Merkel (FT) se enfrenta a oposición creciente en su partido y en el partido liberal para aprobar la ampliación de competencias del EFSF, el fondo que sustituiría al BCE en las compras de bonos para sostener los mercados. El problema no es la aprobación misma, sino los votos con los que se consigue:
Lo malo es que estas operaciones pretenden ser limitadas por ser "alegales", no van ni con el espíritu ni con la letra del estatuto del BCE que, repito, nunca fue concebido como un prestamista de última instancia.
Por otro lado, dar luz verde al nuevo EFSF tardará unas semanas. Cuando este organismo pueda, necesitará mucha más capacidad financiera, que los alemanes son renuentes a darle porque se reflejaría en sus propios costes de financiación.
Todo lleva a lo mismo: salvar al euro significa más unión fiscal, y más unión fiscal significa que Alemania admita que su tipo de interés suba para que el de los países del sur disminuya. Se ha estimado en 2pp el aumento del coste de la deuda alemana que sería absorbida por la deuda única, que tendría un rendimiento del 4,8% teórico, lo que se antoja de aprobación imposible por los parlamentos de Alemania Holanda Finlandia Austria.
Luego, suponiendo que se lograra la deuda única, el BCE se vería "liberado" de este tipo de "sucias" obigaciones, y podría dedicarse con plena soberanía a mantener la inflación por debajo de 2%. Lo que acabaría de hundirnos, seguro. Con un objetivo así, no crecemos ni borrachos.
Ms Merkel insists that she will deliver her majority in favour of the deal. If more than 21 supporters refused to back the deal, she would be forced to rely on the opposition SPD and Greens, both of whom are in favour. That would ensure German approval for the eurozone reform package, but it would be politically devastating for the chancellor not to be able to count on majority support from her own ranks, and could cause the government to fall.En el BCE, las cosas no están más plácidas.
En otra página del FT:
Jean-Claude Trichet, president of the European Central Bank, has torn up his institution’s implicit rule book by buying Italian and Spanish sovereign debt. Does this make him Europe’s great defender, who has turned back a near-fatal onslaught by market forces? Or is he rather a Molotov cocktail-throwing radical, tearing down the foundations of the eurozone’s social contract by opening the door to monetised public deficits?
El problema es de volumen relativo de compras y riesgos que ha de afrontar en comparación con las compras que hizo, con el mismo fin, en 2010, para sostener la deuda de Grecia e Irlanda.
He could, of course, be both. It is quite possible, indeed plausible, that the project of monetary union can only survive if some of the premises on which it was founded – such as a ban on using pooled resources to help member states who cannot pay their debts – are jettisoned. If so, Mr Trichet is indeed a revolutionary, but one whose radical measures aim at preserving the established order.
The ECB launched its Securities Markets Programme in May 2010, when the first eurozone rescue of Greece was arranged. It later added Irish and Portuguese bonds to its portfolio. Before this week’s intervention, the SMP held €74bn-worth of government securities from these three countries. That is 14 per cent of the around €520bn of bonds they have outstanding, presumably more if counted at face value. Since Italian and Spanish bonds amount to some €2,250bn, and trade at higher prices than those of the small peripheral countries, the ECB would need to spend well more than €300bn to hold a similar share. If the goal is to induce markets to offer states low-borrowing costs, this amount of bond-buying is clearly far too timid to succeed. Greek 10-year bonds now yield about 15 per cent; Irish and Portuguese ones about 10. Why expect any more success from buying Italian and Spanish bonds?Las compras "alegales" de bonos griegos portugueses e irlandeses la han supuesto 74 mm de €, o un 14% de los bonos que guarda en cartera. Con eso consiguió que los rendimientos no se fueran más allá del 15%. Ahora quiere que la deuda española & italiana se quede por debajo del 6%, para lo cual necesitaría comprar unos 300 mm de €, tres veces más.
Lo malo es que estas operaciones pretenden ser limitadas por ser "alegales", no van ni con el espíritu ni con la letra del estatuto del BCE que, repito, nunca fue concebido como un prestamista de última instancia.
Por otro lado, dar luz verde al nuevo EFSF tardará unas semanas. Cuando este organismo pueda, necesitará mucha más capacidad financiera, que los alemanes son renuentes a darle porque se reflejaría en sus propios costes de financiación.
Todo lleva a lo mismo: salvar al euro significa más unión fiscal, y más unión fiscal significa que Alemania admita que su tipo de interés suba para que el de los países del sur disminuya. Se ha estimado en 2pp el aumento del coste de la deuda alemana que sería absorbida por la deuda única, que tendría un rendimiento del 4,8% teórico, lo que se antoja de aprobación imposible por los parlamentos de Alemania Holanda Finlandia Austria.
Luego, suponiendo que se lograra la deuda única, el BCE se vería "liberado" de este tipo de "sucias" obigaciones, y podría dedicarse con plena soberanía a mantener la inflación por debajo de 2%. Lo que acabaría de hundirnos, seguro. Con un objetivo así, no crecemos ni borrachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario