"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Que fallan, los gobernantes o los electores?

En Europa hay dos países fundadores que están realmente enfermos, socialmente fracturados y políticamente desnortados: Francia e Italia. Ambos amenazan con poner patas arriba al gigante con pies de barro que es la Unión Europea, cuando todavía no sabe cómo asimilar el Brexit ni hacer frente a las incógnitas que guarda Trump en "su" nuevo orden mundial. 
En Francia el riesgo se llama Marine Le Pen; en Italia, el populismo de Beppe Grillo, ambos feroces enemigos del euro y la UE. Detrás, el mismo o muy parecido malestar que ha llevado a Trump a la presidencia de EEUU y en RU ha dado la victoria al Brexit. Es deci, el malestar de las clases medias de antes, que ha  visto como la globalización y la pétrea inmovilidad de la UE acababa con sus seguridades y las del futuro de sus hijos. 
Los gobernantes se han manifestado incapaces de afrontar los verdaderos problemas, nacionales o de la UE, mientras que la población manifiesta su desencanto jugando peligrosamente a la ruleta rusa con su voto. Según Wolfgang Münchau, Financial Times , estamos en el mismo momento decadente de las élites que cuando María Antonieta dijo de la plebe: "si no tienen pan, que coman pasteles". Es decir, estamos gobernados por auténticos borbones del siglo XVIII, que "eran incapaces de aprender nada ni olvidar nada". 
Más cercano a nuestro presente, en los años treinta una crisis económica muy similar llevó al poder por las hurnas a monstruos que todos deseamos olvidar. El paralelismo entre ambas crisis es difícil de exagerar. 
¿Pero no hay una parte de responsabilidad en el votante que elige las propuestas más siniestras? ¿Son esas clases medias desposeídas las que han girado hacia el mal llamado populismo? 
En Italia, este domingo se celebra acaba de terminar un referéndum para reformar la constitución, de modo que el Senado tenga menos poderes de boicot de la legislación de la cámara baja. En realidad, es una maniobra de Renzi, actual primer ministro, para reforzar su poderse mire por donde se mire, su reforma tiene sentido. Pero hay un riesgo: ha amenazado con dimitir si no lo gana, y entregar el país al populismo anti europeo de Beppe Grillo, y los electores están levantiscos y con ganas de decirle "váyase a su casa señor Renzi". Y, aunque gane Renzi, el partido de Beppe Grillo obtendrá un buen mordisco en poder electoral. Lo que supone la apertura de un nuevo frente de inestabilidad política europea, justo cuando Italia está económicamente muy debilitada y necesitada de ayuda. 
Como nos explica Roger Bootle, The Telegraph, la banca italiana tiene un 20% de activos no rentables, es decir, que los deudores no pagan los intereses devengados. Italia lo llama, en vez de "non performing loans", "le sofference", que queda más literario. Pero es lo que es: 360 mm de euros de dudoso retorno. Encima, tenemos la ambigüedad de cómo se va a afrontar el problema, si con ayudas públicas, como desea el gobieeno, o con las reglas del "bail in", con el riesgo de un corrimiento sistémico hacia el resto del continente. 
Quizás por esta razón Italia no ha conseguido todavía recuperar el nivel de PIB de antes de 2008 (recuérdese que no sufrió una burbuja como la española), del que está tan lejos como un 8%. Y por ello la deuda italiana sigue sin bajar del 130% del PIB, pese a que Renzi ha logrado un superávit primario del 1,4%. Pero es que los pagos de intereses suponen un 4% del PIB. Regla de oro de la deuda pública: para reducir su tasa sobre PIB, éste tiene que crecer más que los intereses...
(Italia, es país fundador de la UE y tercera economía después de Francia. Se encuentra en una situación atascada política y económicamente, ante el referéndum de hoy, 4 de diciembre, de una importancia difícil de exagerar. Si ganara Renzi, se salvarían de momento las instituciones. Si perdiera, y dimitirá como ha prometido, se abriría la puerta a la incertidumbre radical. Las reacciones inmediatas de los mercados no serían halagüeñas, como ya anuncia la prima de riesgo bastante más alta que otros países como España.)
Italia tiene un problema de disfunción económica y política: ¿cual es la causa y el efecto? difícil saber, pero si nos atenemos a la cronología, Italia lleva 17 años, desde la creación del euro, arrastrándosepenisamente: desde entonces ha crecido tan solo un 6%, que es como decir que está estancada. El malestar causado por esta situación no es comparable al que puede haber en otros países grandes de la Zona Euro. 
En el gráfico, vemos que desde 2009, año del fondo de la crisis, hasta hoy, 

