"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 28 de junio de 2014

Efectos de la deflación en la deuda

El INE ha publicado el IPC de mayo. Como se ve en el gráfico la bapvaeiaxion anual, sobre  de mayo de 2013, fue de 0,1%.


Estas variaciones determinan un curioso resultado sobre el nivel de precios, que vemos en el siguiente gráfico. La linea aZul es el índice de nivel de precios, la línea verde el nivel medio del periodo:


Estamos, por lo tanto, en el mismo novel de precios de principios de 2013, sin una tendencia clara hacia el alza o la baja. Si técnicamente no se puede definir como deflación, sí como estabilidad de precios, aparta de una a revés fluctuaciones arriba y abajo. 
Desde el punto de vista de las deudas acumuladas por los sectores institucionales, no es un a buena perspectiva. Un nivel estable de precios sería bueno si sólo existiera la economía real. Pero vivimos en una economía con dinero, crédito e incertidumbre. En dicha economía cada día no empieza de cero. Cuando te levanta tienes deudas contraída a varios años y activos duraderos financiados con esas deudas. 
Con un nivel de precios fijo es mucho más difícil desendeudarse. Cuanto más suba la renta nominal (la renta real + los precios), más holgado será el proceso de pagar las facturas y devolver los vencimientos de deuda. 
Además, la inflación de precios influye en la inflación salarial. Con una inflación de precios cero los salarios no se moverán al alza: las empresas no pueden aumentar los salarios si los precios de venta no aumentan, salvo que haya un aumento significativo de productividad. Además, el empresario también tiene deudas que devolver y además sabemos que no tiene fácil lograra crédito bancario. Añadamos a eso el por lema de la incertidumbre del empresario sobre el futuro, y del consumidor: ambos no saben con certeza si tendrán empresa y trabajo en el futuro. 
La inflación no es un mal absoluto en estos momentos. Todo lo contrario. Es un riesgo menor ante el que ofrece la deflación: estancamiento de la producción, de las deudas, 




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