Este es el famoso cuadro presentado en ARCO por un amigo de Roures (Robles, en su original versión).
Representa fotocopias pixeladas de procesados por golpistas contra el estado o etarras que dieron una paliza a unos guardias civiles de permiso. Gente sublime, vamos.
Los melifluos se han rasgado las vestiduras en nombre de Arte y la Libertad de expresión. ¿Arte, Libertad de expresión? Y un cuerno. Ni eso se puede llamar Arte sin mentir, ni la libertad de expresión es absoluta. Como dice Boadella, que ha sido procesado y encarcelado por algunas de sus obras, “los artistas somos ciudadanos sujetos a las leyes, no estamos en un escalón superior de exonerados de las leyes”.
Lo peor, las expresiones hipócritas del ministro de cultura, “que gran error” haber retirado el cuadro por parte del galerista. Señor Méndez, o Mendaz, baronet de Claret, ¡siempre se le ve tan satisfecho de sí mismo! mayor error cometió ud cuando retiró de su despacho el retrato de Unamuno por Solana, a saber por qué. Desde luego eso sí es una obra de arte, así que le sugiero que compre la obra polémica de ARCO y la coloque en su despacho. Todos saldremos ganando en expresión de la verdad que es este gobierno de paniaguados. Y de paso a lo mejor podemos los demás disfrutar de la obra de Solana en el museo Reina Sofía, de donde procede.
ARCO es una gran mierda que todos los años trae polémica, curiosamente por razones políticas disfrazadas de artísticas, lo que es mentira. Naturalemente, es una feria con dinero público. Son las que invitan a molestar e irritar a los ciudadanos, que acaban viendo cero Arte. Los periodistas se ponen muy refitoleros y cursis para comentarla, “¡el Arte, el Arte!”. No todo es oro lo que reluce bajo el sol.
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