 

Italia ha crecidos menos, tiene más alta tasa de paro, que Francia y, por supuesto, Alemania. Sin embargo, Italia ha hecho un esfuerzo fiscal, visible en el superávit primario, más intenso que Francia, pero también incluso que Alemania. Hay que observar el insultante superávit exterior de Alemania, que denuncia el fracaso de la devaluación interna y el austerismo como solución de los problemas del euro.
Es decir, Italia ha cumplido mejor con sus obligaciones de austeridad, lo que viene a demostrar que esta receta y la devaluación interna, en un tiempo de estancamiento y deflación (véase que está en inflación cero), son perjudiciales para la salud económica: se consigue un superávit exterior, signo inequívoco de que la demanda interna - y de la Zona Euro - es deficiente. Al no crecer, la Deuda/PIB no mejora, y sigue en el 130% de PIB, pese al superávit primario. 
Italia es un país encorsetardo fuertemente, que cuando tenía su divisa crecía con fuerza (2,5% anual entre 1980-90), que ahora este probablemente un 30% sobrevalorada, y que no puede tomar decisiones decisivas porque sus instituciones - el Senado - son redundantes y descentradas, y boicotean las decisiones del parlamento. Es lo que trata de corregir Renzi con su referéndum de hoy, pero de momento ha conseguido dividir al país en dos. Será menos malo para todos si gana, pero la tarea que le queda después es hercúlea, no sólo para reformar la Constitución, sino después para hacer reformas económicas "de oferta" estructurales. Éstas, con su lento resultado, no garantizan La Paz social de un país profundamente dividido que necesita ante todo crecer, crear empleo, y esperanza de futuro. Pero en Europa, dentro del estrecho marco diseñado por Alemania, no hay otra salida. 

¿Tendrá algo que ver el euro? Desde que la majestuosa moneda nació en 1999, Italia ha crecido un 6%, es decir, un estancamiento de 17 años. Compárese con el 25% de Alemania o Francia, o mejor, con el 40% de Reino Unido. Italia está hundida, y en deflación además, que añade más cadenas al volumen de deuda. 
Y ahora, vayamos a Francia. En Francia a surgido un nuevo líder e la derecha, Fillon, un liberal partidario del mercado. El liberalismo siempre ha fracaso en Francia, si no en las urnas, después, en el ejercicio del poder. Así que es difícil imaginar a todo un liberal ganando las elecciones, y, si gana, es fácil imaginarlo perdiendo sus enfrentamientos recurrentes con los sindicatos. Es lo que ha pasado siempre. Recuérdese las sucesivas dimisiones de primeros ministros, como Juppé, cuando han querido flexibilizar el mercado de trabajo. Así que va a ser un duelo interesante entre Le Pen, de la cuerda de Trump, populista y deseosa de cargarse la UE y la globalización, y un liberal francés. Francia es un país profundamente colbertiano, de Colbert, al que no hace falta conjurar para que todos a una le sientan íntimamente francés. 
Y las intenciones - o sueños - de François Fillon no son medicina dulce: recorte del gasto público en 100 mm, 500 mil funcionarios menos, acabar con la jornada de 35 horas del funcionariado, amemtar la edad de jubilación gradualmente a los 65 años... indigerible para los sindicatos, los más fuertes de Europa. 
Sin embargo, hay que reconocer que Francia necesita urgentemente reformas de sesgo liberal. Tiene la presión fiscal del 56% más alta de la UE.
Difícilmente va a sostener el paso económico de Alemania, su parterner en el liderazgo de Europa, con una diferencia de 13 puntos porcentuales del gasto público sobre el PIB. 
Desde el lanzamiento del euro el peso de las instituciones en Europa ha cambiado significativamente. La Comisión ya no es más que un "recadero" de los paises fuertes, que en realidad solo es uno: Alemania. Las decisiones son negociaciones entre naciones en las Cumbres europeas, con la única resctriccion de que Alemania y Francia tienen un acuerdo no explícito en que, en temas fundamentales, votan unidas. 
Todo esto no sería relevante y preocupante si hubiera un proyecto convincente de vida en común y solucionar los problemas poniendo todo el peso de cada uno en la convicción de que el camino elegido es el correcto. Pero el capital político se ha despilfarrado en parches, en seguir dando patadas a la lata por el camino, y mientras han ido creciendo los verdaderos enemigos del pueblo en cada país, con vestimentas muy distintas, pero con efectos potencialmente devastadores. 

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