Repesuzco aquí un trozo de la entrevista en el Mundo de García de Cortázar gran historiador (por cierto, jesuita) sobre este punto:
Se suele señalar que las zonas de Cataluña donde el independentismo es hegemónico son aquellas de fuerte arraigo carlista, ¿es una coincidencia? En absoluto, el nacionalismo, como hijo del carlismo, prendió con fuerza en las zonas donde se atrincheraron las fuerzas contrarias a la España constitucional. El catolicismo fundamentalista, la demonización de un liberalismo progresivamente abierto a los sectores populares, el miedo a la modernización social y política que experimentaban los Estados europeos de la época, incluido España, constituyeron las principales señas de identidad de la ideología carlista, que se adueñó de una parte de la Cataluña rural. Donde hubo carlistas, hubo curas y hay independentistas. Alrededor de casi todos los nacionalismos conservadores se apiñan los curas en tal número y con tanta fogosidad que no pocos politólogos vienen destacando la importancia de la contribución cristiana a la propagación de dicha ideología. Se esgrimen distintos argumentos. El clima emocional que envuelve al comportamiento religioso prefiere antes las cálidas y piadosas abstracciones de la nación o pueblo que las frías y materiales reivindicaciones de la clase social.
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