"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 20 de agosto de 2016

Bajos tipos de interés sine die

En Larry Summers se comenta un artículo de Williams, presidente de la FED de San Francisco. Es un artículo que de alguna manera se enfrenta a la opinión oficial de presidencia de la FED. 
Williams dice que los tipos de interés serán bajos durante mucho tiempo, y no sólo porque la demanda de inversión es baja. Leamos el comentario de Summers: 

John Williams has written the most thoughtful piece on monetary policy that has come out of the Fed in a long time.  He recognizes more explicitly than others that r* (r-star), the neutral interest rate, is now very low and quite likely will remain very low for a long time to come.  As he recognizes, this the essence of the secular stagnation concern that I and othershave been expressing for the last 3 years.

I now believe that it just as reasonable to suppose that neutral rates will fall further as it is to suppose they will revert towards historically normal levels.  First, there is a kind of hysteresis in rates in which a lower interest rate today tends to lower the neutral rate in the future.  To the extent that low rates stimulate spending by pulling forward investment, low rates today reduce neutral rates tomorrow by moving investment forward.  Second, major structural factors like rising inequality, slowing labor force  growth, lower capital goods prices, slowing productivity growth  and more capital outflows from developing countries appear to represent continuing trends.  Third, there is the prospect that the growing expectation that rates will be low for a long time decreases the spending of target savers and interferes with financial intermediation.

Es interesante la aportación de que los bajos tipos de interés y la expectativa de que pueden bajar más retrasa las decisiones de invertir, bajo el razonamiento de que ¿para qué precipitarse, si dentro de un año será igual o mejor? Este efecto llamado histeresis (aplicado habitualmente al mercado de trabajo y a los precios) es igual de sólido que cuando se dice que la deflación retrasa el consumo, pues un buen duradero será más barato con el tiempo mientras la economía no empiece a crecer con fuerza. 
Esto se ve reforzado por las tendencias demográficas, caída de la productividad, constante aumento de la divergencia de rentas, etc. 
Para Williams, al fin y al cabo un miembro del FOMC, esta perversa situación s puede explicar con el tipo de interés neutral r*, que es el tipo de equilibrio al que la inversión sería óptima. r* está bajo, y habría que elevarlo. Como la inflación es menor del objetivo, no habría nada malo en elevar transitoriamente el objetivo de inflación, lo que elevaría el r de mercado, que es la suma del tipo real más la tasa de inflación. Pero, evidentemente, no consiste en subir el tipo de la FED oficial a corto plazo. De lo que se trata es de levantar la pendiente de la curva de tipos, es decir, subir los de largo plazo porque la inversión se despierte de su letargo. 
Un tipo se interés más alto en los tramos finales de la curva permitiría que las instituciones financieras elevarán su margen de negocio, que se funda en el diferencial de interés entre el corto upa largo plazo. La demanda de crédito repuntaría pues, evidentemente, las expectativas de rendimiento de la inversión actuaría de acicate. 
Williams sólo se centra en medidas monetarias, pero Summers no ve nigun problema en elevar el gasto en infraestructuras, sobre todo en los países que llevan bajando la inversión pública, en nombre del equilibrio presupuestario, varios años. Unas inversiones bien diseñadas serían rentables socialmente, si además se combinan con gastos en educación. Si el multiplicador es mayor que uno, el PIB crecerá más que el déficit, y la deuda/PIB se reduciría. 
Como he dicho otras veces, esto, en España, es difícil de concebir. Las instituciones españolas están tan destrozadas que es imposible concebir la mínima coordinación entre gobierno, parlamento, y CCAA. Olvídense. Mejor esperar que Europa cambie de rumbo antes de que España se ponga a gastar sin ton ni son en la primera ocurrencia que se le pase por el magín al cacique de turno. Somos un país de caciquillos imposible de meter en cintura. Mire lo que han hecho con la deuda contraída hasta ahora, una deuda que no hace más que crecer. Imagínense a estos políticastros poniéndose de acuerdo pata impulsar una educación ¡nacional! de futuro. Díganselo a la Forcadell. O al la Oltra. Estamos en manos de trujimanes que nunca se pondrán de acuerdo en algo de interés nacional. Ahora bien, déles la independencia y verán como destrozan a toda prisa lo que queda de su Comunidad. A los pocos meses estaríamos en guerra unos con otros como en la infausta I Republica. 

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