Sin embargo, la UE ha empezado muchos tejados de chiringuitos que a punto han estado de explosionar y llevarse a la UE al limbo, como el mismísimo euro, que salvó el señor Draghi en el último segundo de las tropelías de su antecesor Trichet.
A pesar de Draghi, sigue sin definirse una relación de la moneda única con una Hacienda única, como debe ser en todo Estado serio, lo que son ganas de soñar por ahora. Una hacienda única debería contar con un parlamento unificado, lo que también se me antoja ganas de soñar, porque los países como Alemania están muy bien gestionados y muy a gusto, y recelosos de unirse a otro sector fiscalmente, como para que tal sueño sea alcanzable.
Todo esto es lo que paraliza las decisiones de la UE, que cuanto más se baja en el escalafón institucional mas poder se tiene para poner palos en las ruedas de las decisiones de más arriba.
La que está muy bien como idea, pero ha llegado a su tope. Ya no quedan transferencias de poder decisorio imaginables, y puede decirse que nunca alcanzará una federación creíble. A mi entender cometió el error de separarse de EEUU, con quien estamos en deuda por haber sido decisivo en ganar la II Guerra mundial y el Plan Marshall, además de haber sido el paraguas contra la URSS en la Guerra Fría. Se quiso hacer una UE a imitación de y enfrentada a EEUU, lo cual es pueril, pero catastrófico, pues nació precisamente con el Plan Marshall. Ahora, instituciones tan importantes como la OTAN no funcionan. Al menos antes había un espíritu de colaboración, esfumado hoy. Y mientras Rusia no es la URSS, pero se le parece mucho. Hay, además, otro si desafíos en el horizonte.
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