"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 23 de abril de 2014

Redistribución y globalización

El libro de Piketty -del que hable aquí hace poco- ha levantado un turbión de comentarios a favor y en contra. El tema de la distribución de la renta y la riqueza ya venía asomándose con insistencia, y cuando un tema se convierte en "trending topic", todas las estrellas del firmamento económico sienten la necesidad de opinar.

Ahora se ha puesto de moda afirmar que la economía ha sufrido una crisis tremenda porque la distribución de la renta&riqueza era cada vez más injusta. El racionamiento es que la bajada de las rentas menores fomentó, con el visto bueno de los gobiernos, la burbuja inmobiliaria, pues era una manera de satisfacer los deseos de los perceptores de las rentas más bajas de capitalizarse. Los,hoja tipos de interés y las facilidades crediticias, las hipotecas subprime, etc, no eran más que una "estrategia" montada para que los pobres dieran menos pobres a través de la innovación financiera, y de paso los bancos más ricos gracias a lo mismo.

Eso es más que posible. Pero hay que tener en cuenta por qué la caída de las rentas salariales en el mundo desarrollado, por qué los mileuristas, por qué los mercados de trabajo se escindieron en dos, entre los privilegiados y los empleados basura.

En mi oponión, la causa principal ha sido la globalización. ¿Pero de eso se trataba, no? De permitir que los países emergentes salieran del hoyo, que se pusieran a nuestro nivel... Y lo han hecho con creces. La apertura comercial a las importaciones de esos países, que se suponía beneficiosa para ellos y para nosotros, ha reordenado la producción mundial, ha dirigido el capital hacia las zonas más productivas, y las rentas se han redistribuido en consecuencia a nivel mundial.

Si se olvida esto, no se puede hablar de política de distribución. Porque los países que han salido del subdesarrollo tenían derecho hacerlo. Que Corea del Sur nos supere en renta per cápita es un efecto virtuoso de la libertad de comercio, por mundo que a nosotros nos haya segado la yerba bajo los pies.

Otro factor ha sido el creciente protagonismo de la actividad financiera, que se ha llevado un trozo cada vez más grande del pastel. Aquí se que hay sombras tenebrosos, porque el desarrollo y la innovación no han turismo precisamente más eficacia en la asignación de recursos. La trituración de el riego del inversor a largo plazo en lonchas, sumadas en paquetes homogéneos, vendidas a precios inverosímiles, lo que ha logrado es una confusión total en la asunción del riesgo, menospreciado por los precios ficticios de los nuevos productos financieros. Eso es un problema que tiene mala solución, pues una vez salido el genio de la botella, no es fácil saber si lo que te vende es algo eficaz para la gestión del riesgo o un encumbramiento del riesgo sistémico. ¿Pero acaso no están relacionados los dos factores, la globalización y el auge de las finanzas?

Tercero, yo creo que es muy peligroso plantear e incentivar demandas de redistribución antes de haber salido de la crisis. Porque, puede ser que la injusta distribución haya sido una causa, pero ponerse ahora a hacer más políticas redistributivos sería un desastre, cuando no siquiera nos dan margen fiscal no monetario para atender las vías de agua más urgentes. El apalancamiento excesivo ha sido la cuada pero copal de la crisis, pero eso no refuta la necesidad, una vez estallado la burbuja, de hacer un rescate. Como decíamos ayer, para que los contratos imposibles de cumplir no se solvente de la peor manera para todos.

A todo esto se suman algunas críticas sobre la metodología y los datos empleados por Piketty, aunque todos acaban alabando en libro.

En todo caso, un giro de 180 grados en la redistribución, cuando estamos intentando que no se desplomen la Sefuridad Social y las Pensiones, la productividad española es tan baja (ha subido ficticiamente, por que el empleo ha bajado más que el PIB), y tenemos una deuda pública creciente... No parece el mejor momento.

Porque, dadas las causas reales, es de temer que a continuación vendrían níveas cortapisas al comercio mundial, subidas del coste de producción, y menos productividad. Ahora bien, si se trata de eso, de liquidar la globalización o ponerle un dogal, que se diga desde el principio.

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