"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 27 de junio de 2013

Un prejuicio llamado Europa

Me ha sorprendido la opinión de algunos lectores que todavía se adormecen en la visión, no sé si oficial, de que Alemania es la líder de Europa por méritos propios y la única capaz de sacarnos del hoyo.
Incluso en la calle -normalmente indefensa contra la propaganda-, me he encontrado con opiniones profanas, "de calle", que intuyen que Alemania es la culpable de nuestros males. Es lógico, porque la gente de la calle tiene menos prejuicios, o al menos no tan arraigados, que las mentes "cultivadas". Una mente puede estar muy cultivada y sin embargo no ver más que a través de una estrechas lentes que él o ella creen que le explican todo. Cada profesión tiene sus prejuicios, sobre todo cuando se pone a comentar cosas que no son de su campo de acción.
Yo he trabajado durante treinta años rodeado de prejuicios. Primero el de las expectativas racionales (una chorrada (sic) que no se tomaron en serio ni en el país de origen para hacer política), que anulaban cualquier eficacia de la política monetaria (mientras EEUU demostraba que se podía mantener una alto crecimiento y una inflación baja) . Después, como consecuencia lógica de ese prejuicio, como el dinero sólo generaba inflación, cedamos alegremente la soberanía monetaria a Europa.
La relación Economía y Poder es de larga data.
Eso es lo que pasó con el euro: España era un país propicio para vender una idea fallida, porque venia de un complejo de inferioridad  nacional que daba alas a la creencia de que sólo Europa podría controlar nuestros demonios. Así que fue fácil arraigar en la opinión pública que el euro era el Summun Bonum, y se arrinconó  a todo aquel que mostrara dudas. No solo eso, sino que yo vi a multitud de excelentes profesionales cambiarse de bando cuando vieron que se podían quedar encallados en sus carreras. Imposible luchar contra esa movida propagandística, aceptada además tanto por la derecha como por la izquierda democráticas.
Pero, ¿doce años después, tras el fracaso de tantos países, que siguen cuestionados, como Grecia, que todavía haya alguien con tan poco sentido critico como para pensar que esto no puede más que salir bien?
No estoy criticando a las victimas sino a los propagandistas, que todavía se pasean orgullosos por los medios más destacados. Con todo, es para echarse a llorar lo bien que funciona en este país la propaganda.
Todo esto lo digo porque el euro ha traspasado cualquier defensa económica y social. Vale, la mayoría de la gente no sabe de economía, ¡pero diez años oyendo la misma monserga, cinco de los cuales nos hemos hundido a simas no vistas desde la posguerra!
Es un simple problema de intuición, ¿no?
Admito que deshacer el euro es difícil. Pero a continuación digo que si seguimos así va a explotar sin dejar nada en pie, ni lo bueno que quede de la UE. Por eso lo más razonable es imaginar soluciones B, ya que la A no funciona y va a peor.
Puede ser que el euro vaya como una seda, mejor que el dólar, en un futuro, pero es un futuro lejano que se tragará muchas generaciones. Eso, si estas c+sociedades tan conscientes de sus derechos pero no de sus obligaciones no estallan antes. cualquier estallido descontrolado será mucho pero que un a solución B, que, por cierto, tenía que haber estado prevista en Maastricht. Pero la arrogancia de Maastricht es de aurora boreal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que el problema radica en que la vida del hombre es demasiado corta y por tanto genera impaciencia a la hora de emprender proyectos de cierta magnitud y el resultado es una chapuza.Las cosas se tienen hacer en condiciones adecuadas y en el tiempo correcto pero es esto no se quiere esperar sobre todo si de lo que hablamos es de la vida activa de los que pretenden organizar las vidas de los demas

www.MiguelNavascues.com dijo...

Si, es verdad. No sé si en otros tiempos la ambición era dejar un nombre en la historia, lo que no requería ver tu obra terminada. Ahora todo corre prisa. Si un ministro hace un Ave, tiene que inaugurar lo antes de que le va,bien.