"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 19 de septiembre de 2014

No hay cicerones, ¿para qué preocuparse por ellos?

Experiencia interesante la de Pedro Sánchez saliendo en la telebasura. Tiene que conseguir en tiempo récord que la gente más mostrenca sepa quién es. Tiene contrarestar la gran campaña de Pablo Iglesias lograda en las cadenas privadas. Más probabilidades de captar la atención, desde luego, al lado de Belén Esteban. Si lo hace bien, ahora Belén hablará bien de él en cuanto la enfoquen, y eso es mucho.

Hay una mano que mece la cuna de Pedro Sánchez, que es la mano que sacó de la nada a Albert Ribera, es decir una asesora de imagen que debe ser muy buena en lo suyo: Verónica Fumanal. Yo cuando veo que hay un profesional me tranquilizo, aunque sea un profesional de la frivolidad y de la imagen, que es así como deberían llamarse. O sea, hay un estrategia que ya a funcionado antes, y con un político que creo que tiene fondo de armario.

La democracia es inseparable de la demagogia. No puedes conseguir aplausos y votos diciendo que eres partidario de bombardear a ISIS, porque eso lo dices en tu casa y no te escucha ni tu mujer. Eso es una fase muy posterior de la política en la que tienes un cierto sentido de estado o estas en el poder.

Ahora tiene que hablar de temas livianos, del toro de La Vega, y hablar de eso en Sálvame es un buen flash que se quedará en la retina de la gente que le ve por primera vez durante unos segundos. Habrás dejado una impresión fugaz de buen chico limpio enemigo de las "salvajadas con los animales", y eso el primer peldaño para subir en el imaginario colectivo, en el que no hay tanto sitio: hay una competencia feroz entre famosos de toda laya para estar en primera fila, y hay que dejar una impronta, y luego otra, para que se vaya perfilando un sentimiento de simpatía, que la gente te vaya conociendo como alguien digno de estima o de rechazo.

Yo creo que conocí a Pedro Sánchez de tertuliano, y juro que no me acuerdo nada de él. Cuando salió como candidato a secretario general del PSOE, me estrujé las meninges para recordar la estimación que tenía de esa imagen, y nada. Eso dice poco de su potencia intelectual o de la originalidad de sus ideas, valores que, por otra parte, no cotizan mucho en las urnas.

Así que más vale empezar por consolidar una corriente de simpatía entre los que luego eligen la papeleta por un sonrisa, unos ojos, una camisa, y una idea confusa de que está contra de la crueldad contra los animales y a favor del deporte. Bravo. Así se van sumando y restando votos, y si lo haces bien, los que suman son muchos más que los que restan.

Así es la política desde tiempos de Cicerón. Lo que pasa es que éste tenía muchas cosas dentro.

Pero si no hay cicerones, ¿para qué preocuparse por ellos?

No hay comentarios: