"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 28 de mayo de 2011

¿Cuál es la inflación en España? Inflación y distribución

(Este va dedicado a Arpama, gran amigo y ciudadano.)
Si uds se siente con una renta cada vez más chica, con un poder adquisitivo menguante, no se extrañe: Los salarios en España están cayendo, mientras que ciertos precios se están poniendo imposibles. Aún así, se empeñan den hacernos creer que Trichet, el Loco de la Colina del BCE, hace bien en subir los tipos de interés.
Abajo, en el gráfico, varias medidas de inflación en España. El IPC general ha subido al 3,8% en abril. ¿Representa realmente la inflación general? Pese a las dudas que tenemos, el BCE se guía por esta medida de inflación. Es más, el BCE no tolera una inflación del IPC del 2%.
Sin embargo, otros índices componentes del IPC, como los bienes industriales sin energía (línea punteada morada) no llega al 1% anual, 2,7 puntos por debajo del IPC general.  No parece alarmante. Es más, está por debajo del tipo de interés oficial del 1,25%.
Otro índice más acorde con el empuje inflacionista es el general menos energía y alimentos (subyacente, línea roja) que se mantiene en un 2% en abril. 1,8 puntos por debajo del índice general. Suele recomendarse como guía porque no está tan sometido a la volatilidad de la energía y los alimentos.
Entonces, ¿cuál es la mejor medida? el IPC es la mejor medida de pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. Pero cuando estamos en época de restricciones y paro, no parece que sea la mejor medida para guiar la política del gobierno; si esto induce una política de restricción de la demanda que hace caer el empleo, ¿a quién se protege?
El Indice de bienes industriales representa el precio percibido por los vendedores de bienes fabricados en España. Es el precio que importa a los sectores productivos, que son los que crean empleo; su moderación indica que esos productores, por la competencia, han visto mermar sus ingresos netos, pues las materias primas han aumentado mucho más. Una medida restrictiva les comprimiría aún más los márgenes, lo que les obligaría a restringir su empleo.
Un política monetaria guiada al IPC general parece proteger más a los consumidores, pero eso no significa una política acertada de futuro, si eso constriñe más a los sectores productivos y creadores de empleo. Por una parte mantiene la renta real del consumidor; por otra la recorta al aumentar potencialmente el paro. (Visto así, no parece tan descabellado el "doble mandato" de la FED: máximo empleo con estabilidad de precios.)
El precio en relación al coste determina la renta del productor, y intentar comprimirlo mediante una subida del tipo de interés afecta a las rentas reales, productivas e improductivas. Si se beneficia a las segundas, cuando eso se traduce en menos producción y empleo, todos perdemos. Una política debe ser ponderada por consideraciones de este tipo.
Entonces, ¿cuál es la inflación en España? Póngase en el lugar de un ama de casa en la compra, y luego en el lugar de un empresario que ve su demanda y sus precios caer. Y luego en el lugar de un parado que aceptaría cualquier salario para trabajar.
En la política monetaria hay escondidos muchos conflictos sociales; "lucha de clases", que diría el clásico.
En realidad, la sociedad se articula por grupos de presión que distorsionan la política monetaria (y fiscal). Cada uno intenta aumentar su renta sin tener en cuenta los efectos sobre los demás. Seguir un único índice como expresión de estabilidad de precios, y solo de precios, como hace el BCE, parece
locura.
Item más, si se nos ocurre mirar a los salarios; en el gráfico siguiente, represento el IPC, general y subyacente (las mismas líneas de antes), comparados con los costes salariales (línea verde). La caída de éstos a crecimiento cero sí que es una expresión de la caída de la demanda y el empleo en España. Lo cual, de paso, muestra que el mercado laboral necesitará una reforma, pero el solito se las apaña bien para ajustar a la baja su precio cuando el trabajo escasea.)
La lectura de la caída de los salarios, junto con la subida del coste de la cesta de la compra -que es el IPC-, sólo puede ser una: los salarios reales han caído, en un año, un 3,8%. Pese a ello, el paro ha crecido en cientos de miles (no recuerdo la cifra). ¿No será que hay otros muchos problemas que afectan al empleo, que impiden que las empresas amplíen inviertan y contraten, como la nula financiación? ¿el mismo encarecimiento energético, no encarece la producción? En toco caso, si los salarios caen mientras los precios suben, no pueden ser correa de transmisión de la inflación, lo que disipa un riesgo inminente de inflación.
Pues no: el mismísmo gobernador del BdE, se empeña en decir que lo importante es el mercado laboral, tradición muy acendrada en esa institución alicaída y decadente (gracias, o pese, a su contribución). Así desvía la atención de lo que realmente va mal y es de su competencia; la banca.
Hay muchos economistas americanos (Mankiw escribió sobre ello hace poco) partidarios de usar los salarios como guía de la política monetaria. Entonces, vista la moderación salarial, el tipo de interés debería caer, no subir.
El 3,8% del IPC es un reflejo de un cambio de precios relativos, una caída del poder adquisitivo de los salarios, no una inflación encadenada. Eso sólo puede indicar rigidez de ciertos precios (energéticos) frente a los salarios, por lo que el problema está en quién determina esos precios ¿El gobierno, tal vez, que aprovecha la rigidez de la demanda de esos productos para parasitarnos -y además los encarece artificialmente financiando molinillos inútiles con el exceso de precio que nos impone?
Pero no se preocupen, la mayoría cuidará muy bien de crearle mala conciencia a uds por esa subida. En todo caso, que reformen el mercado de trabajo y sólo el mercado de trabajo, y seguiremos igual.
En suma, en España hay problemas de distorsión de  costes que no son los salarios. Pero esas distorsiones ciertamente contraen la inversión y el empleo. Si Ud oye algo que no sea el run run habitual, avíseme.
NOTA: en el siguiente post, se demuestra lo distorsionado que está el IPC debido a la injerencia del gobierno.

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