"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 25 de noviembre de 2022

En sus propios genes

Leo sobre Bitcoin a PP. Valero, en Libertad Digital. Libertad Digital (en la que años ha colaboré), tiene una sobrecarga de liberalismo dogmático que le transmite el instituto Juan de Mariana. Piensan, y escriben lo que piensan, con anteojeras. Hace años escribieron un horrendo papel sobre la estúpida tesis de que si España hubiera adoptado el patrón-Oro, ahora seríamos el pais más rico del mundo. En él se olvidan de los más mínimos fundamentos económicos y de la historia. 
Ahora salen en defensa del Bitcoin, al que, según ellos, se habrían cargado los especuladores. Pero el Bitcoin, dicen, “Se pensaba en el bitcoin como una vuelta al patrón oro: dinero que vale por sí mismo sin depender de ninguna autoridad política o financiera”. La culpa de que no haya sido así es, parece ser, de los especuladores que han emitido millones de Bitcoins y lo han hundido. ¡Vaya, habrá que prohibir la especulación!
Esto es pura entelequia. Para empezar, no quieren ver los hechos. Los hechos son que, desde sus comienzos, Bitcoin fue objeto de especulación pura y dura y sin límite, porque no tiene rentabilidad propia por poseerlo. Los títulos de renta fija son objeto de especulación, pero sólo hasta que sin rentabilidad - que se mueve en sensu contrario a su precio - alcanza un punto en el que los compradores consideran suficiente para volver a comprar. El previo fluctúa entre dos bandas dependiendo de la relación renta-precio.
Bitcoin tampoco es una acción, pues estas tienen un rentabilidad implícita en las expectativas de dividendos, cuota de de participación accionarial en el Consejo (gobierno de la empresa), etc. Si una acción se considera que ha caído por debajo de su precio de equilibrio, se vuelve a comprar y sube. Aparte del “ruido” (producido por especulaciones en corto, etc) que no deja ver el valor de equilibrio a largo plazo, esta especulación es en principio buena. Una acción puede arruinar a más de uno, pero si la empresa tiene futuro, remontará. 
Bitcoin no tiene ningún tipo de rentabilidad, salvo la plusvalía. Basta con que se formen expectativas alcistas para que aumente su demanda constantemente. ¡Sí, lo han adivinado, como el oro! 
Pero eso no hace a Bitcoin candidato al nuevo y salvífico patrón monetario: sería un patrón muy inestable... porque habría un mercado privado cuyas oscilaciones desequilibrarían constantemente la oferta monetaria: como sucedió en el patrón-oro. Los marianistas creen que el Patrón-oro funcionó como un reloj autónomo del gobierno, cuando en realidad fue una patata autónoma... y no tan autónoma, pues el gobierno fijaba la paridad divisa-Oro (primera intervención), y podía devaluar esa paridad en casos de apuro (segunda intervención): eran precios arbitrarios. A veces podía ser recomendable devaluar, pero los gobierno se resistían porque el tipo de de cambio se convertía fácilmente en una cuestión de honor patriótico. Eso llevaba a la resistencia a devaluar hasta que las reservas de oro habían caído a su límite (que podía ser cero). Entretanto, los tipos de interés habían subido percutando contra la economía y el empleo, no menos que sobre el nivel de precios vía deflación). El coste era inmenso, y volver a restablecer una nueva paridad lo podía aumentar si no se acertaba con el precio. 
La demanda sin límite y la oferta limitada de Oro en su mercado libre tenía estos efectos colaterales. Exactamente igual que los tendría Bitcoin, incluso más intensos, pues la oferta de oro al menos  aumentaba lentamente - aunque no lo bastante para cubrir las necesidades líquidas de la economía real. 

Bitcoin como patrón de liquidez sería una deflación continua, incluso igual de perversa o más que la inflación. 
Los del Juan de Mariana creen en el Bitcoin - y se han amargado por la crisis crisis -. Pero es que no tienen ni pajolera idea de la historia del patrón oro, una reliquia barbárica como la llamó Keynes. Parafraseando a Arturo Pérez Reverte, “no tienen biblioteca, tienen consigna”.
Friedman, de derechas, era menos pernicioso que ellos... A éste le rondó por la cabeza restablecer el gold en standard, pero al final se “resignó” a que la oferta monetaria creciera a un 5% anual... Volcker, presidente de la FED, quiso acabar con la inflación de 1980-83 con esa regla, y fue un fracaso absoluto. Se descubrió que si se definía la oferta monetaria como M2 (billetes y depósitos) tendía a dejarse controlar, pero crecían otras definiciones, pues los intermediarios inventan nuevos instrumentos que no entraban en la definición objetivo. Por ese error  - que yo creo que ayudó a prolongar la recesión persistente de esos años - se llegó al objetivo de hoy fijar un objetivo de tipo de interés. 
El patrón-Oro, piensan estos zascandiles, permiten a las autoridades echarse la siesta y no preocuparse de la inflación. Y es verdad en un sentido ¡el patrón-oro produce deflación, no inflación! Es así por la tendencia de la oferta de oro a estancarse o crecer menos que la demanda.

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