... Le expliqué que en Egipto siempre ha habido un faraón y siempre lo habrá. Le expliqué que los occidentales estaban locos, que detrás de todo aquello andaban los integristas y que más valía un Mubarak, por hijoputa que fuese, que los hashishin del Viejo de Al Qaida (con i, por favor). Le expliqué que los alborotadores de Tahrir eran galopines pijos de las redes sociales con gorritas de béisbol vueltas del revés. Le expliqué que los militares tomarían cartas en el asunto y que su jefe, como Horemheb, terminaría siendo faraón. Ya lo es. ¿Mejor el ejército y Al Sissi que los Hermanos Musulmanes y los lechuguinos de la Red? Cuando la civilización peligra, es un pelotón de soldados lo que la salva. Lo dijo Spengler, punto redondo. Lamento -¿y quién no?- las muertes, pero aplaudo el golpe. ¡Ra, Ra, Ra! Mi hija podrá regresar a El Cairo, y yo también, para brindar por el nuevo Horemheb desde la proa de mi falúa con una cola de cocodrilo. En Egipto, cara al dios del sol, vuelve a reír la primavera.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)
domingo, 25 de agosto de 2013
De la prensa del domingo...
Destaco el artículo de Sánchez Dragó. Habla de Egipto. Le dice a su hija que no se preocupe, que las aguas del Nilo siempre vuelven a su cauce:
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