"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 15 de junio de 2017

La donación de Amancio Ortega y su rechazo

Amancio Ortega ha hecho donaciones a la Sanidad Pública para la adquisición de aparatos oncologicos de última generación. Esos aparatos pueden salvar vidas. La donación ha sido rechazada - escupida, podríamos decir - por Aragón, y no sé si alguna CCAA más. La razón alegada es que la Sanidad pública es un servicio público y no debe ser mezclada con donaciones de ricos opulentos que así consiguen rebajar su débito fiscal. 
La donación es un sistema totalmente normal en EEUU y otros países. 
La esencia de esta figura es que el particular donante dirige el gasto público a donde él desea hacerlo, aparentemente. Luego sí podría ser considerado una injerencia en la asignación de éste. 
Pero si se tiene en cuenta que dicha donación libera recursos públicos para otros usos, lo único que hace es aumentar el total de dichos recursos, pudiendo ese aumento ser destinado a donde el Estado considere oportuno. 
Por lo tanto, si la donación va a cubrir verdaderas necesidades, no hay por qué considerarla una injerencia. Al contrario, hay mucho ejemplos de gasto público muy mal asignado, desatendido y superfluo, como se vio que hicieron las autoridades locales con el Plan E de Zapatero para paliar la crisis, en 2009. Se aumentó la deuda una barbaridad para construir instalaciones lúdicas e inútiles  ahora abandonadas. España es un jubileo de gastos públicos superfluos pagados con deuda. 
Lo que supongo que no puede aguantar algún idolatra del sector público es que un particular administre mejor los recursos que el Estado. Pues sí. Esto en España es muy normal, porque los recursos públicos se despilfarran con gran donaire, o se los mete en el bolsillo el político de turno, y claro, es muy sonrojante. 
Ojalá hubiera más gente como Amancio Ortega que metiera en cintura a políticos de medio pelo sin moral ni conocimientos. 

 

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