Me pregunto si será igual en otras latitudes, y veo que el Financial Times es todo lo contrario. Gran espacio a Italia, riconcito para los paletos de Hollywood.
Las elecciones italianas son una vez más la importancia del peso nacional como lastre en el avance europeo, por un resultado indescifrable, salvo que los partidos anti sistema han ganado claramente. Eso sí, Guillermo del Toro ha ganado dos estatuillas oscarizadas, y McDormand, excelente actriz, ha puesto en pie a las mujeres con su demagogia.
Vivimos tiempo de Posverdad. El movimiento feminista ha logrado una victoria aplastante, pero el carrusel debe seguir girando. Hay que inventar nuevos frentes. Para ello basta renombrar la lucha contra la pobreza como una lucha feminista, con lo cual vamos a salvar sólo madres, a los padres de familia que ldpc. Mejor parejas de lesbianas, porque ya se sabe que los hombres son todos iguales: unos maltratadores. Eso sí, a la magnífica actriz McDormand sólo le preocupa lo que pasa en los despachos, no en los cócteles. No se conforma con hacer bien su trabajo,
Las feministas quieren conquistar despachos, cuantos más mejor. Están hambrientas de estadísticas que las emparejen con los machos, da igual la eficacia. Pero cuando consiguen uno, como Janet Yellen la FED, no hacen muchas celebraciones. Quizás la Yellen no tenía suficiente glamour y demasiada profesionalidad, muy respetada en el gremio. Con toda naturalidad Yellen sucedió Bernanke, y Powell a Yellen. Eso no basta. Quieren ir a por los CEOs de la banca privada, pero en Europa por intervención de la ley, que debería estar para otras cosas. A esto lo llamo yo no segregación positiva, sino cuponazo.
No les digo yo que no tengan razón, digo que están diseñando un nuevo mundo que ya veremos como queda. Porque desde luego, ellas no han renunciado a la belleza cegadora. Las mujeres son ahora ensimismadas en su coraza cosmética, a la vez que tiene un látigo de ejecutivo que usan sin Piedad contra los hombres a su alcance. Tienen niños a los que muchas no hacen ni puto caso. Se divorcian, y los hijos aprenden enseguida las virtudes del chantaje a uno y al otro. Veremos en qué acaba esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario