"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Dos visiones opuestas sobre el futuro

Desde 2008, el pesimismo gana por goleada al optimismo en la mente de la humanidad. Es un hecho que no hace falta demostrar, al menos cuando hablamos de "cómo van las cosas de la economía". 
Los de Bond Vigilantes se atreven a enfrentarse a esa corriente incontenible de pesimismo - y no sólo económico- con un artículo basado en la aportación de Internet al bienestar mundial. 
Como contrapunto, aquí oponemos la visión de Larry Summers  salpicada con algunas notas de Robert Gordon. El primero ve precisamente Internet como el problema a largo plazo para el empleo mundialEmpezamos por Larry Summers, quien desde 2013 lanzó con notable repercusión su tesis del "Estamcamienro  Secular", del que nos ofrece una muestra reciente en su artículo citado. El gráfico - que toma de Eberstadt- resume su tesis os con claridad: 
 

La línea curva es el número de hombres entre 25-54 años en EEUU sin trabajo. La línea recta es la tendencia definida linealmente. Desde 1967 hasta hoy, cada vez más hombres de esas edades encuentran menos trabajo. Si se mantiene la tendencia, en 2051 un 25% de esa población no tendrá trabajo. 
Pero Summers es mucho más pesimista. Cree que la tendencia será exponencial, más aguda, y que el porcentaje de sin trabajo podría llegar a más de 30%. Las razones son varias, como la desaparición de ciertos trabajos no sustituidos por otros, como conductores. 

Job destruction caused by technology is not a futuristic concern.  It is something we have been living with for two generations.  A simple linear trend suggests that by mid-century about a quarter of men between 25 and 54 will not be working at any moment.

I think this is likely a substantial underestimate unless something is done for a number of reasons.  First everything we hear and see regarding technology suggests the rate of job destruction will pick up.  Think of the elimination of drivers, and of those who work behind cash registers.  Second, the gains in average education and health of the workforce over the last 50 years are unlikely to be repeated.  Third, to the extent that non-work is contagious, it is likely to grow exponentially rather than at a linear rate.  Fourth, declining marriage ratesare likely to raise rates of labor force withdrawal given that non-work is much more common for unmarried than married men.

On the basis of these factors, I expect that more than one-third of all men between 25 and 54 will be out work at mid-century.  Very likely more than half of men will experience a year of non-work at least one year out of every five.  This would be in the range of the rate of non-work for high school drop-outs and exceeds the rate of non-work for African Americans today.

Es extraño que Summers se atreva a posicionarse del lado de los desacreditados "Luditas", aquellos famosos campesinos británicos del XIX que destruían maquinaria agrícola porque quitaba trabajo a los empleados manuales. Es claro que la maquinaria fue un avance enorme en la productividad, en lo límites de la productividad, en la mejor alimentación y el aumento en definitiva de la oferta disponible. 
Él mismo lo reconoce, pero alega que si los Luditas estaban equivocados, porque efectivamente la maquinaria innovadora trajo enormes aumentos de productividad, ¿por qué hoy no se ven esos aumentos? Por qué no aumenta la inversión, si tan productiva podría ser? 

As with almost everything economic, there is controversy. Those who are less alarmed argue that such debates go back at least to the Luddites and that the tendency has been for jobs destroyed by technology in one sector to be replaced with new jobs in new sectors. They also raise what might be legitimately called a paradox: if jobs are being destroyed at an extraordinary rate by machines that can do the work of humans, why is productivity growth abnormally slow rather than abnormally fast?

Aquí se puede enlazar claramente con las tesis de Robert Gordon, de que los aportes de productividad de Internet se han acabado. No han desembocado en la misma fuerza que aportaron los grandes inventos de finales del XIX principios de XX, como la electricidad, el teléfono y el ferrocarril, que tuvieron una gran Onda expansiva de crecimiento incesante de productividad durante décadas, creando empleos sin interrupción. Internet ha ido, después de unos años, directamente a beneficio del consumidor. 

Sin embargo, Summers no sólo mira a los condicionantes de la oferta, también acusa a la falta de demanda de esta perspectiva pesimista. Si no aumenta la productividad con Internet, si los salarios no despegan pese a que la tasa de paro es mínima, algo no funciona en "la otra hoja de la tijera": no todos es oferta. 

Evidence for the importance of demand factors comes from the decline in wages for less skilled workers, the long-lasting effects of recessions on the willingness to work, and the shift in the composition of the economy away from sectors such as manufacturing that heavily employ less skilled men. Of course, demand and supply interact. No doubt the availability of benefits and the reduction in any shame associated with not working when non-work becomes pervasive make it easier to settle into such a life.

Se ha considerado siempre que los problemas de demanda eran temporales, y los de oferta de largo plazo. La originalidad de Summers es que en su "Estancamiento Secular" , de raíz Keynesiana, es claro que la demanda puede estar languideciendo décadas. Su ruptura radical con el "Mainstream" es que hay déficit de demanda que no se resuelven por sí solos, como dicen los neokeynesianos, máximos representantes de que la demanda es un problema solucionable con un poco de política monetaria. En esto Summers difiere radicalmente, y la verdad es que va ganando adeptos incluso en el BIS, donde se declara que los bancos centrales han dado ya todo lo que podían ya, se han quedado sin municiones, y necesitan el concurso de otras fuerzas. Como decía Clausio Bobio, su Jefe de economistas, en la presentación del informe anual, 

"Cada vez resulta más evidente que los bancos centrales han estado sobrecargados durante demasiado tiempo. Como argumentamos detalladamente en nuestro último Informe Anual, es fundamental conseguir una combinación de políticas más equilibrada para guiar la economía mundial hacia una expansión más robusta, equilibrada y sostenida."

Pasemos ahora a la visión optimista de Bond Vigilantes, que declaran sin ambages que internet es una fuente inagotable de riqueza, que ha hecho crecer a los paises emergentes y promete más aportaciones en el futuro, como se muestra en su gráfico, 

 

Los PIBs se han visto impulsados, la pobreza ha disminuido, y el empleo ha crecido, aunque con más intensidad en Asia que el LATAM. 
Esta visión - o esta evidencia - se ve ofuscada por la tendencia al pesimismo de la mente humana cuando piensa y habla de los problemas colectivos, que siempre se colocan en el rincón - o en la parte de la campaña de Gauss - más inflamable. 
¿Quizás internet este aportando más a los paises no desarrollados que a los desarrollados? ¿Quizás la tendencia dibujada por Summers en el gráfico de arriba no va a ser exponencial, sino todo lo contrario, con exponente negativo? 
El pesimismo es una tendencia natural, eso es evidente; pero la verdad es que el FMI está otra vez revisando a la baja sus perspectivas, y todos los organismos ha orado la toalla en la lucha contra la deflación. Deflación que, no olvidemos, agrava enormemente el problema de las deudas que no han dejado de crecer. 
Lo que parece indiscutible es que el problema de demanda es prioritario, pero el mantra de las reformas estructurales siguen resonando como lo primero que ha que abordar. No se ha querido descender de la Doxa oficial de que solo importan los problemas de la oferta, cuando lo que nos gustaría es tener ahora mismo problemas de exceso de demanda, de inflación, se economías sobre alentadas, a cambio de esta anemia perniciosa. Sería un sueño poder discutir de cómo contener esos excesos. 

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