Lo malo es que, en Italia, los susceptibles de pagar los platos del Bail In son muchos, tantos como depositantes de más de 100.000 euros y los que poseen bonos bancarios, con un 40% en manos de gente del común.
Lo cual que lleva a un contagio cantado. Es más, el contagio dentro de Italia está más que seguro envenenando la situación de los bancos. Está bien eso de exigir que paguen los acreedores, pero cuidado con las cosecuencias. A mí me parece mejor lo que hacen en EEUU, primero salvar el sistema y luego pasar la factura al cobro. El bail in es lo contrario: pretender cobrar antes de empezar, lo que espantá a la gente y la auyenta. Y si los depositantes empiezan a huir, a sacar dinero de Italia, y a vender bonos bancarios, tenemos fiesta como esas de raffaela Carrá este agosto seguro. Agosto es un mes muy propicio a sustos.
El Bail in es un juguete demasiado peligroso para dejarlo en manos del Eurogrupo.
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