Aquí, un excelente artículo de J Kay -"El ritual del rigor"- sobre la eterna disputa entre el rigor versus la realidad. Un buen resumen de estado de la cuestión entre la academia, exigente de unas condiciones muy elevadas para poder publicar un artículo, y la realidad que no suele tener en cuenta tal rigor.
Lo que se lleva ahora es un artilugio infernal llamado dinamic Stochastic general equilibrium Models, (DSGE), que trata el sistema finaciero así:
No quiero restar brillo al premio Nobel R. Lucas. Sus aportaciones a la economía son reconocidas por todos. Hay un antes y un después de él. Pero a veces, muchas, el rigor se convierte en una barrera demasiado alta para dejar ver las cosas.
Lo que se lleva ahora es un artilugio infernal llamado dinamic Stochastic general equilibrium Models, (DSGE), que trata el sistema finaciero así:
Un alejamiento estratósferico de la realidad que dio lugar a que en 2003 se diera por resuelto el problema macroeconómico de las depresiones, gracias al desarrollo de productos financieros que difunden el riesgo y lo alejan de los puntos sistémicos. Esos productos fueron los que en 2007 generaron la Gran crisis, y no estaban nada alejados del centro del riesgo sistémico. El pregonero de tal aserto fue nada menos que Robert Lucas, premio Nobel, y la Vaca sagrada de la economía americana
a complex model structure that seeks to incorporate, in a single framework, time, risk and the need to take account of the behaviour of many different companies and households.The study of financial markets revolves meanwhile around the “efficient market hypothesis” – that all available information is incorporated into market prices, so that these prices at all times reflect the best possible estimate of the underlying value of assets – and the “capital asset pricing model”. This latter notion asserts that what we see is the outcome of decisions made by a marketplace of rational players acting on the belief in efficient markets.. . .
A close relationship exists between these three theories. But the account of recent events given by proponents of these models was comprehensively false. They proclaimed stability where there was impending crisis, and market efficiency where there was gross asset mispricing.
These mistaken claims found substantial professional support. In his presidential lecture to the American Economic Association in 2003, Robert Lucas of the University of Chicago, the Nobel prizewinning doyen of modern macroeconomics, claimed that “macroeconomics has succeeded: its central problem of depression prevention has been solved”. Prof Lucas based his assertion on the institutional innovations noted by Mr Greenspan and the IMF authors, and the deeper theoretical insights that he and his colleagues claimed to have derived from models based on DSGE and the capital asset pricing model.Es decir, como dice Kay, lo malo no es que los académicos de altos vuelos no hayan sabido ver que venía una crisis enorme -cosa que sí vieron los historiadores-; lo malo es que se dejaron engañar por sus supuestos de racionalidad de mercados y eficiencia, lo cual creó un velo que no dejó ver a nadie la acumulación de desequilibrios superpuestos totalmente ficticios y mal contabilizados.
No quiero restar brillo al premio Nobel R. Lucas. Sus aportaciones a la economía son reconocidas por todos. Hay un antes y un después de él. Pero a veces, muchas, el rigor se convierte en una barrera demasiado alta para dejar ver las cosas.
También dice Kay una cosa muy interesante: que la simple inducción a partir de unos hechos
-no reñido con el rigor- da frutos, a pesar de que estos mendas lo nieguen categóricamente. Por mucho que se admire, la "Historia Monetaria de EEUU..". de Friedman es una obra inductiva.
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