"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 14 de octubre de 2016

La crisis del socialismo

Recomendación: leer el artículo de Gabriel Tortella sobre la crisis del socialismo, del que entresaco estos párrafos: 

... Me pregunto si los lectores habrán reparado en los paralelos que existen entre la crisis del socialismo en España y en el Reino Unido. Después de una serie de derrotas electorales, el partido laborista británico ha dado un golpe de timón, sí, pero en la dirección equivocada. Los militantes acaban de renovar el mandato al frente del partido a Jeremy Corbyn, un viejo izquierdista de discurso vago pero radical (valga la redundancia) que tiene todos los visos de seguir cosechando sonadas derrotas electoralesThe Economistdecía recientemente con sorna que Gran Bretaña se había convertido en un país de un solo partido, lo que antes se decía de las dictaduras comunistas o fascistas. 

También los tories están profundamente divididos; pero así y todo, mientras el laborismo siga adentrándose por el camino de Trotsky, las perspectivas electorales de los conservadores son muy favorables. Su único problema, a la larga, es que los liberales (dem-libs, o como se llamen ahora) se recuperen a expensas de los laboristas suicidas. Para un historiador éste sería un fenómeno muy interesante, porque llevaría la política británica a la situación de hace un siglo, en que los dos partidos hegemónicos eran los tories y los whigs. Pero esta vuelta al pasado llevaría unos años, y los años en política son años luz. De momento, gracias a los errores laboristas, en Gran Bretaña el partido hegemónico es el conservador.

Si volvemos los ojos a otros países, como Francia, también vemos al socialismo en serios apuros. Aunque aún en el poder, todos los pronósticos indican que lo va a perder en 2017, y que además, el partido se escinde y amenaza con convertirse en irrelevante. No hace falta mucho estudio para advertir de que el socialismo europeo parece encontrarse en fase terminal. Las razones son claras y yo, que siempre me he considerado socialdemócrata, aunque no hombre de partido, llevo ya muchos años diciendo que el socialismo muere de éxito, porque, tras un siglo XIX de lucha para lograr imponer un programa profundamente democrático y de escindirse en dos ramas, la revolucionaria y la evolucionista, ésta terminó triunfando en el siglo XX (aunque pareciera que había triunfado la otra, la revolucionaria bolchevique), al menos en Europa, donde consiguió por medios democráticos la implantación del Estado de Bienestar, que cumple el programa que los socialistas se habían fijado muchos años atrás. Una gran parte estaba ya en el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, pero se alcanzó sin violencia ni dictadura del proletariado.

El problema del socialismo es que, al conseguir todos sus objetivos, se quedó sin programa. Los partidos conservadores, que siempre han sido más pragmáticos, aceptaron el Estado de Bienestar, de modo que las diferencias entre derecha e izquierda se redujeron a matices y retórica, con pocas discrepancias sustantivas. Al socialismo entonces le falló el capital humano, es decir, las ideas. ¿Cuál iba a ser el papel, en una sociedad desarrollada y democrática (de nuevo, valga la redundancia), de un partido socialista? Una tentación ha sido dar un salto a la izquierda: ya que los conservadores se habían centrado, los socialistas se radicalizarían. Pero ¿qué es la izquierda en esta sociedad desarrollada y democrática? Para unos, es adoptar una retórica comunista: más Estado, menos mercado. Para otros, o los mismos, es la defensa de las minorías: inmigrantes, homosexuales, ecologistas, mujeres (aunque sean mayoría y la igualdad de sexos esté plenamente reconocida) e, inmenso error, nacionalistas regionales...


2 comentarios:

HIPONA dijo...

Estoy completamente de acuerdo. A los partidos socialdemócratas les ha pasado lo mismo que a los viejos partidos liberales. Cuando los conservadores pasaron de ser ultramontanos a liberal conservadores, los partidos liberales perdieron la razón de ser.

Por eso el liberalismo hoy en día está formado por un conjunto de frikies que nos sorprenden día si y día también con propuestas lunáticas como la legalización de la necrofilia o la venta de órganos.

Ese mismo riesgo tienen los socialdemócratas. Acabar centrando su programa en te,as ideológicos pero que tienen poco peso en el día a día de la mayoría de la población. Lo estamos viendo con el tema de la transexualidad, que no importa ni al 1% de la población.

El problema es que el voto es una cuestión, ante todo, emocional. Y gran parte de ese voto socialdemócrata odia al PP y a lo que representa y se está yendo a los antisistema.....

Yo creo que, a medio plazo, los grandes partidos socialdemócratas europeos como el PSOE o el SPD correrán la misma suerte que sus colegas del PASOK y caerán en la irrelevancia. Y la alternativa a los social conservadores serán esos chicos de la nueva izquierda, tan poco aseados ellos

Qué pereza

interbar dijo...

Pues sí que vamos bien.