Las condiciones actuales de EEUU son engañosas: muchos piensan que el tipo de interés tan bajo de hoy es un indicio de condiciones monetarias holgadas, cuando pueden indicar todo lo contrario, como advirtió Friedman respecto a Japón.
El FOMC de la Reserva Federal se reunió ayer y emitió este comunicado. Es un comunicado que ha tenido efectos alcistas en las bolsas, pese a su rebuscada ambigüedad. Hace más énfasis en la vigilancia de la inflación (que sin embargo dice que está cediendo tras las bajadas del petróleo y materias primas) que en los riesgos de recesión, que han aumentado. Lo único que hace es prever -no garantizar- que los tipos del Federal funds rate, o tipo oficial, se mantendrá entre 0% y 0,25% hasta mitad de 2013.
Eso es lo que ha hecho subir las bolsas, supongo que porque esperaban menos. Sin embargo, ya he dicho que es una oferta de pasividad, de no restringir, más que de ampliar la oferta monetaria. Sobre todo porque ha habido 3 votos en contra, lo que indica una fuerte división y una oposición firme a cualquier aumento de la oferta.El FOMC de la Reserva Federal se reunió ayer y emitió este comunicado. Es un comunicado que ha tenido efectos alcistas en las bolsas, pese a su rebuscada ambigüedad. Hace más énfasis en la vigilancia de la inflación (que sin embargo dice que está cediendo tras las bajadas del petróleo y materias primas) que en los riesgos de recesión, que han aumentado. Lo único que hace es prever -no garantizar- que los tipos del Federal funds rate, o tipo oficial, se mantendrá entre 0% y 0,25% hasta mitad de 2013.
Abajo les ofrezco mi visión particular del estado de la cuestión cíclica en EEUU. Las curvas continuas son los tipos de interés a 10 años privados (azul oscuro), la más alta; Bonos del tesoro a 10 años (azul claro); y el bono protegio de inflación (o tipo de interés real) naranja. La línea verde es el FED Fund, o tipo oficial de la FED.
La línea morada de trazos es la inversión empresarial respecto al PIB (escala derecha). Como ven, esta inversión, que es la que aumenta la productividad y cera empleo, está por los suelos, por debajo de la recesión del 2000 y similar a la de 1991.
Sin embargo, los tipos de interés representados están también en niveles históricamente bajos, más bajos que en la anterior recesión. Pero, obviamente, no tan bajos como para estimular la actividad inversora. Esto solo se puede achacar a que la tasa de ganancia esperada por el inversor no llega a cubrir el coste de la inversión, no sólo porque la ganancia sea baja e incierta, sino por un elemento importante: en tiempos de incertidumbre, el miedo a la falta de liquidez impone una prima especial al coste explícito que supone endeudarse. Una empresa necesita un colchón de liquidez tanto mayor cuanto más incierto sea el futuro. Eso es lo que señala precisamente el bajísimo nivel de bono del tesoro a 10 años, al 2,4%. La gente y las empresa prefieren mantener bonos de muy poca rentabilidad porque son muy líquidos.
El coste de financiación de un bono privado BAA está en el 5%, el más bajo desde 1986. Sin embargo, la distancia de este 5% al 2,5% del bono del Tesoro es más grande que nunca: nos está señalando una preferencia neta por los activos líquidos que por los más rentables. Esto, pese a que todas las rentabilidades estén históricamente muy bajas.
El bajo nivel del interés real (línea naranja) corrobora lo que hemos dicho. Como decía Friedman (respecto a Japón) , unos tipos de interés muy bajos no indican una política monetaria muy laxa, sino que anteriormente ha sido muy restringida, por lo que la demanda de fondos para invertir es muy baja.
De ello se deduce, creo, que hay margen para más activismo monetario de la FED, pues la demanda de liquidez es alta, y más en estos días de riesgos múltiples de todos los lados.El bajo nivel del interés real (línea naranja) corrobora lo que hemos dicho. Como decía Friedman (respecto a Japón) , unos tipos de interés muy bajos no indican una política monetaria muy laxa, sino que anteriormente ha sido muy restringida, por lo que la demanda de fondos para invertir es muy baja.
After the U.S. experience during the Great Depression, and after inflation and rising interest rates in the 1970s and disinflation and falling interest rates in the 1980s, I thought the fallacy of identifying tight money with high interest rates and easy money with low interest rates was dead. Apparently, old fallacies never die.
Sin embargo, la oferta de la FED en su comunicado se queda corto, y aumenta las probabilidades de una recaída en recesión

Lo malo es que, después de esto, ¿qué queda? Stiglitz no deja nada para el optimismo: se han dilapidado los recursos de los que se disponía (ver su artículo) y ya no queda ni un gramo de confianza de la gente para los políticos.
"When the recession began there were many wise words about having learnt the lessons of both the Great Depression and Japan’s long malaise. Now we know we didn’t learn a thing. Our stimulus was too weak, too short and not well designed. The banks weren’t forced to return to lending. Our leaders tried papering over the economy’s weaknesses – perhaps out of fear that if we were honest about them, already fragile confidence would erode. But that was a gamble we have now lost. Now the scale of the problem is apparent, a new confidence has emerged: confidence that matters will get worse, whatever action we take. A long malaise now seems like the optimistic scenario."Stiglitz no cuenta con mis simpatías, pero estoy de acuerdo con él. Una nueva confianza se ha generado: la confianza en que todo será peor, hágase lo que se haga. Un largo malestar parece ser el mejor escenario.
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