
En el cajón de la derecha abajo, vemos que partimos de una deuda exterior del 90% y pico del PIB, mientras Alemania exhibe un Crédito acumulado frente a los demás de un 30%.
El indicador de arriba es de precios relativos: precios a los que vendemos al exterior nuestros bienes y servicios, y que, por una lógica absurda, han subido frente a Alemania. Todo esto quiere decir que Alemania, con una "pole" muy ventajosa, dispone de un mejor motor que el traqueteante motor español. Así, será muy difícil que podamos colocar más productos en los mercados exteriores, y será muy difícil que la renta interior no se desvíe hacia importaciones de centros como Alemania, que han bajado sus precios de exportación.
Todo esto se resume en una cosa: que por mucho que se empeñen los "euristas" que nos han metido en esto, no hay salida. NO HAY SALIDA. Nuestra deuda exterior seguirá subiendo. La de Alemania seguirá bajando, mientras nosotros nos estancamos y ellos crecen con exuberancia. Mientras esto va acumulando desequilibrios, las fuerzas para devaluar irán aumentando. El euro partió de que ya no hacían falta más ajustes cambiarios. Pero la realidad demuestra que los desajustes van aumentando, en vez de disminuir, por lo que las devaluación potencial aumenta geométricamente.
Nosotros nunca vamos a admitir esto, pues los responsables deberían hacerse un hara-kiri, siquiera moral. Por lo tanto, la única salida es que nos echen. Será humillante, pero de momento vamos hacia una salida así, humillante, con un gobierno desgastado por sus propias cesiones, un país centrífugo y rendido ante el chantaje de Marruecos. Que nadie piense que eso no influye en muestra cotización. Un gobierno que va a dar disgustos a sus ciudadanos, y a sus aliados, como ni se imaginan. Es difícil que hayamos tenido peor futuro desde hace décadas. In luyo en eso los peores momentos terminales de Franco. Espero que Zapatero pague un precio personal por ello.
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