"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 4 de julio de 2020

4 de julio

Valle-Inclán decía que era feo, católico y sentimental. Bueno, lo decía de su personaje el marqués de Bradomín, que cualquier día descubren las LGTBI y lo censuran o lo queman en un pira pública. Menos mal que son incultas. 
Yo no puedo llegar a decir lo de Valle, ya me gustaría. Pero este día 4 de julio - como vivo sin saber el día que es, me lo recuerda de casualidad el artículo de mi venerado Girauta en el ABC - me anima a definirme como católico (educado en colegio de curas), del Real Madrid (indispensable el fútbol en mi educación), y un admirador irredento de EEUU, los tres pilares de mi educación sentimental. Esto último se debe a que me eduqué entre pelotazos a un saco de cuero lleno de trapos, comuniones tras confesión, y un cine del colegio al qué no solo iba los domingos, sino que el jueves teníamos cine forum. Y los Hermanos de mi colegio tenían un buen gusto exquisito y una inclinación loable por el buen cine americano, el mejor sin duda alguna. 
Nací al uso de razón entre wésterns y pelotazos, mientras que la religión, que poco a poco abandoné, me dio una visión ordenada del mundo y la vida, una visión imprescindible en la infancia para juzgar entre el Bien y el Mal. Además, eso nos daba una cosmovisión en la que todo encajaba.
Tuve una infancia feliz no sin los típicos traumas infantiles, que ahora me parece naderías. 
Pero lo que no perdí nunca mi americanismo, que poco a poco fui cultivando y racionalizando, pese a la fiebre típica juvenil de devaneo con el marxismo y socialismo, del que me vinieron a sacar buenos amigos que me abrieron las puertas a lo que Popper llamaba la “Sociedad Abierta” una lectura fundamental de maduración. 
Por lo tanto, pude retomar, y con más seguridad, mi americanismo, o más bien mi angloamericanismo, debiéndonos la primera parte a que mi madre, francesa, me compraba libros infantiles ingleses. 
Si hay dos países por los que he sentido devoción sin saber muy bien por qué, son Inglaterra y EEUU: la fuente, el cine y la literatura.
Pero hoy se celebra el 4 de julio, Día de la Independencia americana, tal día del año 1776. 
Sin este día el mundo hubiera sido muy distinto, aunque yo creo que se daban unas condiciones (geográficas y culturales) muy maduras para los más americanos se independizaran. Un cierto destino marcó el resultado.
Y es que los primeros colonos habían organizado desde el principio un sistema social fundado en el cristianismo protestante (abierto, sin rechazar el catolicismo), de igualdad política de todos los habitantes, organización que se fue consolidando a medida que se formaban y crecían las colonias hasta que fueron 13, todas con sus características, pero todas democráticas y gobernadas por políticos elegidos. Jefferson decía que la verdadera Constitución fue la que hicieron los primeros colonos. 
Era el primer país que se fundaba de abajo arriba literalmente.
Si quieren ver una película que muestra a la perfección el respeto que se tenia en EEUU por esos principios, les recomiendo la película “El hombre que mató a Liberty Valance”, una película de una hondura difícil de encontrar sobre la lucha entre la brutalidad y el Derecho que aquellos colonos habían creado. (Muy pronto John Ford se convirtió en mi director favorito.)
EEUU ha marcado el siglo XX. Su decisiva entrada en las dos guerras mundiales evitó que ahora el sucesor de Hitler dominara Europa; no sabemos cómo sería el continente, lo que sabemos es que la firmeza de una Inglaterra casi derrotada, y la entrada de EEUU, definieron lo que iba a ser hasta hoy. Pero su expansión fue también cultural, y la gente no se da cuenta cuánto les debemos en música, cine, literatura, etc.
Después de la II Guerra, comenzó casi de seguido, la guerra fría con la Rusia soviética. La actitud firme de EEUU, reforzada por sus Fuerzas Armadas, impidieron que Europa se convirtiera en un dominio soviético.
EEUU tiene muchos defectos, claro, quién no, pero les debemos mucho, mucho más que lo que se enseña en las Escuela donde se educa a detestar a EEUU en nombre de una ideología ni siquiera socialdemócrata, pero ante todo antiamericana. Es difícil en España no respirar ese antiamericanismo, que yo mismo viví en el colegio. 
Sólo puedo concluir que han marcado el rumbo de Occidente un siglo, y les necesitamos todavía. 

2 comentarios:

Pablo dijo...

Me has tocado una fibra sensible. La escena de Liberty Valance en la que James Stewart enseña a sus alumnos (humildes trabajadores que no han tenido antes la posibilidad de ir a la escuela) en que consiste la democracia y sus derechos como ciudadanos me conmueve aun más cada vez que la veo.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Es un pedazo de películón. John Ford es el Shakespeare del cine, aunque Jl Garcí dice que con el tiempo, Shakespeare será el John Ford de la literatura, :-))