Para valorar cómo han gestionado las distintas siglas ideológicas, nada mejor que ver cómo se ha comportado el mercado de trabajo ese de que hablan y no paran. Puede demostrarse que sin cambiar las normas, se puede mejorar/empeorar la creación de empleo en cuanto el poder de turno lo considere oportuno. Si el poder el psocialista, entonces la orgía está asegurada, la salud económica no.
de los gráficos que siguen, que me ha costado bastante elaborar por la chapucería del INE (no he visto página oficial estadística más chapucera e inútil), es claro el distinto tono logrado por los partidos que han gobernado España desde la Transición.
En la mitad de arriba dibujo el porcentaje sobre el total de empleo del empleo público (exactamente lo que el INE llama asalariados públicos, cuyo alcance no conozco). Como ven, a la muerte del dictador, el empleo público era el 10% del total. Suarez lo sube rápidamente al 16%. Felipe no se contenta con ello, y le mete dos puntos más, hasta el 18%, cifra en que se va a instalar tras breve interrupción, hasta que llega Aznar en 1996 y lo baja al 16%. Ya Zapatero, en la crisis, le mete otro patadón pa arriba hasta el 18%.
Ideología pura, que bien difundida, crea la clase de menesterosos de los que los agraciados consiguen un puesto en la mamella nacional o autonómica. Esto es una cucaña, pero con un premio gordo pagado a costa de los españoles.
En el gráfico de abajo, el empleo, en millones, creado en el sector privado, que es el que crea productividad, beneficios, inversión, y renta per cápita (los chupa-sangres no se han enterado todavía). Como ven, es un reflejo especular de lo de arriba: Los que crearon empleo público no crearon empleo privado, y viceversa. No quiero decir que las circunstancias no pinten nada; simplemente que la vocación es la vocación.
NOTA: Me temo que entre esos asalariados públicos no están esas miriadas de empresas autonómicas creadas al calor de dinero de papá estado, por lo que las curvas en las líneas podrían ser más acentuadas.
de los gráficos que siguen, que me ha costado bastante elaborar por la chapucería del INE (no he visto página oficial estadística más chapucera e inútil), es claro el distinto tono logrado por los partidos que han gobernado España desde la Transición.
En la mitad de arriba dibujo el porcentaje sobre el total de empleo del empleo público (exactamente lo que el INE llama asalariados públicos, cuyo alcance no conozco). Como ven, a la muerte del dictador, el empleo público era el 10% del total. Suarez lo sube rápidamente al 16%. Felipe no se contenta con ello, y le mete dos puntos más, hasta el 18%, cifra en que se va a instalar tras breve interrupción, hasta que llega Aznar en 1996 y lo baja al 16%. Ya Zapatero, en la crisis, le mete otro patadón pa arriba hasta el 18%.
Ideología pura, que bien difundida, crea la clase de menesterosos de los que los agraciados consiguen un puesto en la mamella nacional o autonómica. Esto es una cucaña, pero con un premio gordo pagado a costa de los españoles.
En el gráfico de abajo, el empleo, en millones, creado en el sector privado, que es el que crea productividad, beneficios, inversión, y renta per cápita (los chupa-sangres no se han enterado todavía). Como ven, es un reflejo especular de lo de arriba: Los que crearon empleo público no crearon empleo privado, y viceversa. No quiero decir que las circunstancias no pinten nada; simplemente que la vocación es la vocación.
NOTA: Me temo que entre esos asalariados públicos no están esas miriadas de empresas autonómicas creadas al calor de dinero de papá estado, por lo que las curvas en las líneas podrían ser más acentuadas.
3 comentarios:
mu güeno,
¿qué tal el frío?
Y las peques? se bañan?
La playa estaba hoy espectacular, de orgía.
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