"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 1 de abril de 2014

La realidad y la ficción se entrelazan. La pasión de la historia

Pablo Bastida, a quien invito a escribir, me dice que se siente incapaz ante el cenagal que nos anega. Le digo que el cenagal siempre ha existido en política. Lo de Suárez y el rey es digno de un tragedia de Shaspekeare, como lo es la enorme tensión constante entre el rey y su padre, don Juan, hasta que este se siente (lo es) traicionado por su hijo. El destino es el ingrediente especial de las tragedias, y se palpa su presencia en estas historias de maldad aparentemente inhumana.
Pero no lo es. Es una maldad bien humana, personal, de ambiciones personales. Una maldad inhumana es la de Hitler, que odiaba a entidades abstractas fabricadas por él, como "los judíos" o "los eslavos", entidades despersonalizadas que le permitían programar la Solución Final", en la que el debate se centraba en temas de eficiencia en la matanza masiva, que económicamente no les costara mucho al erario alemán, para que el esfuerzo de guerra no se viera mermado. De ahí los hornos, de ahí los trenes llenos de seres vivos, que iban al matadero pero como seres vivos, más fáciles de transportar, de ahí las economía de escala de concentrados en el centro de exterminio, con todo el proceso planificado en todos sus eslabones, hasta la "solución final" de los restos calcinados y su aprovechamiento para una población necesitada de jabón, y otras cosas. La sempieterna eficacia alemana.
Eso si que es macabro y deprimente. Nunca se me ha quitado el asco que me despierte esa inhumanización paradigmática. 
Pero el mal cotidiano el poder, de la lucha por el poder? Eso está presente en la historia desde que existe el hombre; y la mujer, por cierto. Está en nuestros genes. ¿Alguien de uds no ha observado las peleas a muerte que se montan en una familia cuando uno de los mayores muere y surge el tema de la herencia? yo lo he vivido pero lo he visto también. además, los abogados que tuve que contratar me dijeron que era normal. Que ellos vivían de eso. Gente que se quiere y, de repente, se odia a muerte y empieza una lucha encarnizada por las joyas de la abuela. 
Sí eso pasa entra la gente común, ¿por qué no va a pasar entre los poderosos y aspirantes a serlo? El poder es un bien mucho más cotizado que la riqueza. Detrás de él hay una pasión mal estudiada, que es la pasión por la historia, por pasar a la historia, que está íntimamente depositada en nosotros, aunque muchos no necesitan el poder: quieren ser premios Nobel, o el Tolstoi del siglo XXI, o lo,que sea. Lo que pasa es que la mayoría renunciamos a esos sueños para que no acaben con nosotros. Entones entramos en conflictos de segundo orden, que no pensamos bien lo que nos perjudican. Pero ya lo decía Pascal: el problema del hombre es que es incapaz de estar mucho tiempo en una habitación. Y Unamuno decía que esa pasión por la historia no era más que nuestro deseo de inmortalidad. 
Lo vemos por la gran tragedia griega, o por filósofos como Pascal, o como Hobbes, la verdad es que el poder siempre ha existido y en torno a su deseo se han montado guerras o peleas familiares y allegados, cuando alguien muere. Pues antes de morirse se han montado los planes para sustituirle. Se han hecho planes, acuerdos. Y si tarda mucho en morirse, pues habrá que ayudarle, que la gente envejece y "se le pasa el arroz". 
Las conspiraciones existen, lo que pasa es que se anulan unas a otras. Existen inevitablemente, y como son muchas y opuestas, pues nunca salen bien para los conjurados. Pero desde luego cambian la historia, pero en un sentido no buscado. El sentido de la historia no existe, si no es la sucesiones e consecuencias no buscadas. 
En 1980, nos cuentan varios investigadores, y ahora Pilar Urbano, el rey estaba hasta el moño de Suárez porque se había salido del guión. Los militares estaban rallando al rey todos los días, para que sustituyera a Suárez. Incluso los metió en la Zarzuela a todos, para que le convencieran ellos, pero nada. Entonces se va concretando un golpe de estado, que al principio no es más que una amenaza de los militares. Alfonso Armada se pone a la cabeza, o le ponen, como paladín de un golpe "democrático", que sólo busca un gobierno de concentración para encauzar las cosas que a suarez se le han ido de las manos (Autonomías, ETA). El rey juega dentro al golpe, supongo para que no se lo den a él. Por lo menos que él se salve. Pero todos están en el ajo. El PSOE está en el ajo, Felipe González será vicepresidente de ese gobierno, más que nada, según él, "por patriotismo". Debemos suponer que el golpe es tan inminente (quién haya vivido aquellos días recordará el constante "ruido de sables", entre atentado de ETA y separatismo). 
Una vez puesto en marcha, el rey quiere pararlo, pero Armada quiere entrar en la historia. Quieres ser presidente del gobierno que enderezó a España. Quiere ser el De Gaulle español. 
Y luego viene esa figura tragicómica que es Tejero, el del tricornio. Tejero sí que es golpista, pero puro. Él sueña con un gobierno militar. No quiere componendas. Cuando Armada llega al Congreso y dice que está ahí para que le nombren presidente, pero con un gobierno en el que están Felipe González y Solé Turá, Tejero se enfurece, apunta con la pistola a su superior, y le dice que el no ha montado un golpe militar para hacer un gobierno de "comunistas". Olé sus cojones, Tejero, que con su firmeza golpista, se carga el golpe. Armada llama a la Zarzuela y le ordenan que abandone. Y ahí muere el golpe. 
Así es la historia. Una "sucesión de hechos sin sentido, contada por un idiota, llena de ruido y de furia" (Shakespeare). No tiene ningún sentido, por eso es tan apasionante bucear en ella, buscarla un sentido, y para los grandes hacer grandes tragedias o grandes novelas, como Guerra y Paz. Ya dijo Homero, siglos antes de JC, que los dioses encambronan a los hombre para que se peleen y los bardos hagan bonitas canciones que mecen a los dioses. Ah, aquellos dioses tan humanos,demasiado humanos! Siempre habrá gente que quiera oír historias fascinantes de reyes y de espadachines. Unos se conformarán con "Juego deTronos",  y otros acudirán a algo mejor entreverado y más real, pues la realidad supera a la ficción, siempre. 

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