"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 19 de abril de 2019

No alimentar a la Bestia

Por medio de El País me entero que The Economist ha pedido el voto para Sánchez, supuestamente el voto de la estabilidad económica; no estoy para nada de acuerdo. 
Como dice Ignacio Varela en El Confidencial, Sánchez hace una especie de círculo vicioso argumental: vótenme, porque si no tengo bastante escaños, tendré que aliarme otra vez con la chusma de los independendistas, y ay! no me gusta, pero las cosas están así. 
No sólo eso, sino que hay gente “sensata” que le compra el círculo vicioso y dice que Pedro es un candidato serio, no independentista, totalmente respetuoso con la Constitución.
Es un argumento de trilero, que le dice al incauto “dónde está la bolita”, y piensa (que como me lo adivines te vas a enterar). 
Sánchez se adjudica poderes taumatúrgicos com los que gracias a ellos el será el freno a los desmanes de los secesionistas. No es él sino, las Instituciones vigentes, las que pueden reconducir el problema. 
El análisis que hace Varela de las argucias de Sánchez le desmonta completamente como candidato fiable. Leámosle:

Sánchez es especialista en prometer lo que no está en sus manos cumplir o incumplir. Aquí la trampa consiste en insinuar que la independencia de Cataluña o el derecho de autodeterminación dependen de la voluntad del presidente del Gobierno. No sucederá ninguna de esas dos cosas, al margen de que el presidente sea Sánchez o cualquier otra persona. Ni siquiera Torra en la Moncloa podría hacer posibles la autodeterminación o la independencia. Porque están radicalmente fuera de la Constitución y cualquier movimiento gubernamental en esa dirección sería cortado de forma fulminante por el Tribunal Constitucional(salvo que antes se reforme la Carta Magna para habilitar la secesión, lo que está completamente fuera del alcance de Sánchez).

El compromiso es tan gratuito —por tanto, tan fullero— como si asegurara que con él de presidente no habrá pena de muerte en España, que no enviaremos misiles nucleares a China o que en invierno hará más frío que en verano. En este postulado, el truco semántico es presentar lo accidental (“mientras yo sea presidente”) como lo esencial.

La formulación honesta de un dirigente responsable sería decir que con esta Constitución la independencia de Cataluña es imposible, gobierne quien gobierne. Pero eso no le sería útil para la campaña.

Otra falacia de Sánchez es,

- “En Cataluña no hay un problema de independencia, sino de convivencia”

A lo que responde Varela, 

Hay un problema de convivencia porque se ha creado un problema de independencia. No se puede honradamente afirmar el primero para eludir el segundo. El 'procés' no es el producto de un previo clamor social, sino de una estrategia incubada en la cúpula política del nacionalismo. Si Mas y compañía no se hubieran lanzado a la aventura secesionista, la convivencia cívica en Cataluña no estaría destruida para varias generaciones.

El planteamiento de Sánchez es tan falaz como si en tiempos de ETA alguien hubiera sostenido que en el País Vasco no había un problema de terrorismo sino de convivencia. Es confundir interesadamente el efecto con la causa. Aún peor, manipular el efecto para camuflar la causa.

Otro ejemplo es su afirmación, 

- “La solución es ampliar el autogobierno sin reformar la Constitución”. Dice Varela, 

Reconozcamos que, al menos, esta mentira es nueva. Hasta Rubalcaba admitió que para llevar el autogobierno de Cataluña más allá de sus límites actuales hay que pasar por una reforma de la Constitución. El problema es que ello exigiría un consenso transversal que Sánchez es incapaz de articular.

Sánchez es un peligro tanto si tiene mayoría suficiente o no para desligarse de los secesionistas, porque es muy posible su alianza con Unidas (perdón)-Podemos, que le exigirán y darían tirones al gobierno - Sí no están en él - una España desmembrada dados los socios que tienen en el PV y Cataluña. 
Éste es el problema mayor de España, no porque crea que se va a romper ya, sino porque se ha generado, por debilidad del gobierno central (éste y el anterior), una sociedad desequilibrada y agobiada en el día a día en Cataluña. Decía en un post de ayer, en Inbestia

Cataluña es un cáncer que va a durar decenios, desgraciadamente, y va a estar alimentado por fuerzas internas y externas. Ha alcanzado ya en la calle un grado de tensión patente en gente que conozco, que ha hecho o está haciendo el petate para marcharse. Catalanes de toda la vida, con sus pasiones bien enraizadas allá - como el Barça -, cambian sus viviendas con un gran sacrificio personal y económico que el gobierno de España, sea el de Rajoy, sea el de Sánchez, ha desdeñado y no ha tenido a bien enfrentarse con ese problema español tan lacerante y corrosivo. Que sea por razones de más o menos apoyos parlamentarios, no me parece excusa ni siquiera mencionable. 

Y es en eso en lo que discrepo con el editorial: Sanchez nunca va a defender a los catalanes no separatistas, por lo que la tendencia a escapar para salvar la normalidad familiar, y el empoderamiento de la brutalidad secesionistas, será una lucha desigual hasta que tengan ventaja apreciable. Entonces... Ergo, sólo veo en la derecha más o menos empuje en este problema que no se piensa con la gravedad debida.

Mientras se diga que hay margen de negociación del gobierno con los Torra & co., se está diciendo que no se van a respetar los derechos de la mitad o más de los catalanes, las verdaderas víctimas de esta locura. Tenemos un escenario de conflictos abierto para décadas. 

1 comentario:

Pablo dijo...

Que los del Bresick (perdón por el juego de palabras) nos den consejos (no solicitados) a los demás tiene su guasa. Los SWINE (acrónimo de Scotland, Whales, Ireland North y England además de "cerdo" en el sentido más peyorativo del término) todavía no se han reconciliado con su triste realidad presente.