"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 6 de diciembre de 2020

Hay que estar muy ciego...

Hay que estar muy ciego para no ver los fines de este gobierno. Hay que estar muy ciego para no ver que están a dos pasos de conseguirlos. Hay que estar muy ciego para pensar que en “las próximas elecciones” todo volverá a su orden. 
Porque me temo que no habrá “próximas elecciones”, en el sentido habitual del término. La amenaza reiterada de Pablo Iglesias, vicepresidente del gobierno, al afirmar a la derecha de que “nunca volverán a gobernar” no es pensando que lo van a hacer tan bien que les va a votar riadas de gente y van a renovar el gobierno. Eso lo desdeñan. Los sondeos actuales les dan una gran pérdida de escaños, y sería lógico porque desde una óptica normal van a fracasar, creando un país quebrado. Sin embargo, no parece preocuparles, lo que señala que tienen un plan para hacerse con el poder para siempre. Que ese plan funcione o no, depende de una hipotética oposición a él, pero no la hay. 
Ese plan no lo ocultan. Destronar al rey, acabar o reformar de arriba abajo la Constitución - por supuesto saltándose los procedimientos legales que la parapetan -, y a partir de ahí empezar una lucha entre los hasta ahora aliados - Gobierno social-comunista, separatistas, y otras calañas - para definir un nuevo Estado (no descarto luchas a sangre y fuego entre ellos, al fin y al cabo, compañeros de viaje). Un estado que evolucionará hacia un república comunista, belicosa contra la propiedad privada, rabiosamente anticristiana, y aliada a los países comunistas de reciente cuño que están soñando con implantar su semilla en la vieja Europa. Ejemplo, Cuba/Venezuela, que serán muy pobres, pero tienen sus capataces aquí. 
Hay que estar ciego para pensar que Europa nos salvará y se salvará así misma. Ni siquiera EEUU, cada vez más invadido por consignas defendidas por Podemos, tendrá ganas ni fuerza para evitar el desastre.
Porque sí, es un virus que se extiende por todo Occidente. No tienen más que leer el comienzo del libro “La vuelta del comunismo”, de Jiménez Losantos, para darse cuenta de las coincidencias sorprendentes de las banderas y consignas que hoy ganan la opinión pública en el planeta. Sí, en el planeta, del que España no es más que un rincón donde se está desarrollando este ataque a la Civilización Occidental. 
Oh sí!, parece muy pomposo, exagerado o proposopéyico hablar de las Civilización Occidental, pero hay que estar ciego para no verlo. Las civilizaciones no son eternas, viven crecen, decaen, y mueren, y no es la primera vez que ésta recibe un ataque de muerte. En 1940 los nazis, después de los soviéticos en 1917, estuvieron a punto. Tan sólo los crasos errores del Eje, como no liquidar a Inglaterra, o más tarde invadir Rusia, y Pearl Harbour, se conjuraron para impedirlo. También debemos contar el fracaso de comunismo. Hemos estado viviendo del triunfo occidental de la II Guerra Mundial y de la guerra fría hasta ahora; pero hoy, el factótum de aquel triunfo y nuevo diseño del orden mundial, EEUU, está en decadencia, tanto o más incluso que Europa. No hay más que ver a las estrellas de Hollywood visitando Cuba y Venezuela como a su nuevo dios, ya que han matado al suyo, para darse cuenta de lo avanzado que está la caída. 
El colapso total y sin paliativos del comunismo no sirvió de nada, pues la memoria historia es uno de las más fallidas potencias del ser humano. Se habrán hecho miles de millones de selfies del “Muro de Berlín”, pero casi nadie ha sabido interpretarlo más que como un recuerdo de la victoria “definitiva” sobre el Mal. O al menos, lo que era el Mal hasta hace poco. Incluso vas a Berlín y te sorprende esa convivencia entre los restos del Muro y la vida actual, como si hubieran crecido juntos. 
España está inmersa en esa batalla, aunque nunca ha sido muy pro occidental, todo hay que decirlo. Pero ha sido un país en el que las leyes y las instituciones defendían bastante eficazmente la propiedad privada, cuya eliminación es el eje sobre el que gira todo el núcleo del Comunismo. De ahí que la primera batalla haya sido la de los Okupas, batalla que no ha terminado, pero que van ganando. De aquí hacia adelante, todo lo que se les ocurra. Esto es una cadena de batallas mediocres, perdidas, de acción y legalidad, hasta llegar a la máxima legalidad que es la Constitución, a la que odian porque es un parapeto - no muy sólido, la verdad: ¿no exigía Julio Anguita como su programa comunista “Constitución, Constitución, Constitución”? -. Parapeto contra sus intenciones, que son de carácter irreversibles. Hay que destruir cualquier apoyo que pudiesen usar en contrario futuros oponentes. Pobre Anguita. Qué comunista mas infeliz e ingenuo. Comunista Modelo Marinaleda.
Aquí y allá surgen voces que nos dicen “recuerda”, que esto puede pasar... voces que son deglutidas por la mediocridad reinante controlada por los medios, sobre todo televisivos, modelo “Gran Hermano”. Esas voces ya están empezando a ser perseguidas, gracias a nuevas leyes contra la libertad. No es más que el comienzo en una batalla perdida. Al menos de momento. 

2 comentarios:

Pablo dijo...

Demoledoras y lúgubres palabras. "Abandonad toda esperanza". Siempre nos quedará Europa, parafraseando a Bogart. Pero Europa es muy vieja y está cansada, y tiene muchos problemas y muchos imbéciles. Pero es la única esperanza.
Pero por si acaso, vayamos pensando en las palabras (que serán todo un misterio para las generaciones más jóvenes) de Santiago Abascal: la salvación de España no vendrá de Europa, sino de Móstoles.

xxavier dijo...

Hay que ponerse en el lugar de Iglesias, cuyo objetivo vital es convertir España en una república popular de 'socialismo real' controlada por una coalición PODE-Podemos que ganará todas las elecciones futuras, y no mediante el fraude, sino convenciendo al electorado con la propaganda. No puede dejar pasar esta oportunidad, que seguramente no se repetirá. En cuanto a Sánchez, seguro que comparte esa visión del futuro, porque aunque no sea tan extremista como Iglesias, también es marxista-leninista, y es una vía –plenamente legal, por otra parte– de perpetuarse como presidente y conformar España a su gusto.

Hay quien piensa que la constitución y 'Europa' no lo permitirán, pero conviene tener en cuenta que no habrá necesidad de modificar la constitución, puesto que bastará con modularla en lo que haga falta mediante leyes que el obediente TC refrendará. En cuanto a 'Europa', ya se ha demostrado la inoperancia de las 'instituciones europeas', que se limitan a convocar reuniones para decidir que los problemas pendientes se tratarán en una reunión futura...

Como un levantamiento popular no es posible en estos tiempos, lo único que le queda al español disconforme con estos proyectos es emigrar o adaptarse.