Hoy hay un artículo muy recomendable de Ignacio Peyro, "de Brueghel a la Noria", en la "Gaceta", un artículo que se sale de lo habitual (digno de un blog). Le robo el párrafo siguiente (me permito subrayar unas palabras):
"Lo que nos enseña el nuevo Brueghel –El vino de la fiesta de San Martín– es que el hombre no cambia: los ciudadanos madrileños van a que les repartan champagne en la calle de Serrano igual que los campesinos flamencos se amontonaban para recoger un chorro de vino nuevo en honor al santo. Unos pagamos el IRPF como los otros entregaban una rueda de queso a su señor, y en el corazón del hombre siguen luchando –gran motivo de Brueghel– doña Cuaresma y don Carnal. Es curioso que un pintor del XVI haya sabido recoger más verdades de la naturaleza humana que cualquier cantante hip-hopero, cualquier filósofo post-todo o cualquier artista de la banalidad pop. Como quisieron Chesterton y Dickens, en ese Brueghel se recoge aquella vieja alegría, pánica y cristiana, que hizo Europa."
Es que es verdad, por lo que cuentan los cronistas. Por ejemplo, "El otoño de la edad Media" (Johan_Huizinga). La gran alegría, pánica y cristiana, fue una aliada de Europa. Y algo tuvo que ver el vino, ese precioso líquido que no beben los musulmanes (creo que son los únicos de entra las grandes religiones). Aquí está estrechamente vinculado a las fiestas, conmemoraciones, sobre todo religiosas, aunque hace poco Elenita Salgado lo quiso banear. Un indicio más de la incultura de esta gente. Van a la ópera como a la Iglesia, no saben que la ópera era una fiesta para los contemporáneos de Rossini y Verdi. se iban a divertir no a sufrir. Pero esta gente (me refiero e estos izquierdosos sin anclaje) son, ya digo, poco leídos.
Me sorprende que casi nadie se interese en la reproducción. Aquí está.

3 comentarios:
Confirmas entonces que la izquierda que tanto se las da de intelectual es inculta.
Respecto al vino. San Pablo dice en su carta a Timoteo
: "Timoteo: no tomes sólo agua. Mézclale de vez en cuando un poco de vino, por tus continuos males de estómago" (1 Tim. 5,23).
Si el mas asceta de los cristianos recomienda un poco de vino “medicinal”, entonces no hay razón para creer que el cristianismo sea enemigo de la alegría y de las fiestas.
Sí, pero aquí en España se coló un catolicismo ultramontano que se nos ha quedado pegado a la piel. por eso somos tan zafios y groseros en estas cosas. Mira el cine español. Da bochorno.
Es que Elenaa Salgado, nuestra ministra de economía ahora, sospecho que es anoréxica. No sé qué entiende por disfrutar.Quiso joder la fiesta a todos.
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