"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 26 de septiembre de 2014

Otra memez de Gargallo

Gargallo, ese ministro de Exteriores que mete la pata cada vez que habla y el gobierno se ve obligado a matizar sus deslices, ha diseñado un gran plan estratégico. De repense se ha dao cuenta de que el gran impulso internacional de España en la transición, "se ha agotado de éxito" (sic) y hay que buscar nuevas estrategias que de nuevo nos lleven al centro de universo que una vez fuimos (Sic).

En qué consiste la nueva Gran Estrategia de este pueril visionario?

Veamos como la define El País (El Mundo, patético periódico del entreguismo, uno más, ya se ha mostrado completamente a favor de tan "original", "novedosa" estrategia):
El texto fija cuatro grandes objetivos para la política exterior: coherencia, eficacia y transparencia; promover los valores de la sociedad española en el mundo; situar al ciudadano en el centro de la política exterior y proyectar globalmente a España como país avanzado.
El más novedoso, según Mora, es el segundo, pues supera la idea tradicional de la diplomacia como relación entre Estados, e incluso de la deseable internacionalización de las empresas, para incidir en la apertura de la sociedad como vía para salir de la crisis.
Apabullante alarde de original memez a la par que de consignas consabidas de origen buenista: de ahora en adelante, gracias a España, los ciudadanos y no los estados serán los que definan las relaciones internacionales, algo en lo que seguro van a estar de acuerdo los estados soberanos de verdad, no los que viven en el mundo de Peter Pan. Esto consolará enormemente a los seis millones de parados, saber que sin trabajo van a ser protagonistas de la política exterior. Les va a dar un subidón que no veas. Se van a olvidar de su situación financiera, de la hipoteca, y de la temporalidad del trabajo. Yo creo que la gente quiere un estado eficaz, no uno que le ofrece cameos internacionales.

El País sigue analizando el plan, mientras éste llega al tema europeo, donde descubren la pólvora:
Ambiguo en aras al consenso y tedioso en ocasiones, las propuestas más concretas se refieren al futuro de la UE. "El destino final de la construcción europea es la unión política. Europa debe configurarse como una auténtica unión federal, no simplemente como una unión de Estados soberanos. Este proceso debe hacerse por fases, pero el objetivo debe definirse con claridad cuanto antes", proclama.
En coherencia, propone que el Banco Central Europeo actúe como prestamista de último recurso; que haya un Fondo de Garantías de Depósitos común y un Fondo Monetario Europeo: que se mutualicen las deudas soberanas de los 28, "cuando se hayan corregido los excesos y establecido controles para evitar que se repitan"; o que se fusionen los cargos de presidente del Eurogrupo y comisario de Asuntos Económicos, de un lado; y de presidente de la Comisión y del Consejo Europeo, por otro.
Este hombre no se ha enterado que esto se ha intentado hace un año, y que lo que se ha conseguido es un pálido reflejo de lo que ambicionan los federalistas. ¿Razón? pues la marcha de Europa hacia la federalizacion se ha topado con la voluntad férrea de Alemania de ser una nación soberana. Perdió la soberanía monetaria por razones de debilidad política cuando la reunificación alemana, y por eso e sometió al euro. Pero con el tiempo, ha conseguido hacerse dueña del euro, lo que quiere decir que, de momento, y por tiempo indefinido, es ella la que dicta la política monetaria, y es ella la que frena cualquier intento de Draghi de salirse de los rieles. En suma, el BCE es el Bundesbank II, y con buenas palabras y gilipolleces de Gargallo, no se va a apear del burro, e incluso puede ser contraproducente, porque aumenta la reacción contra este tipo de propuestas de los nuevos grupos emergentes que están contra el euro, y que por lo tanto van a hacer piña con los miembros del gobierno y del Bundesbank contrarios a que el BCE compre bonos españoles o italianos, considerados poco menos que bonos basura.
Resumiendo, Margallo está provocando, sin saberlo (no se entera de nada) la reacción de más peligrosa para nosotros.

Lo mejor que podría hacer es callarse y no dar munición al enemigo. Porque éste es extraordinariamente sensible a estas cosas, está en pie de guerra como contaba Ambrose Evans-Pritchard, y si puede anticipar lo que considera amenazas contra la soberanía alemana, no dejará de cerrar las brechas.

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