"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 3 de julio de 2013

El oscuro lado financiero

El euro al principio se pensaba era un problema de competitividad real. Sin ajuste cambiario, países como España tendrían que buscar la competitividad con ajustes internos: devaluación interna, es decir, desinflación competitiva, que es el dogma de Europa desde hace décadas.

No se dio importancia a los desajustes financieros. Como dice Minsky, ("Stabilizing an Unstable Economy"), la inestabilidad no viene de la economía real, sino de la acumulación de desequilibrios del sector financiero. Lo peor del euro ha sido la acumulación de deudas que ha propiciado. Primero engañó respecto a los riesgos relativos, lo que hizo bajar los tipos de interés a niveles nunca vistos, y luego dejó al descubierto una asimetría de deudores y acreedores que desde hace cinco años sigue floreciendo como flor en un estercolero. Lo peor que le puede pasar a una moneda es que la riqueza de unos sea gracias a la pobreza de otros.

El brutal ajuste interno debido a la falta de qjuste cambiario es un agravante sobre el problema de el desfase creciente entre ricos y pobres. Quiero decir con esto que si España se pusiera al nivel teórico de competitividad de Alemania, y exportáramos mas de lo que importáramos de allí, todavía muchos activos segurian hundidoa, y tendríamos que usar una buena parte de ese excedente a pagar la deuda.la mejora de la Balanza de Pagos no ha aumentado la,coriAcion de la bolsa y de los pisos. Le mejora de las operaciones no implica la revaluación de los activos.

Ese es el problema del euro, lo que nos debemos mutuamente todos. No sólo los gobiernos. De hecho, la deuda de los gobiernos se ha "internalizado" o nacionalizado, ya sólo la soportan los bancos de los países propios (salvo la de Alemania, claro. ¿Quién no tiene una cuanta en bonos alemanes, por lo que pueda pasar? O ¿dónde creen que han ido esos 300 mm de € que se fugaron de España en 2012?).

Esa divergencia creciente entre países acreedores y deudores es culpa del euro, no de que unos seamos más ineficientes que otros (que lo somos). Pero con una moneda propia, no se hubieran acumulado tantas deudas. Los riesgos de prestar a España, relativos a Alemania estarían más explícitos, y no se hubieran acumulado tanto desequilibrio.

¿Se hubiera inflado tanto la burbuja crediticia, con riesgo de depreciación de la peseta? En todo caso, los tipos de interés, incluyendo por supuesto los de las hipotecas, hubieran sido más altos. El diferencial de interés entre países no hubiera desaparecido, sino que marcaría ese diferencial de riesgo entre una moneda siempre fuerte y una susceptible de ajuste periódico. Se suprimió la disciplina del mercado cambiario en aras de un proyecto político además vergonzante, nunca claramente expuesto, pues el rechazo a la unión política (que está emergiendo en países grandes) hubiera sido mucho más fuerte. Por desgracia, como dice Jeremy Warner, el euro es un religión:

Those who believed that the euro would by now have fallen apart underestimated the extent to which the euro had become a kind of religion and one for which almost no penance is too harsh. The old saying is that when politics and economics collide, it’s always the economics that end up winning. Yet in the euro’s case, the politics have triumphed over the economics. So far at least.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Un gran comentario éste, que refleja con mucha claridad el origen de los problemas actuales y cómo el euro los ha provocado. Es interesante, con el interés que pueden despertar en nosotros los casos anormales, recordar cómo la creencia en que el euro implicaría una rebaja del riesgo soberano y de las tasas de interés se impuso a la lógica. Durante los últimos años del ERM, desde el mal llamado "miércoles negro", 16 de septiembre de 1992, en que la libra (deberían haberlo declarado festivo en U.K. y condecorado a Soros) abandonó el sistema, hasta aproximadamente un año antes de la entrada en vigor del euro como moneda, la mayoría de los Hedge Funds apostaban por el mantenimiento o incremento de las primas de riesgo. Sólo unos pocos, como Christian Siva-Jothy, que entonces estaba a cargo del Propietary Trading de Goldman en Londres, apostaron por la convergencia y por una reducción de primas, ganando una pila de dinero. El mundo financiero post-moderno, tan volátil, tan a corto plazo, se dejó seducir por las doctrina política que tipos con tan poco fundamento económico como Trichet propagaban y que los países débiles aceptaron porque les sonaba bien. Es el vicio radical de las democracias occidentales: convertir la Política en un cuento de hadas, donde siempre se impone la promesa más bonita, por absurda e inverosímil que sea, porque la gente no quiere oír ni conocer la Realidad.

También tuvo algo que ver en la disminución de las primas la NECESIDAD de prestar; sí, lo escribí con mayúsculas para probar que no es una errata y trataré de explicarlo. En la última mitad de los noventa y los primeros años de este siglo, los Bancos centrales han perdido gran parte de su capacidad de controlar la masa monetaria. Fueron creados para evitar las corridas bancarias del siglo XIX, debidas al puro crédito bancario. Hoy día, las innovaciones financieras: los derivados de toda clase y los mercados OTC se han convertido en los grandes e incontrolados creadores de dinero. La masa de capital creada mediante tal apalancamiento necesitaba algo que en qué invertir. Como bien cuenta Michael Lewis en The Big Short, se llegó al extremo de que el dinero se hacía, no construyendo casas ni dando préstamos a los compradores, sino vendiendo bonos basados en tales hipotecas: en fin, que las hipotecas eran necesarias para "fabricar" bonos.

Por último, como muy bien señalas, está el carácter político-religioso del euro. En estos tiempos, tan ateos y descreídos, cualquier cosa deviene en una religión "civil". Están los que rinden culto a la diosa Salud y ha faltado el canto de un duro para que Doña Elena Salgado mandara recolocar los viejos rollos en las celtibéricas plazas, ahora para llevar a los fumadores a la picota (creo que les ha salvado el ser unos incondicionales contribuyentes). El Ecologismo, como el Global Warming, son religiones de nuevo cuño, hasta me he encontrado con misioneros fanáticos del Peak Oil. Pues bien, en este estado de alienación social, la religión dominante es la Social Democracia que nos ha prometido el paraíso en la Tierra sin trabajar. Su primer y fundamental artículo de Fe es este: La Política lo puede todo (El Poder es omnipotente). Para los creyentes de esta religión, la voluntad política mueve montañas; no importa que diga la Razón ni qué enseñe la Experiencia o el Análisis económico o la Ciencia en general, lo único importante es el deseo, o el capricho, político. Comprendí esto en 2002 en Argentina; tras el Corralito y, más tarde, el Corralón, en medio de una crisis espantosa y antes de una votación en el Senado, uno de los senadores declaró: "podemos cambiarlo todo, menos la Ley de Gravitación Universal". Con la perspectiva de hoy, aquel pibe me parece un moderado ya que al menos respetaba las leyes de la Física. El euro se ha impuesto contra Natura, por una voluntad puramente política, y el monto final de los daños que va a producir resulta incalculable.

www.MiguelNavascues.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
www.MiguelNavascues.com dijo...

Muy bueno. Se lo tomo prestado, gracias.