"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 10 de diciembre de 2012

Inversión es inmovilizado

Según este Blog, la esencia de Keynes es la Inversión.

The Essence of Keynesianism is Investment

There is much talk at the moment from libertarians who misrepresent Keynesianism. They reduce Keynesian theory to a caricature version which, they say, supposedly only, or mainly, focuses on consumption.This is not true, and there is a simple antidote to such caricatures of Keynesianism. It is available in (of all places!) an “Austrian Economics Newsletter” of 1983, where George L. S. Shackle summed up the essence of Keynes’ theory. I reproduce it here:
[sc. Keynes’s] ...
theory of involuntary unemployment is perfectly simple and can be expressed in a paragraph, or in a sentence. If you express it in a sentence, you simply say that enterprise is the launching of resources upon a project whose outcome you do not, and cannot, know. The business of enterprise involves investment, the investing of large amounts of resources--huge sums of money--in things whose outcome you cannot be certain of, which could perfectly well turn into a disaster or a brilliant success.The people who do this kind of investing are essentially gamblers and they can lose their nerve. And if they decide to withdraw from trade, they sweep their chips up from the table. If they decide it’s too risky, if their nerve gives out and they can’t bring themselves to go on investing, they cease to give employment and that is the explanation. When business is at all unsettled--when there’s any sign at all of depression--or when there’s been a lot of investment and people have run out of ideas, or when their goods are not selling quite as fast as they have been, they no longer know what the marginal value product of an extra man is—it’s non-existent. How can you say that a certain number of men have a certain marginal productivity when you can’t know what the per unit value of the goods they would produce if you employed them would sell for?”
La esencia de Keynes es la separación de la Inversión y el ahorro. Según la economía clásica, el Ahorro determinaba la Inversión a través e los tipos de interés. El aumento del ahorro baja los tipos. La bajada e tipos inventiva la inversión. Los modelos no monetarios todavía mantienen esta ficción. Hace poco, Lucas reconoció (por fin) que la Gran Depresión y esta crisis de ahora no pueden explicarse sin una teoría monetaria. Vean aquí la entrevista con Lucas.
Según Keynes, y el párrafo anterior de George Shakle, la decisión de invertir en capital físico, crear una empresa, y empleo, no depende de la cantidad de Ahorro. Depende de unas expectativas de beneficios muy volátiles. Estas expectativas, por su parte, dependen del volúmenes de ventas esperado. Por lo tanto, aunque el tipos e interés este en su nivel "natural" (el que vacía el mercado de ahorro-inversión), las expectativas del inversor pueden despeñarse, y la inversión caer, aunque eso haga bajar el tipo de interés.

Keynes siempre separó la decisión de ahorrar y acumular activos financieros de la decisión de endeudarse y crear capital productivo. Son distintas decisiones y personas. En tiempos de Keynes los ahorradores eran las clases medias-altas, que guardaban sus ahorros en bonos de renta fija, o acciones, títulos muy líquidos ensituaciones normales. Los inversores eran (y son) compradores (mediante deuda) de Inmovilizado un bien que puede producir alta rentabilidad, pero que es de una liquidez escasa, por no decir nula. Una vez tomada la decisión de invertir e inmovilizar recursos, no hay fácil vuelta atrás si no es asumiendo grandes pérdidas, aunque la situación general sea normal.

¿Es esto la esencia de Keynes? Creo que sí, y Minsky no deja de resaltarlo. Minsky hace hincapié en la iliquidez del inmovilizado para resaltar que un inversor ha de comparar las expectativas futuras de ganancia (o pérdidas) con un coste financiero al que ha de sumar una prima de liquidez; Pero además, no hay prima de riesgo calculable para la incertidumbre. El tipos de interés cubre riesgos, pero no incertidumbre, que, por definición, no es medible.

El inversor se enfrenta a un futuro de incertidumbre, que le hace tomar decisiones discontinuas. El ahorrador se enfrenta a un futuro de riesgos, con probabilidades calculables, y compensadas con primas (mejor o peor estimadas) sobre el tipo de interés básico.

Luego la inversión está sujeta a que surja un Cisne Negro (un evento insospechado, ¿un Tail Risk?) que haga replegarás las decisiones e invertir, ampliar capital, contratar... Y no sólo por un breve periodo, como estamos viendo constantemente hoy en día. La economía Keynesiana es discontinúa, donde a veces se producen grandes reveses generales. (Cuanto más generalizada es la caída, más difícil salir. Véase Gran Depresión, Gran Recesión, o Little Depresion, como la llama Krugman.)

La paradoja de ahorro.

Ahora veamos una de las consecuencias de lo anterior, rechazado por los austéricos vehementemente, aunque hay que reconocer que ellos no distinguen situaciones normales de situaciones de emergencia.

La paradoja del ahorro dice asi: Hay circunstancias en que, sí todos ahorran más, la(s) economía(s) se contrae(n), con lo que el ahorro se contrae.

Según Keynes, si la gente se empeña en ahorrar para salvarse a sí misma, disminuye el gasto total, y eso acepa fecha a las ventas esperadas y a la inversión. La producción cae, con lo cual el nivel de ahorro se reduce.odemos decir: cada vez que aumenta el ahorro/PIB, el PIB cae y la cantidad ahorrada también.

Esto esta en pleno vigor ahora mismo en los países del euro bajo régimen de conscripción fiscal. Los recortes contraen el PIB, y eso empeora la situación del nivel de Deuda/PIB. Más aún si todos los países de la Zona hacen los mismo. Ese te efecto ha sido formalizado por Blanchard & Co, para explicar la duerte contracción no esperada en los países europeos fiscalmente (y monetariamente) castrados.

Para los monetaristas, el problema no es el ahorro, sino la forma de ahorro. El problema es que la gente ahorra en liquidez. Ese súbito aumentos de la demanda de liquidez tiene un remedio: el aumento de la oferta de liquidez por parte del banco central.

Es verdad que en una crisis xomo ésta haybuna gran carrera haxia la liquidez y los títulos más liquidos. Sin embargo, creo que esto no tiene en cuenta un factor que impulsa a ahorrar, que es la deuda acumulada. Y ese ahorro se manifiesta no sólo en liquidez, aunque también en ella. El efecto sobre la liquidez es innegable, pero no está claro que el BC pueda compensar el solo la caída de las expectativas y la incertidumbre.



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