"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 18 de octubre de 2011

Tiempo muerto

Durante más de un año, las autoridades de la UE se han reunido más de una vez a las semana en distintos foros, para "arreglar" el problema. El Problema se les ha escapado vivo, y, como ese Alien que invade la nave espacial, ha crecido y se ha hecho inmanejable.
Este fin de semana se ha celebrado una reunión del G-20, a nivel de ministros; se esperaba una salvación de los BRICs, (países ex emeregentes y boyantes), vía el FMI, pero EEUU y RU se ha opuesto a cambiar la geografía política del FMI.
Todos, entonces, han presionado a la UE para que haga lo que tiene que hacer el domingo que viene, porque ellos no van a poner un euro. A la salida, para no defraudar, han dicho que habían visto unos esquemas -secretos- que tenían buen pinta, a los que daban su beneplácito. Y cada mochuelo a su Olivo tan contento.
Ayer Lunes, las bolsas interpretaron bien esas palabras de aliento -siempre he dicho que las bolsas son idiotas- y subieron con fuerza; pero a media mañana Merkel dijo que no había que esperar la solución de todo el domingo... lo que desinfló el optimismo bursátil.
La reunión del domingo tenía que haber sido antes, pero fue aplazada porque "no habían llegado los informes" que se esperaban.
Todo esto lo digo por esos periodistas que no saben economía pero creen que saben de lo que se les ponga por delante. Esos que dicen que el problema es el pesimismo que se transmite, no lo que pasa, que no pasa nada grave: todo es psicológico. No tienen ni puta idea de la gravedad de la situación. Son los que se agarran a que España ha hecho un esfuerzo titánico -según Merkel- y que no nos equiparen con otros como Grecia.
No se han enterado -mucho economistas no se han enterado- de que el riesgo quiebra de todo el sistema financiero europeo y su contagio al resto del mundo es inminente; y que no depende de nosotros evitarlo.
El problema central es ese, pero hay otro: los responsables con los últimos resortes en la mano para solucionar esto son incapaces de usarlos.
El dinero importa, vengo diciendo en este blog desde hace años. Cuando digo esto, lo digo contra todos esos economistas -como uno con el que paseé por el retiro anteayer- que estuvo dos horas diciendo qué podíamos hacer para avivar el mercado de trabajo y que menos mal que el BCE "nos cubre contra la inflación". Cuando le dije lo que podía pasar con el BCE se produjo un silencio de muerte. Otro que no había pensado que estamos en manos de un destino que no controlamos nosotros, por lo menos desde que cedimos la soberanía monetaria a un Alien.
El dinero no es un papelito que llevamos en la cartera sin darnos cuenta (los que lo llevamos). El dinero es la pieza clave de todo el entramado financiero. Y éste, a su vez, es básico en toda economía. Cuando un consumidor o un empresario va a hacer un gasto importante, siempre dejará un colchón de liquidez aunque tenga que endeudarse para conservarlo. Un empresario sabe que el dinero es volátil, y que si te pillan corto, tus pérdidas por ventas apresuradas de activos para hacer frente a un imprevisto pueden ser enormes. Una inversión se hace pensando no sólo en  rentabilidad versus tipo de interés: se hace pensando también en uan tercera variable, qué va a pasar con la liquidez. Y hoy, todo el entramado financiero está escarajado por falta de liquidez. Si no hay crédito, es por falta de liquidez, y si la deuda cae, es por falta de liquidez. Como decía el otro día Daniel Gros, a la gente no se le ha quitado el suso del 2008, cuando se quedaron sin liquidez y sus mercados cerrados, y siguen acumulando saldos.
Y la falta de liquidez es culpa del BCE.
Así que da igual las reformitas que haga el nuevo gobierno cuando llegue. Porque serán reformitas. Hacer una reforma de verdad del mercado de trabajo cuesta leyes, negociaciones, enfrentamientos, etc. Todo esto en un contexto monetario adverso, que quiere decir que ninguna medida estructural va a producir empelo, si la demanda cae -que caerá-. Un contexto que se convertirá en más incierto y con aumentos del coste de la deuda, más problemas bancarios que atender, y más crispación en todos los frentes.
En suma, no se pueden arreglar los problemas de la oferta en un contexto de incertidumbre e inestabilidad monetaria/financiera que contrae la demanda. Más, si como es probable suben impuestos clave que contraen la demanda. Lo que lleva a un panorama de paro dantesco.
SI el domingo los "dignatarios" no toman una decisión convincente, prepárense para lo peor. Nos quedan seis días de tiempo muerto.

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