Para los que se lo han perdido, recomiendo este artículo de Antonio Elorza sobre "La irresistible ascensión de P.I."
Ya era hora que alguien con conocimientos dijera lo que debería ser obvio: que este tío es un leninista confeso, admirador no sólo del chavismo, sino de la guillotina como la partera de la democracia, de ETA (cuando vosotros la vayamos de España...), del separatismo catalán como intermedio para romper el estado...
Pero no debe extrañarnos, porque la defensa de la democracia ha perdido mucho fuelle, y han emergido, como en la Europa de los años treinta, las tácticas de "acción inmediata", es decir, violentas, en las que dejó impronta de maestro nunca superado Lenin. Stalin ya fue otra cosa, porque fue desde el estado que heredó de aquél.
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