... Sobre la estupidez humana, demasiado humana. Genial y refrescante en agosto leer tales cosas como ésta de Fernando Sánchez Dragó
Bullipolleces
NO SÓLO de pan vive el hombre, más no por ello deberíamos recurrir a las mamarrachadas propuestas por los laboratorios (sic) de ese tinglado de marketing para papanatas que es la cocina creativa. Nihil novum
Ya el magnate Lúculo –un Berlusconi de la Roma cien años anterior al no-nacimiento de Cristo– ofrecía a sus comensales, y a Sostres entre ellos, bullipolleces idénticas a las de Adriá en sus villas Certosa del Pincio y de la Campania. Repasen el menú, en el que figuraban lenguas de liebre, criadillas de eunuco, salpicón de pedrería, pajarillos que salían volando de los volovanes e idioteces así. Cada siete días devoro en este periódico con fruición no gastronómica los desopilantes reportajes dedicados a lo que sus autores consideran grandes cocineros de nuestra época. Mi amigo Sostres Lecter, al que según confesión propia le gusta comer ideas en vez de chuletones de buey, daba justificada cera el otro día al Celler de Can Roca –en el que nunca me verán zampándome una «rosa de pichón»– y dedicaba un ditirambo tan terrorífico como El silencio de los corderosa El 41, avanzadilla barcelonesa de la quintacolumna de El Bulli, al que no pienso ir ni aunque Sostres en persona, bien pertrechado de ideas, me invite. Le aconsejo, por su bien, qué el tampoco lo haga, pues le servirán, después de lo que ha escrito –hay elogios que matan–, hojillas de cicuta a precio de uranio enriquecido. En Benidorm ha abierto Llum de mar un bromista de cuyo nombre no quiero acordarme. El no va más de su prospecto es la gamba roja de Denia traída de Dios sabe dónde –alguna piscifactoría del Celeste Imperio o los bloques de cemento arrojados por la pérfida Albión a los caladeros de Gibraltar– y servida sobre una bolsa de plástico en la que hay agua marina, arena de playa, algas y chinarros. Al comensal se le facilitan unos auriculares conectados a una caracola para que se crea que es Neptuno alimentándose con metilmercurio, pis de veraneante, crema solar y medusas asesinas. Eso ya lo hizo Blumenthal (el del helado de beicon) en su laboratory de Londres: ostras con un iPhone en las orejas. Cada pieza del Llum cuesta 15 euritos de nada, aunque seguro que no los vale. Si uno pide media docena, qué menos, tendrá que solicitar una hipoteca en el banco más cercano. ¡Camarero! ¡Marchando un pincho de tortilla, pero no me lo de(con)struya para servirlo en copa! ¡Beber patatas! ¡No te fastidia!
Por cierto, aprovecho la ocasión para decir que yo odio con toda mi simpatía a los que ponen los ojos en blanco cuando paladean un asqueroso sushi, que aunque Dragó lo niegue, es la misma actitud, o sea una bullípollez. Un sushi viene a ser lo mismo que la gamba en salsa de pis de veraneante pero sin auriculares. Es más, no se mucho de esto, pero estoy casi seguro que es el origen de la gamba con pis.
Otra cosa que odio cordialmente es la rata hindú, adobada en salsa asquerosa cuyos componentes son opacados por un picante que más te vale pedir si no quiere echar la pota ahí mismo. La rata hindú la ponen muy en su punto cerca de la Isla del doctor Ma-lô, pero no es rata auténtica, es rata resultante de las operaciones quirúrgicas que se practican en tan lóbrego lugar. Esto es una primicia, pues nadie lo sabe, que la trata hindú de por ahí está pescada en las cloacas de de la zona. Por eso su sabor es tan volátil y traicionero.
El colmo es que visto a humanoides comerse eso con agua, lo que es un riesgo intenso de infección de todo tipo de gérmenes. Por cierto, ¡esa manía de comer con agua, joder!
En otro orden de cosas (como se dice finamente), ayer el Real Madrid me dio dos satisfacciones, la primera fue poner al tal Casillas en su lugar. Bien. La segunda es comprobar que con Mouriño jugábamos mejor. Es así, hay que reconocerlo. El Betis mereció la victoria, el RM fue a remolque del Betis todo el partido. Ya estamos como cada tres años, empezando una nueva "singladura", al final de la cual el Barça habrá ganado dos o tres ligas, dos Championships, y el Madrid habrá caído en cuartos. Lo de siempre. No he visto un equipo más desorientado desde que estaba Pellegrini, o mejor, Wandeley Luxemburgo. Pobre Ancelloti. Me cae bien, pero menuda empanada le han preparado, con Zidane haciendo de consejero áulico, pero sin responsabilidad.
Creo que los casillitsas, cada vez que un balón pasaba treinta metros por encima de Diego López, decían, "¡otro balón por alto que se traga Diego López!"
Y es que eso es lo que nos pone: que si Casillas o Diego, pero no a los madridistas, sino a esa especie escapada de la Isla con las facultades muy mermadas que dicen que son "periodistas deportivos" y no saben que el balón es redondo. En realidad son Hoolligangs retirados por los achaques típicos de los que salen de allí.
Otra cosa que odio cordialmente es la rata hindú, adobada en salsa asquerosa cuyos componentes son opacados por un picante que más te vale pedir si no quiere echar la pota ahí mismo. La rata hindú la ponen muy en su punto cerca de la Isla del doctor Ma-lô, pero no es rata auténtica, es rata resultante de las operaciones quirúrgicas que se practican en tan lóbrego lugar. Esto es una primicia, pues nadie lo sabe, que la trata hindú de por ahí está pescada en las cloacas de de la zona. Por eso su sabor es tan volátil y traicionero.
El colmo es que visto a humanoides comerse eso con agua, lo que es un riesgo intenso de infección de todo tipo de gérmenes. Por cierto, ¡esa manía de comer con agua, joder!
En otro orden de cosas (como se dice finamente), ayer el Real Madrid me dio dos satisfacciones, la primera fue poner al tal Casillas en su lugar. Bien. La segunda es comprobar que con Mouriño jugábamos mejor. Es así, hay que reconocerlo. El Betis mereció la victoria, el RM fue a remolque del Betis todo el partido. Ya estamos como cada tres años, empezando una nueva "singladura", al final de la cual el Barça habrá ganado dos o tres ligas, dos Championships, y el Madrid habrá caído en cuartos. Lo de siempre. No he visto un equipo más desorientado desde que estaba Pellegrini, o mejor, Wandeley Luxemburgo. Pobre Ancelloti. Me cae bien, pero menuda empanada le han preparado, con Zidane haciendo de consejero áulico, pero sin responsabilidad.
Creo que los casillitsas, cada vez que un balón pasaba treinta metros por encima de Diego López, decían, "¡otro balón por alto que se traga Diego López!"
Y es que eso es lo que nos pone: que si Casillas o Diego, pero no a los madridistas, sino a esa especie escapada de la Isla con las facultades muy mermadas que dicen que son "periodistas deportivos" y no saben que el balón es redondo. En realidad son Hoolligangs retirados por los achaques típicos de los que salen de allí.
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