Y es que las cosas se presentan sombrías para Europa y sobre todo, para España. En esta última, el crecimiento del cuarto trimestre será negativo (como en buena parte de Europa), diga lo que diga el gobierno. En Europa, el BCE reduce el crecimiento esperado de 2021 del 3,9% al 2,5%.
Es decir, muy bien por la acción, pero sería mejor noticia ver briznas de luz al final del túnel. Y es la única interpretación que cabe hacer del tipo negativo en la emisión española. Las cosas están mal. Así que los que se alegran, que le den una vuelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario