este pais, esta es la forma de conseguir lo que quieren. Eso si, en nombre de la libertad.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Exactamente. Sus valores son la base de sus razonamientos,que llegan a amparar incluso en la religión cristiana, como atestiguan tantos curas implicados en ETA.