"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 20 de enero de 2011

Errores y omisiones

Aquí, Cochrane (Chicago) explica con total claridad por qué la teoría keynesiana del "estímulo fiscal" no funciona. O, mejor dicho, sólo funciona sí-sólo-sí, el déficit es monetizado.
Si el Gobierno decide, para combatir la recesión, gastar más, o sube los impuestos, o se endeuda. En ambos casos está transfiriendo recursos privados presentes (impuestos) futuros (deuda) al Tesoro, para que los gaste. Esto es quitar un $ al consumo o a la inversión privada. de esta forma, el gobierno está impidiendo levantar fábricas para construir puentes (independientemente de la valoración social de esas alternativas).
Ahora bien, si el gobierno vende la deuda al banco central y éste emite dinero para comprarla, entonces está incrementando el gasto total. Pero sólo funciona sí-sólo-sí, no suscita expectativas de mayor inflación. Lo cual nos lleva a que sólo la política monetaria tiene efectos.
De todas formas, hay que tener en cuenta que Keynes nunca dijo que el endeudamiento excesivo era inerme. Precisamente recomendaba monetizado, una vez que la política monetaria había acabado en la "trampa de la liquidez" y no bastaba -en su famosa expresión- "llevar al caballo al abrevadero si éste no quería beber".
La gran aportación de Friedman es haber desmentido a Keynes: no hay trampa de la liquidez: hay una demanda monetaria que aumenta al infinito y el BC debe cubrirla emitiendo dinero.
Krugman (aquí, del que saco la cita de Cochrane) no está de acuerdo, claro, y dice (sic) que estamos pasando una edad oscura (Dark Age) de la economía, pues parece que se hubieran perdido todos los conocimientos adquiridos. Cuando se pone así parece un abuelito cascarrabias contando batallitas en las que no estuvo. De todas maneras, ¡alguien le debería hacer mirar el nivel de la deuda!!
Con todo, son disputas muy estimulantes, pues obligan a los oponentes a afinar sus argumentos, de lo que aquí no hay mucho salvo a niveles muy condicionados y/o pedantescos. Es curioso que llevo 30 años asistiendo a estos debates con diferentes personajes, y eso me hace pensar que Krugman se equivoca, que no es una edad de plomo de la economía. Está cada vez más viva; al menos en algunos sitios.

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