"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 27 de noviembre de 2017

El estancamiento de Europa y el liderazgo de Alemania

El Financial Times ha tenido la buena idea de organizar un concurso entre estudiantes de alto grado europeos, sobre sus visiones del futuro de Europa. Pueden leerse los seis ganadores en el FT, pero a mí me ha llamado la atención la madurez del escrito por Enrico Ellero



sobre la degradación que se avecina del liderazgo de Alemania. Puede adivinarse detrás del escepticismo de Enrico un cierto aire a su compatriota Maquiavelo, quizás no casual. 
¿Razones? En síntesis, él observa que el liderazgo del mundo desde la Segunda Guerra Mundial por los EEUU de America se ha basado en el Hard Power (militar) y Soft Power (cultural). El poder económico no es suficiente. Alemania no tiene ninguno de los dos. Hubo un tiempo en que era considerada el parachoques de una posible invasión sovietica , pero con el fin de la guerra fría fue reduciendo su presupuesto militar y ahora no llega ni al 2% de PIB exigido por la OTAN. 
En cuanto al liderazgo cultural, no hay más que ver lo que piensan los demás países de Europa, especialmente los mediterráneos. Podemos compararlo con la invasión de la cultura americana, especialmente cinematográfica y musical, desde los años de entre guerras del siglo pasado, y que no ha cesado todavía. No quiero decir que la música y el cine hacen al líder, obviamente, pero ¿no es un síntoma que no tengamos ni zorra del anémico cine alemán? Lo que está claro es que este tipo de invasiones, deseado o no, no se frena con burocracia. Si se puede notar un liderazgo cultural francés, que llega a muchas zonas de EEUU, pero es una cosa que los alemanes no sienten la necesidad de imitar. 
Además, Alemania tiene el lastre de ser la culpable de haber impuesto una política monetaria y fiscal contraproducente contra la crisis, y ese sanbenito le va a durar lustros. 
“Par dessus le marché”, como dicen los franchutes, las últimas elecciones han abierto una enorme brecha en el mismo centro del arco político, con la defección además de los liberales de un gobierno de coalición, por la razón de que no acepta aumentar el presupuesto de un organismo europeo esencial, el SME, que ha de potenciarse perentoriamente para paliar la próxima crisis financiera. Este portazo al gobierno que se esperaba de Merkel con los liberales ha sido un portazo a Europa. (Ver el último artículo de Wolfgang Münchau)
El liderazgo de Merkel, la única que mantiene una visión europea, está “en panne”, y si no se retira para dejar paso a otro es posible que haya nuevas elecciones, de resultado peor aún para ella. En definitiva, ella es el centro, más o menos el centro europeo, y por el horizonte asoman los bárbaros de la extrema derecha, que se pueden definir fácilmente diciendo que se niegan a expurgar del partido a los admiradores de Hitler. 
De modo que, aparte de no cumplir con las condiciones esenciales de liderazgo que nos apunta Enrico, es que dentro de poco el concepto de Europa para el futuro gobierno alemán va a ser ligeramente - o gravemente - distinto. 
De momento, los sueños de Macron de reformar Europa (para poder reformar Francia) han quedado tocados. ¿Qué tiene que ver Macron, presidente francés recién y brillantemente elegido, con el liderazgo alemán? no le beneficiaría la debilitación de Alemania? Europa ha sido siempre una cosa entre dos, Francia y Alemania. Francia se ha debilitado mucho los últimos años por su loca política social, que ha llevado la presión fiscal a rozar el 60% del PIB. Macron ha conseguido imponer una brecha en el poder sindical, pero un gran proyecto de un ministro europeo de finanzas ha volado. Europa ha quedado seriamente tocada en las elecciones alemanas. 
Al final, Enrico pone en duda que Europa no sufra las consecuencias de ser liderada por Alemania. Lo que está en duda es que en la próxima crisis, que puede venir por cualquiera de las amenazas latentes (Rusia, inmigrantes, separatismo, etc) habrá suficientes recursos comunes para hacerles frente. 
Lo que es pueril es pensar que podemos seguir en el alero eternamente. 

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