La tasa será un impuesto del 0,1% sobre cualquier compraventa de títulos financieros. A alguien le parecerá que un 0'1% es una miseria que no tendría por qué preocupar a nadie. Pero nótese que no es un impuesto sobre el valor Añadido, sino sobre cada una de las compraventas efectuadas sobre determinados productos, excepto la deuda pública. Teniendo en cuenta que diariamente, incluso en unas horas, un título puede cambiar de mano cientos de veces, pues el coste de operar en una plaza puede alcanzar un nivel que incita a cambiar de centro de operaciones. Hay que tener en cuenta que en los mercados financieros, que son muy competitivos, los márgenes de ganancia son muy delgados, y desaparecen con gran facilidad. Así que no es nada difícil redirigir el negocio, manejarlo igual, pero haciendo las contrataciones en otra plaza. Nada más fácil en estos tiempos.
Piénsese por ejemplo, en el Santander, que tiene un emporio Londres, si no va q montar su tingladillo para editar la tasa impuesta en España.
¿Por qué entonces, este empeño de nuestros dirigentes españoles y europeos, que saben positivamente que no sirve nada más que para vaciar plazas en beneficio de otras, y por una recaudación esperada ridícula de 35 mm? Porque hace progre, y porque España es una criada de la casa Merkel, y dice y hace lo que le manden. No sé si tendrá algo que ver con las elecciones europeas; yo creo que sí, y que después, cuando llegue el momento, se dará una "patada seguir".
Pero siempre habrá un tonto o dos que creerá que de ahí va a fluir el Maná del desierto, y si no fluye dirán que el 0,1% es poco y que hay que subirlo. Una vez instaurada la tasa no se irá, sino que será arma electoral más con la que darnos el coñazo por nada útil y de paso meter palos en las ruedas de los mercados financieros.
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