"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 6 de abril de 2014

Domingo de desmentidos

Ufff! Menos mal que el hijo de Suárez, ese pedazo de caballero andante del buen nombre de su padre, ha salido a desmentir de la A a la Z el libro de Pilar Urbano! Y menos mal que a Pilar Urbano se le haya hecho la omertà en la televisiones, y no pueda conceder entrevistas en los periódicos! ¿No te jode, la entrometida?  
Pero una cosa: ¿a qué viene esta airada respuesta del hijo de Suárez, si el libro de Pilar es un homenaje a su padre, a la honestidad de su padre, a la valentía de su padre, como lo quisieran todos los hijos para sus padres? No lo sé. Parece que no quiere que en nombre de su padres se manche el nombre del Rey. Pero el Rey se las arregla solito para eso. Es verdad que si no tiene el accidente de la cadera en Botssuana, no nos enteramos de su adicción a matar elefantes en compañía de señoritas apetitosas. ¡Mala suerte la de este hombre, por Dios! Y también, que si no es por los jueces, no nos enteramos que su yerno "el Duque en-palmado" era un chorizo de tomo y lomo mientras no se demuestre lo contrario! Y también es mala suerte que su hija esté casada con ese viscoso y asqueroso pelotari! Y, ¿no es mala suerte que la otra hija este divorciada de su maromo? por no hablar de las amenazas que sombrean al heredero y su matrimonio...
Todo es mala suerte en un reinado por lo demás fecundo en bienes, en avances sin par en oleadas de felicidad! 
Es un poco ridículo, a la par que sospechoso, salir en defensa del Rey como si defendiera a su padre, cuando en realidad nadie ha manchado su nombre, y lo Del Rey en el 23-F se dijo, se contó, hace años. Desde entonces ha corrido mucha agua bajo los puentes borbónicos, agua a ojos vista cada vez más sucia y nauseabunda. 
Nadie puede creerse ahora que la única institución limpia en España es la Corona. Ya me gustaría a mí que no se hubieran distraído tanto, porque lo último que soy es republicano. Republicano y español, un oxímoron, como diría Gil Albert. Para que un país sea republicano ha de ser de cultura protestante, donde los curas son masones y los masones son ministros, pero abiertamente. Obsérvese que las repúblicas que hay en el mundo que funcionan son repúblicas coronadas, en las que cada x años se elige al rey sin corona. EEUU, Francia. Es decir, son presidencialistas, y el Presidente es un Rey por encima de las demás instituciones. Es la institución más respetada. 
En España hay una monarquía por varias razones, pero la principal es que la República II fracasó. 
Es una pena, este Rey trajo la democracia por especial empeño suyo. Sabía que si no traía instituciones homologada con Occidente, no duraría en el cargo. Y él quería legitimidad. Y sus aliados, Europa, EEUU, querían ayudarle en conseguir esa legitimidad que el franquismo no le daba. 
Las primeras 200 páginas del libro de Pilar Urbano son esa parte de la historia en que el Rey, contra todos, consigue "meter a España en Occidente" (expresión afortunada que me trasladó un ex diputado de UCD: "a nosotros se nos encomendó la misión de meter a España en Occidente, y es lo que hicimos. Eso sí, espero que este de ahora (ZP) no lo desbarate todo...)
El rey encuentra una  resistencia férrea en Carlos Arias, presidente del gobierno, franquista incrustado que no hay manera de despegar del sillón, desde el que torpedea cualquier avance hacia la normalización. El rey viaja por el mundo, va a EEUU, obtiene un rotundo éxito y un plus de confianza en él, en su persona, cuando no hay nada hecho todavía. 
Entonces consigue, con la ayuda de su mentor, Torcuaro Fernandez Miranda, la dimisión de Arias y que los franquistas del Consejo del Reino le propongan un terna de candidatos en el que está Suarez, a quién  ya había elegido como su futuro jefe de gobierno. Partir de ahí, la oposición más fuerte es la de la izquierda "socialdemócrata". Pero eso es otra historia. 
Es curioso que al final, entre tantas cabezas brillantes con sello levemente democrático y prestigio mundial -Areilza, Fraga- el Rey elige a un "camisa azul", ¿por qué? Eso lo explica muy bien el libro: porque es el único que no tiene un proyecto propio, como Areilza, o como Fraga. Es el único que está "limpio", que no esta maleado por nadie, que desea ponerse al servicio del Rey y su proyecto. Es el único que absorbe el plan del Rey ("absorbe como una esponja", diría de él Torcuato) y quiere llevarlo a cabo.
Esa es una de las grandezas de Suárez, y el libro se encarga de resaltarlo. Suárez es grande porque se "cayó del caballo azul" como San Pablo, vio la luz y se convirtió en el mejor soldado del Rey. Luego éste no supo acabar bien. Pero Suárez sí, Suárez se hizo grande. Su hijo le está haciendo un flaco favor. 

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