Las segundas, si no se cumplen, nos explotan en la cara. Por ejemplo, las leyes financieras.
El otro día un comentarista me hizo un comentario que me dejó pasmado. Me dijo que “no es por nada, pero está prohibido recortar las pensiones”, por ley. Pues permítame decir que las pensiones no se pueden recortar por ley, pero hay una ley financiera que dice que, si ni se hace, el mercado se encargará de hacerlo y a lo bestia. No es más que la Ley del Mercado Financiero. ¿Y qué dice esta ley?
Si la gente el mercado se siente traicionado por la ley, hará lo posible y lo imposible para recuperar lo que cree es suyo. Los mercados son ciegos. No tienen noción de lo que es justo o injusto. Pero si partícipes creen que una activo que poseen bajará, caerá a polos inesperadamente. Si hay muchos en posesión de Deuda nacional, y de repente piensan que va a caer (por simple exceso de emisión), lo pondrán a la venta y caerá a plomo.
Eso dará paso a una crisis de deuda, muy desagradable, que hará caer el patrimonio de los ahorradores y arruinará a todos, también, y sobre todo, a los que tienen una rentita, que caerá en añicos.
En primera línea está Reino Unido, y todo el pelotón detrás. Esto es una simple previsión, basada en hechos reales.
1 comentario:
Menos mal! Yo creía que los españoles estábamos "en tête de la course", como dicen en el Tour de Francia, derechos hacia el muro.
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