http://www.elpais.com/fotogaleria/Manifestacion/laica/Madrid/elpgal/20110817elpepunac_1/Zes/13
Valiente manifestante enfrentado a la radiación del crucifijo y los rezos sostenidos agresivamente por unas malevolas niñas que, encima, ponen cara de beatitud. No hay derecho.
En otra foto, un valiente e intrépido ateo -con lo que eso supone de valor heroico- increpa a una niña sin educación, que se tapa el oído con ¡un crucifiijo! y pone cara de paciencia. ¡pobre hombre! el solo ante los elementos ignotos del más allá!, intentando pacientemente aleccionar, como es su obligación, sobre las virtudes del ateísmo racionalista...
Y esas peinetas furibundas, desesperadas, frente a los rosarios! Qué impotencia!
El Papa ha sacado su más mortífera artillería: la juventud alegre e ilusionada. Enjambres de millones de jóvenes se pasean por Madrid elevando varios grados la alegria de una ciudad cocida en el asfáltico agosto. ¡Una treta malévola, maquiavélica, que nos ha cogido con la guardia baja! De ahí el pavor que con ese pobre ateo increpa, rojo de ira, al borde del colapso cardiaco, a la niña que se hace la sorda. Ingrata.
Sí, juegan con ventaja. Por eso ganan por goleada. Por eso la manifa de protesta ha sido patética. Por que les jode que alguien, o millones de alguienes, puedan ser felices fuera de la doxa atea racionalista establecida. Mal asunto, la felicidad no está al alcance de todos.
Valiente manifestante enfrentado a la radiación del crucifijo y los rezos sostenidos agresivamente por unas malevolas niñas que, encima, ponen cara de beatitud. No hay derecho.
En otra foto, un valiente e intrépido ateo -con lo que eso supone de valor heroico- increpa a una niña sin educación, que se tapa el oído con ¡un crucifiijo! y pone cara de paciencia. ¡pobre hombre! el solo ante los elementos ignotos del más allá!, intentando pacientemente aleccionar, como es su obligación, sobre las virtudes del ateísmo racionalista...
Y esas peinetas furibundas, desesperadas, frente a los rosarios! Qué impotencia!
El Papa ha sacado su más mortífera artillería: la juventud alegre e ilusionada. Enjambres de millones de jóvenes se pasean por Madrid elevando varios grados la alegria de una ciudad cocida en el asfáltico agosto. ¡Una treta malévola, maquiavélica, que nos ha cogido con la guardia baja! De ahí el pavor que con ese pobre ateo increpa, rojo de ira, al borde del colapso cardiaco, a la niña que se hace la sorda. Ingrata.
Sí, juegan con ventaja. Por eso ganan por goleada. Por eso la manifa de protesta ha sido patética. Por que les jode que alguien, o millones de alguienes, puedan ser felices fuera de la doxa atea racionalista establecida. Mal asunto, la felicidad no está al alcance de todos.
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