"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 22 de noviembre de 2016

Colau y Bitcoines, según Rallo

En el Confidencial, un artículo de JR Rallo que se llama "Los colaus no son como el Bitcoin". Estos austriacos son tremendos. Se han empeñado en haber encontrado el Santo Grial en el bitcoin, ya que el oro parece no tener ya oportunidades de renacer. 
Peeo hablemos primero de las intenciones de Colau. 
Por supuesto que la moneda que va a fabricar Colau no es el bitcoin. Lo que va a hacer Colau es intentar engañar a sus súbditos, intentando que acepten como pago un papelito fabricado en el ayuntamiento, un pagaré que dirá formalmente que "a la entrega de de éste, se le  entregará un euro". Pero probablepemente el ayuntamiento contará, ladinamente, que no todos  los que tienen tales "Colaus" vayan inmediatamente a cambiarlos por euros.... con lo que podrán emitir más "Colaus" que euros, y así cobrar el impuesto implícito, la inflación, derivada de una emisión de dinero mayor que de euros. Ergo, inevitablemente, los "colaus" se devaluarán, y nadie querrá tenerlos ni cobrar sus suseldos y ingresos de ventas en ellos. Punto. Muertes del Colau por falta de confianza creciente. 
Por otra parte, el bitcoin nunca será una moneda aceptada por todos, por su propia inestabilidad. Es un objeto de especulación, que le hace tener una volatilidad enorme, y por definición una moneda aceptada por todos debe tener un valor estable respecto a los demás bienes. Es inimaginable que alguien cobre su sueldo el bitcoin es y al día siguiente se haya hundido un 20% y no queme la empresa o el parlamento. Por favor. 
El dinero tiene sólo un secreto: confianza en su estabilidad y liquidez. Esa confianza se la concede una política monetaria eficiente, que mantenga a lo largo del tiempo el valor del dinero respecto a los bienes y servicios con un valor estable. La inflación excesiva rompe esa confianza, como la rompe en sentido contrario la deflación. 
Por otra parte, la estabilidad del dinero no es sólo la estabilidad de la oferta, sino de la demanda de tenencias de liquidez del público. Si una crisis desata una fuga ilimitada hacia la liquidez, el banco central tendrá que aumentar la oferta de dinero para tapar ese agujero (Bagehot), si no quiere que se produzca una deflación destructiva. Ni el bitcoin, totalmente automático, ni el patrón oro, fueron capaces de hacer frente a ese tipo de pánicos, ni cuando no había bancos centrales, ni cuando los hubo, precisamente por su rigidez, que impedía una reacción inmediata de las auroridades. Porque cuando hay patrón oro, lo que espera la gente que se le devuelva es el oro depositado en las cajas de su banco y del banco central, pero nunca hay suficiente oro pata una demanda irracional y sobreabundante de oro. 
Y  no vale decir que con el oro o el bitcoin no habría este tipo de crisis de desconfianza, porque la historia demuestra que las ha habido. La incertidumbre radical nunca se puede borrar del escenario. Esta siempre latente, y hace su aparición en escena cuando menos se la espera (Minsky).
Tampoco vale decir que si los bancos tuvieran el 100% de sus depósitos en liquidez no habría desconfianza, porque entonces el banco sería una caja de custodia de dinero, no podría dar crédito más que endeudandose a largo plazo, al plazo al que concede los creditos, lo que sería no rentable, ni para él ni para el prestatario, y no podría realizar su misión, que es la conversión del dinero a corto en activos a largo plazo, que es lo que ha hecho funcionar el crecimiento. En otras palabras, no habría crecimiento. 

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