"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 18 de noviembre de 2020

La migración y sus corifeos

Empecé a sospechar de la teoría positiva de la inmigración cuando me di cuenta que los progres se habían apoderado de ella y la habían incorporado a su acerbo ideológico, como el feminismo, ecologismo, y otras flores que eran más o menos originales del jardín del liberalismo austriaco o de otros lares. Al último liberal que oí pronunciar alabanzas de la emigración fue a Mario Vargas Llosa, en uno de aquellos artículos del País en los que parecía “examinarse” de su curso intensivo de trasvase, con armas y bagajes, del socialismo al liberalismo puro y duro, hayekiano, hasta hacerse un maestro consumado. En aquellos artículos, seguramente recuperables, Vargas Llosa nos daba una lección cum laude de sus lecturas apresuradas de Von Mises y Hayek. En aquel al que me refiero, mostraba contundentemente su nueva convicción de que los movimientos migratorios eran buenos, pues mezclaban las etnias, cada una con su acerbo, que beneficiaba tanto al pueblo inmigrante como al receptor bendecido. 
Y hete aquí que repentinamente, casi sin solución de continuidad, me encuentro un artículo científico de un compañero de BdE, rojo amapola, defender la inmigración indiscriminada en España y Europa. 
Hombre, le dije, eso serán positivo siempre que se le se exija una adaptación sincera a las leyes y costumbres del país receptor, más si es un país demócrata y la etnia recibida no comulga bien con el grueso de la masa cultural de país receptor, empezando por la diferencia de lengua. Que menos que un mínimo de aceptación de las leyes democráticas, juramento de la Constitución, etc. Como ha hecho modelicamente EEUU, mostrando el único camino posible para evitar rupturas irreversibles. 
Si por supuesto, me respondió, pero no cambió ni una coma de su texto. A él concretamente, la democracia burguesa se la refanfila, como a gran parte de sus compañeros.
¿Qué había llevado a los rojos (creo que fue después de la caída del muro de Berlín) a un cambio del Stalinismo a Von Mises? El comunismo había sido expansionista, pero por la conquista, en todo caso por la conversión más o menos forzada, del resto del mundo. Estaban tan seguros de sus ideas que no dudaban de que con el tiempo todo el mundo se convertiría. Eso, sí, en la realidad, siempre tan peculiar y autónoma, cuando un país “se convertía”, no se sabe por qué pero no se hacían amiguitos, y por ejemplo la URSS se enemistó a muerte con China. Y así sucesivamente. Que yo sepa no ha habido nunca una fusión - no digamos ya relaciones cordiales - entre países comunistas, salvo por la bota férrea de la URSS sobre los países del pacto de Varsovia. 
Y hoy es un elemento más de la ideología de izquierdas que las migraciones son excelentes, sobre todo de países pobres a países ricos, capitalistas y susceptibles de romperse ante la invasión. 
Porque de eso se trata, de invasión lenta, pero eficaz, de destrucción por la base de los países mas avanzados, más democráticos, y más inermes ante el fenómeno, como cuenta Douglas Murray en



Donde explica minuciosamente las causas de la decadencia europea, empezando por la sumisión indefensa a la inmigración, incontrolable a partir de una línea en que se pierde el control, como le está pasando a Inglaterra. 
De modo que yo sólo veo una razón para esta conversión “post muro de Berlín” a las bondades liberales. ¡Pobrecitos, los liberales, que se han quedado en una burbuja llena de insignificancia! ¿Que dirá Vargas-Llosa ante la invasión actual de miles de marroquíes en Canarias, de la que la mayoría española no se entera? La está fomentando un gobierno social-Comunista.
Conste que reconozco razones económicas-demográficas para aceptar una inmigración regulada. 
Pero,  repito, no hablamos de inmigración, es invasión. Véase Francia. O Bélgica, con ciudades donde la policía no puede entrar. Por no hablar del caso de Inglaterra. Es una bomba de relojería en que los años pasan a favor de la implosión. En el ejemplo de Inglaterra que nos cuenta Murray, parece que la población nativa pasa del tema, y los políticos lo ven un problema irresoluble.
Bueno, ¿pero no eso eso lo que hicieron los bárbaros con el Imperio Romano, y al final surgió Occidente? y digo yo, los millones que quedaron en las cunetas de los siglos de Edad Media, en la que lo único que primaba era la inseguridad, la indefensión, el hambre, la peste? Ah, qué felices aquellos siglos ¿no es cierto? 
Nuestra civilización, que algunos, muchos, odian, está en peligro. No voy a explicar aquí por qué hay que defenderla - si es que se puede todavía. A mí me basta que los comunistas sean enemigos para tener una razón. Sé de cierto que es la que menos hambre y más Libertad ha gozado. Pero que cada uno se busque la suya. Según Vargas Llosa,

Las políticas antiinmigrantes están condenadas a fracasar porque nunca atajarán a éstos, pero, en cambio, tienen el efecto perverso de socavar las instituciones democráticas  (¿?) del país que las aplica y de dar una apariencia de legitimidad a la xenofobia y al racismo y de abrirle las puertas de la ciudad al autoritarismo. Un partido fascista como Le Front National, de Le Pen, en Francia, erigido exclusivamente a base de la demonización del inmigrante, que era hace unos años una excrecencia insignificante de la democracia, es hoy una fuerza política respetable que controla casi un quinto del electorado. Y en España hemos visto, no hace mucho, el espectáculo bochornoso de unos pobres africanos ilegales a los que la policía narcotizó para poder expulsar sin que hicieran mucho lío. Se comienza así y se puede terminar con las famosas cacerías de forasteros perniciosos que jalonan la historia universal de la infamia, como los exterminios de armenios en Turquía, de haitianos en la República Dominicana o de judíos en Alemania.

¿Quizás habría que prohibir a Le Pen?
Como decía Ortega Y Gasset, “el hombre no es naturaleza sino historia”, y es difícil, sino imposible, mezclar historias tan distantes. Yo la próximas vez, si voto, lo haré al partido para el que sea prioritario esta cuestión. 
NOTA: les recomiendo el artículo de 
Stephen Smith citado por Pablo

4 comentarios:

Pablo dijo...

La situación normalmente debería ir por estos derroteros: https://t.co/UlJCBcgnLU?amp=1
Es imposible no acordarnos de esa novela apocalíptica, El desembarco, de Jean Raspail. Millones de desventurados se abalanzan sobre Europa y Norteamérica y nada puede detenerlos porque nuestra civilización nos impide defendernos de la única forma posible contra un ejército desarmado pero despiadado que no tiene nada que perder y todo que ganar.
No se puede descartar nada dirigidos como estamos por una banda mafiosa e inepta. ¿Hasta cuándo tensará la cuerda el gobierno marroquí? ¿Cuánto nos costará el apaciguamiento esta vez?

xxavier dijo...

Una sociedad débil, que no sabe ni quiere defenderse, merece ser derrotada por quienes merecen la hegemonía porque tienen la voluntad de imponerse. Por eso, la decadente Europa merece ser ocupada y derrotada por el islam asiático. Vae, victis...

Pablo dijo...

La señora Oramas está impecable en esta entrevista, sobre todo en la descripción del gobierno (si se puede llamar así) actual.
Por cierto, ese Rey del que habla que contribuyó sustancialmente a resolver la crisis de los cayucos del 2006 es el exiliado Juan Carlos l, objeto de todas las mofas y escarnios.

Pablo dijo...

https://www.elmundo.es/espana/2020/11/20/5fb6e727fdddffb83e8b46a8.html