"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 11 de junio de 2014

Monetarismo versus fiscalismo

Marcus Nunes (buen post)  me lleva a un excelente post de Wren-Lewis sobre el punto crucial del debate entre monetaristas y "fiscalistas" (keynesianos).
Es un debate un poco absurdo, porque el el fondo todos son monetaristas. Desde Friedman en adelante es imposible no ser monetarista -salvo si eres europeísta o austerista. En donde discrepan es en la potencia de la política monetaria cuando se alcanza la zona de ZLB, o trampa de la liquidez, en la que la PM parece perder su eficacia. En este caso, los fiscalistas recomiendan que el gobierno haga de súper-unidad de gasto que los particulares no quieren hacer porque están endeudados. Los monetaristas dicen que hay medidas monetarias excepcionales (QE) que son suficientes para levantar al demanda.
Es difícil demostrar con hechos quién tiene razón. Friedman, por dejar sentado sus anti-Keynesianismo, sobre el que erigió su fama, necesitó ser agresivo con la política fiscal, a la que acusó  de ser muy burda y llegar con retraso, y luego no ser reversible fácilmente.
Lo que pasa es que este debate se refirió a políticas de estabilización, de suavización de recesiones, no de una gran depresión. Y hoy estamos hablando de un momentum próximo a una gran depresión, en el que hemos llegado a lo tipos de interés cero, y la economía muestra una gran resistencia a normalizarse.
En ZLB, con unas grandes deudas del pasado, la gente no quiere endeudarse para gastar, pues las caídas de las rentas en la crisis hace que tengan que dedicar una proporción mayor a pagar sus deudas. A lo mejor se endeudarían para reconvertir su deuda en una más cómoda, pero los bancos no se lo permiten, porque ellos mismos se están desendeudando y liquidando activos, para recomponer sus ratios de capital, y eso les exige mucha seguridad en mal nuevos préstamos. Y sus potenciales clientes no están en las mejores garantías de pago. Esto se traduce en una restricción crediticia como la que padecemos ahora.

De ahí la inutilidad, según los fiscalistas, de aumentar la base mometaria parva impulsar la demanda si, en la expresión de Keynes, la demanda de liquidez es infinitamente elástica al tipo de interés.
Es difícil dar la razón a ninguna de las dos partes porque los hechos son confusos. Por ejemplo, es difícil decir si la depresión europea es culpa del BCE o de la austeridad fiscal impuesta desde Berlín. Yo creo que de ambos, y no lo digo por ecléctico. Ambos han jugado un papel funesto, especialmente el BCE, que como demuestra Marcus Nunes en este gráfico, subió los tipos dos veces en 2011 para "combatir la inflación".


Esa subida fue la que desencadenó la crisis de los bonos y la subida de las primas de riesgo. Así que el BCE no estuvo especialmente brillante.
En todo caso, yo creo que no se debe contraponer monetarismo frente a fiscalismo. En una crisis de deuda como la de hoy, el gobierno necesita financiación barata para reponer los agujeros bancarios y ayudar a los particulares a desendeudarse, y sólo se la puede dar el banco central. Éste, así vez, debe despreocuparse de la inflación y preocuparse por la deflación, mucho más peligrosa. 
Quizás lo que ha fallado en Europa no ha  sido el fiscalismo o el monetarismo, sino la ruptura de unas instituciones que habían funcionado a nivel nacional y no han sido sustituidas más que por un BCE secuestrado y un gobierno europeo inexistente, vacío que ha venido a llenar doña Merkel. Ese ha sido el fracaso: de no haber creado instituciones sólidas capaces de hacer la política exonomica que, mal que bien, venían haciendo los estados nacionales. 




No hay comentarios: